por Horacio Corro Espinosa

La 64 Legislatura Constitucional del Congreso del Estado de Oaxaca, le ordena al Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO), le presente la revisión clara y precisa de los 74 municipios auditados en la entidad.

El OSFE, al entregarle las cuentas a la Comisión Permanente de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización del Estado, ésta, le pide al OSFE, investigue nuevamente sobre los miles de millones de pesos desaparecidos.

Según el OSFE, muchos de los municipios aparecen como solventados, o que ya tienen resuelto su problema, o que ya están libres de toda angustia, cuando la Comisión permanente de vigilancia le dice al OSFE lo siguiente: “En nuestra opinión el Informe de Resultados de la Fiscalización de las Cuentas Públicas Municipales 2018, NO CUMPLE con lo establecido en la Ley de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas para el Estado de Oaxaca”.

Si hacemos una revisión de los municipios auditados, podemos tomar el caso de Cosolapa. En este caso, el OSFE, dice que a este municipio solo le falta por comprobar 11 mil pesos. Creo que todos sabemos que la administración de Gustavo Díaz Sánchez, (mejor conocido como El Gato), fue de las peores en toda la entidad. Díaz Sánchez, ha sido tres veces alcalde de Cosolapa, y dos veces diputado local. En el 2018, tema de esta auditoría, El Gato, formó parte de la Comisión de presupuesto y programación. 

Esta puede ser una de las razones por lo que la Cámara de Diputados le pregunta al OSFE: ¿por qué a determinados municipios les pones algo simbólico, cuando en el tema financiero ni en el de cumplimiento ni en el de desempeño mostraron buenas cuentas? La mayoría de los 74 municipios auditados, gastaron dinero a manos llenas y ni siquiera presentaron facturas.

En el decreto aparecen tres tipos de auditorías: la financiera, que tiene que ver con las responsabilidades económicas, Las de cumplimiento y la de desempeño. Estas dos últimas son meras observaciones administrativas, pero de acuerdo a las gráficas, no cumplieron su plan de desarrollo o con sus metas trazadas para el año 2018. Con la de cumplimiento y la de desempeño, podemos saber qué tanto observaron las leyes, los reglamentos, las políticas, los códigos establecidos y otras disposiciones.

Por ejemplo, en el caso de Santiago Huajolotitlán, este municipio hizo obras que no están dentro de los lineamientos del fondo tres. Se puso a construir cocinas comunitarias, cuando en el 2018 no estaban contempladas, a menos que hubiera hecho un convenio con el DIF. Así como este caso, el resto de los municipios auditados están en la misma situación: fuera de todo lineamiento por desconocimiento de la ley, y ante esto, ahora tienen que regresar ese dinero porque en muchos casos presentaron obras ficticias.

La muestra auditada por el OSFE a los 74 municipios del año 2018, fue de 2 mil 268 millones 598 mil 439 pesos con 67 centavos. Y lo único que se observó: Un mil 416 millones 985 mil 641 pesos con 24 centavos. De esta cantidad sólo se solventó 55 millones 533 mil 558 pesos con 31 centavos. Lo que quiere decir que falta por solventar: Mil 361 millones 452 mil 082 pesos con 93 centavos. 

Ante estos números se puede decir, que solo solventaron parcialmente 44 municipios, mientras los 30 restantes no solventaron absolutamente nada. Así que solo el 0.0392% son los que han solventado. No llegan ni al 1%. Esto es verdaderamente alarmante.

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