No son madres, son niñas sobrevivientes : los datos revelan violencia, no maternidad

● 9 de cada 10 delitos sexuales en México no se denuncian (SESNSP, 2024)
● 2 de cada 3 sobrevivientes de violencia que atendemos en Reinserta son niñas y adolescentes.
● Reinserta exige que los embarazos infantiles sean tratados como alertas de violencia grave que deben activar protocolos de atención, protección y justicia.
Ciudad de México.- La organización Reinserta, con más de diez años trabajando para transformar las vidas de niñas, niños y adolescentes marcados por la violencia, manifiesta su profunda preocupación ante los datos difundidos por la Secretaría de Salud (SSA), que revelan que al menos 30 nacimientos registrados en 2024 corresponden a madres menores de edad, algunas de apenas 10 y 12 años, mientras que los padres tienen entre 30 y 65 años de edad.
Cada uno de estos casos refleja una realidad brutal en México: la violencia sexual contra niñas y adolescentes está normalizada, silenciada e ignorada por las instituciones. Son historias de infancias en pleno desarrollo que deberían estar en la escuela, jugando, creciendo en entornos seguros, no en salas de parto, señalaron en un comunicado.
Puntualizando que cada embarazo infantil registrado es una prueba más de que el Estado sigue fallando en prevenir, investigar, sancionar y proteger a las infancias en México. Desde Reinserta han advertido constantemente que la violencia deja marcas profundas en la vida de niñas y adolescentes. Son eventos que afectan su salud mental, física y emocional.
“Estos datos deben generar más que indignación. Deben convertirse en acciones inmediatas y concretas. No podemos seguir permitiendo que las niñas vivan maternidades forzadas y convivan con sus agresores en total impunidad”, indicaron al tiempo de exigir al Estado mexicano:
● La investigación inmediata de cada caso en que una menor de edad resulte embarazada por un adulto, aplicando las sanciones correspondientes por violencia sexual ejercida .
● La implementación de una Ruta Nacional de Atención Integral a niñas víctimas de violencia sexual, con acceso efectivo a atención médica, psicológica, legal y educativa especializada.
● La activación obligatoria de protocolos de denuncia y protección en hospitales, escuelas y registros civiles, ante cualquier embarazo infantil.