Por Diego Martínez

En un ejemplo más de la irracionalidad de algunos representantes populares, los Diputados de Oaxaca aprobaron una Ley que hace “obligatoria la instalación de contenedores de basura en el transporte público”.

Como si el pésimo servicio de transporte con el que cuenta Oaxaca no fuera suficiente, para los integrantes de la LXIV Legislatura, quienes seguramente tiene al menos tres años que no se suben a un camión ni mucho menos a un taxi “foráneo”, una chivera o un mototaxi; les pareció buena idea convertir las de por sí deterioradas e inseguras unidades, en focos de infección. Todo ello en medio de una pandemia.

A través de una iniciativa presentada por el diputado Timoteo Vásquez Cruz, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, avalada por  la Comisión Permanente de Movilidad, Comunicaciones y Transportes, presidida por la priista Yarith Tannos Cruz; y aprobada por el Pleno, se adicionó un quinto párrafo al Artículo 87 de la Ley de Movilidad para el Estado de Oaxaca, estableciendo que los vehículos autorizados para prestar el servicio público de transporte de pasajeros, deberán estar equipados “de un contenedor para depósito de residuos sólidos”.

Puntualiza que el mismo será para uso exclusivo del usuario del servicio; debiendo la Secretaría de Movilidad, determinar las especificaciones técnicas en la norma que emita al respecto. Es decir, se deslindan de la viabilidad real de la iniciativa, al igual que han hecho en otros temas como el uso de PET y bolsas de plástico en los comercios o la venta de productos “chatarra” a menores de edad, Leyes que han sido totalmente inútiles en la defensa del medio ambiente y en el cuidado de la salud, como argumentaron en su momento los proponentes.

Por medio de un comunicado, la LXIV Legislatura aseguró que “de esta forma, se equipa de herramientas a los choferes de las unidades y a las personas usuarias del servicio para dar cumplimiento con la prohibición de no tirar basura, que se ha convertido en un problema grave de contaminación”

Además -añade- “se facilita la tarea de buscar mantener las calles y vías públicas limpias, así como evitar contaminar y degradar el medio ambiente”.

Y aunque seguramente esta nueva norma será ignorada al igual que la obligatoriedad de colocar cámaras de vigilancia y botones de pánico en todas las unidades del transporte público según lo establece el tercer párrafo del artículo modificado; los legisladores oaxaqueños consideraron esta medida un éxito rotundo.

Omitiendo proponer mejoras en la infraestructura pública con basureros en la calle, contenedores, camiones recolectores eficientes, etcétera. Así como la inversión pública en programas de manejo de residuos sólidos y sanciones bajo un marco legal real, para quien contamine la vía pública. Olvidando también, la importancia de la responsabilidad social individual.

Además, podrían generar una controversia con el Artículo 10 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, la cual establece que “los municipios tienen a su cargo las funciones de manejo integral de residuos sólidos urbanos, que consisten en la recolección, traslado, tratamiento, y su disposición final”.

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