Al concluir su conferencia matutina de este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió la vacuna contra la COVID-19, del laboratorio AstraZeneca, según informaron las fuentes del gobierno federal.

López Obrador dijo que el objetivo de aplicarse la vacuna en público es hacer una convocatoria a todos los adultos mayores que no la han querido recibir por precaución o temor, ya que este fármaco ha reportado reacciones adversas en los pacientes e incluso ha sido retirado en varios países.

“…Decirles que estamos nosotros seguros de que no hay ningún riesgo, ningún peligro, que no hay reacciones graves, que estamos dándoles seguimiento a todos los estudios que se están haciendo en el mundo para garantizar la seguridad de las personas”, señaló.

El mandatario aclaró que recibir la vacuna no es obligatorio y que las personas son libres de no aceptarla.

“Sin embargo, nosotros tenemos la responsabilidad de informar que es importante protegernos frente a la pandemia (…) se trata de convencer y persuadir, no de imponer”, acotó.

La vacuna fue aplicada por la teniente enfermera Medina Vega, quien antes de inyectar la dosis hizo las preguntas de rutina al presidente y explicó el procedimiento. Luego de aplicarla, la teniente enfermera entregó el comprobante de la vacuna al mandatario.

“No hay ningún riesgo, no duele, no pasa nada absolutamente (a las personas de la tercerea edad), si no se aplicaron la primera dosis porque lo estaban pensando, cuando lleguen de nuevo al municipio para aplicar segundas dosis, pueden aprovechar para recibir la vacuna”, dijo López Obrador.

El 5 de abril, el presidente había señalado que no se vacunaría por el momento pues su organismo generó suficientes anticuerpos luego de recuperarse de la enfermedad.

López Obrador dijo haber tomado esa decisión tras pedir la opinión de diversos médicos y realizarse estudios de anticuerpos.

Sin embargo, al día siguiente, el presidente cambió de opinión y anunció que sí se vacunaría para “disipar dudas” y para servir como ejemplo a quienes se contagiaron, y que no esperen tanto tiempo.

El pasado 24 de enero, al regresar a la Ciudad de México tras una gira por Nuevo León y San Luis Potosí, López Obrador informó haber dado positivo a COVID-19, por lo que fue aislado en Palacio Nacional. De acuerdo al propio presidente, su tratamiento estuvo a cargo del secretario de Salud, Jorge Alcocer y de diversos especialistas del sector privado.

Tras dos semanas de tratamiento basado en antiviral y desinflamatorios, el presidente se recuperó y retomó sus actividades, aunque continuó sin usar el cubrebocas.

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