LA RENOVACIÓN DE LA CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE OAXACA
Al igual que muchos problemas que enfrentan los oaxaqueños, se tiene un sobrediagnostico de todos y cada uno de los males que padecemos, pero se ignoran los cómo; no sabemos cómo implementar políticas públicas efectivas.

Mtro. Juan Carlos Chávez Martínez
Recientemente, siguiendo el ejemplo nacional de Nuevo León o el internacional de Chile, se ha puesto en la mesa la intención de poder renovar nuestra constitución, misma que en abril de este año cumplió 100 años.
También, hace algunos días tuve la fortuna de estar en una presentación donde se planteaba renovar en su totalidad nuestra constitución. Pero, no dijeron cómo.
Al igual que muchos problemas que enfrentan los oaxaqueños, se tiene un sobrediagnostico de todos y cada uno de los males que padecemos, pero se ignoran los cómo; no sabemos cómo implementar políticas públicas efectivas.
De Chile podemos aprender que existió un rechazo a la nueva constitución a través del referendo a pesar de ser “muy progresista” y una de las constituciones mundiales más innovadoras, entonces ¿Por qué la gente lo rechaza? El rechazo fue del 62%. Para contestar tengo tres respuestas:
a) La primera tiene que ver con que los chilenos si querían una constitución, pero no la que se redactó para ser sometida al referéndum. Como dicen: forma es fondo y fondo es forma. Las críticas al texto constitucional fueron muchas. A veces un ligero cambio o una palabra por otra pueden llevarnos hasta la ruptura social. Incluir más derechos o una forma diferente de abordarlos generó en los chilenos mucha animadversión. Aunado a esto hubo mucha desinformación en redes sociales.
b) La segunda involucra las actividades de la convención constitucional. Fue un tanto criticada la conformación del constituyente, así como el desarrollo de la convención aunado a una incapacidad de comunicar los trabajos del constituyente, perdiéndose la cercanía con la ciudadanía. Lo que más les pegó fue la falta de credibilidad de la convención, sobre todo, cuando la convención ofrecía diagnósticos puntuales que después resultaban falsos.
c) La tercera se refiere a los ajustes finales de la constitución. Se instaló la idea que, a pesar de la aprobación de la versión final de la constitución chilena, el congreso nacional realizaría próximos cambios a la ya nueva constitución, deslegitimando el proceso y los resultados alcanzados. Asimismo, se pensó que al haber formas distintas de renovar la constitución, el plebiscito no era la única forma.
En este sentido, también podemos aprender mucho de Nuevo León, como un proceso de reforma integral para renovar por completo su constitución local más que un constituyente. Ha sido en días recientes, el 01 de octubre de 2022, que se ha aprobado por mayoría en el congreso una reforma integral y se ha procedido a su promulgación y su entrada en vigor. Sin embargo, si Oaxaca desea pasar por una reforma integral para tener una nueva constitución debe tomar nota de los siguientes errores:
a) La necesidad de una nueva constitución. A Samuel García se le critico la verdadera necesidad de una nueva constitución, para los expertos decir que una constitución tiene más de 104 años no quiere decir que no esté vigente, ya que las reformas y adiciones realizadas por el congreso local la han mantenido al día y ha sido adecuada a nuestros tiempos.
b) El pretexto de la progresividad de los derechos humanos. Si bien es cierto que se debe seguir el principio de progresividad, un incremento de 20 nuevos derechos en la constitución nuevoleonesa ha despertado suspicacias para garantizar el ejercicio efectivo de estos derechos y las instituciones que consolidaran e implementaran los mismos, mi profesor de finanzas públicas siempre decía que toda política pública requiere de un presupuesto público. En este sentido, la falta de acceso efectivo a estos derechos traerá una cascada de amparos y una judicialización de la nueva constitución local.
c) Cuestiones operativas. Renovar en su totalidad una constitución requiere un esfuerzo descomunal de coordinación, toma de decisiones y debate público. Para el caso particular de Nuevo León, el congreso y el ejecutivo no tuvieron un trabajo conjunto; al interior del congreso había grupos de poder que obstaculizaban los trabajos legislativos que en una primera vuelta no alcanzo mayoría para su aprobación si no que se fue a una segunda vuelta; los factores reales del poder no fueron considerados para proponer cambios a la constitución y los diputados no lograron introducir derechos o los puntos de vista de grupos, colectivos, colegios, universidades u organizaciones de la sociedad civil.
Conclusiones.
Una reforma integral a la constitución de Oaxaca es una propuesta atinada, pero debemos voltear a ver el ejemplo nacional de Chile o el ejemplo subnacional de Nuevo León para no cometer errores y salir abantes. También, debemos considerar el hecho de que Oaxaca es un estado multicultural y pluricultural y que no debemos olvidar la Ley de Consulta Previa, Libre e Informada de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicano para el Estado de Oaxaca para integrarlos a este proceso de transformación estatal. Además, no basta con decir que queremos una nueva constitución, debemos decir los cómo, cuándo, dónde y organizarnos.
¡Padiudx yucuteli!