Este domingo inicia el proceso electoral federal para renovar la Cámara de Diputados, 300 curules electas por mayoría relativa y 200 por representación proporcional, conocidas también como plurinominales. Y aunque el Congreso hoy está dominado por Morena y sus aliados, la división al interior del Movimiento de Regeneración Nacional y el surgimiento de nuevos partidos satélite, podrían cambiar este escenario. 

Por un lado tenemos a la coalición que conforman Morena, PT y el Partido Verde Ecologista de México, quienes tienen la instrucción directa desde Palacio Nacional, de defender a toda costa la mayoría legislativa, siendo una condición obligatoria para consolidar la Cuarta Transformación que impulsa el presidente López Obrador, sin embargo la creciente división al interior del movimiento de regeneración pone en riesgo este objetivo. Por ello cuentan con un plan de contención. 

A través de los nuevos partidos Encuentro Solidario, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas, buscarán una mayor pluralidad representativa pero un mismo fin político, respaldar al titular del Ejecutivo federal, ya que al verse imposibilitados por la Ley para contender en coalición, deberán luchar por obtener el apoyo del votante y mantener su registro.  

De cualquier modo, Morena sigue siendo el favorito, por lo que incluso candidatos de oposición han optado por cambiar de filas, siendo  bien recibidos en los partidos locales ya que al mudarse se llevan las estructuras que los convierten en candidatos competitivos, pese a no coincidir con los valores de la Cuarta Transformación, lo que ha derivado en constantes denuncias por imposiciones en varios estados. 

Incluso se ha señalado que replican viejas prácticas priistas como la simulación de un proceso de elección democrático que termina en imposición o en la venta de candidaturas. Situación que si bien se repite en todos los partidos políticos, tiene en la mira a Morena al ser el más cotizado por representar un triunfo casi seguro bajo la marca de Andrés Manuel López Obrador, que si bien no aparece en las boletas, se mantiene vigente y presente como guía espiritual de la lejana Transformación que prometió. 

En el lado opuesto, para evitar la continuidad de la llamada “Cuarta Transformación” los partidos históricos (o prehistóricos) del país, se unieron en una alianza que no solo carece de ideología, también de candidatos y candidatas que ofrezcan una alternativa diferente, ya que ni el PAN, ni el PRI o el PRD, cuenta con cuadros renovados que puedan hacerle frente a la aplanadora de Morena, aunque claro, los pocos resultados que han entregado algunos legisladores de la 4T, seguro le permitirá a los candidatos de la coalición “Va por México” recuperar varios distritos, pero no serán suficientes para construir un contrapeso ante las decisiones de la mayoría o, del Presidente. 

Sobre todo si contamos las disidencias por imposiciones y el acaparamiento de las candidaturas para los miembros de la cúpula partidista, lo que provocó una desbandada de militantes en los tres institutos políticos, muchos de los cuales han sido arropados por Morena y los otros partidos. 

Ante este escenario de mezcolanza amorfa, las opciones para el electorado parecen ser pocas o nulas; continuar con una transformación simulada o regresar a la era de traición y corrupción desmedida, aunque el presente no esté muy alejado de ello. 

Y aunque votar por Morena puede sonar como la mejor alternativa para aquellos que apoyan el proyecto de nación de López Obrador, se debe tener cuidado para no repetir los errores del pasado y votar sin haber razonado quiénes son y de dónde vienen los candidatos, ya que muchos pudieran no representar lo que pregona el cambio y por el contrario solo busquen abonar a la división y confrontación al interior de Morena y sobre todo, del Congreso de la Unión. 

Situación que también deben cuidar el Partido Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el PRD, ya que si bien hoy son marginados y rechazados por un amplio margen de la población, algunos actores políticos están obsesionados con su desaparición, incluso desde el interior, por lo que los candidatos a modo y dispuestos a perder, son una constante que se replica a lo largo del país. Sobre todo en sus últimos bastiones. 

Hoy también arranca el proceso electoral por las gubernaturas de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Zacatecas, Tlaxcala, Querétaro, Sinaloa, Nayarit y Michoacán, en donde Morena es el preferido del elector, a quien parece no importarle que la mayoría de candidatos venga de un partido de oposición. Pero de ello hablaremos en otra ocasión. 

Polígrafo Político

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