Tras la derrota electoral del pasado seis de junio en la que el Partido Revolucionario Institucional perdió 8 gubernaturas y logró apenas 11 escaños en el Congreso federal, militantes y simpatizantes del tricolor exigen la renuncia del presidente nacional del instituto político, Alejandro Moreno Cárdenas. 

Encabezados por Nallely Gutiérrez Gijón, exsecretaria de Vinculación social del PRI y actual dirigente del Colegio Nacional de Profesionales en Derecho, así como por el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien también está al frente de la Corriente Democracia Interna del PRI, agrupación que ha criticado con mayor severidad el desempeño de Moreno Cardenas al frente del Revolucionario Institucional; decenas de militantes bloquearon las oficinas centrales de su partido demandando la renuncia del también Diputado Federal electo por la vía plurinominal.

A través de sus redes sociales, los dirigentes políticos convocaron a la militancia priista a manifestarse y exigir la salida de Moreno, a quien señalan de orquestar la derrota del PRI y estar al servicio del presidente Andrés Manuel López Obrador, además de haber acaparado las candidaturas tanto de elección directa como de representación proporcional para sus amigos, familiares y colaboradores cercanos, siendo el Comité Directivo Nacional el más beneficiado. 

Esto debido a que tanto Alejandro Moreno como la Secretaria General del partido, Carolina Viggiano ocupan una curul plurinominal, incluso esta última compartirá legislatura con su esposo Ruben Moreira Valdés y su hijo Juan Pablo Beltrán Viggiano, quienes también representarán al tricolor en la Cámara de Diputados por la vía de representación proporcional, y aunque el segundo por ahora solo ocupará una suplencia, Moreira Valdés será quien coordine la bancada del tricolor en la que podría ser su última oportunidad para ser una verdadera oposición. 

Hasta el momento no existe un posicionamiento oficial de Alejandro Moreno, sin embargo desde hace varios días se ha difundido una versión de su posible salida argumentando que dará prioridad a su labor legislativa, dejando la Presidencia a su mismo grupo, el cual de acuerdo a fuentes del propio partido está a cargo del presidente de la Fundación Colosio, José Murat Casab, lo que -advierten- podría generar la última fractura que termine con el PRI. 

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