• El informe se pondrá inmediatamente a disposición de la Fiscalía General de la República: Romero Oropeza
  • No hay conflicto de interés ni nada irregular: Bob Pérez, presidente de Baker Hughes México y Latinoamérica

El director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Octavio Romero Oropeza informó que a solicitud de Baker Hughes, María Claudia Borras, presidenta de servicios petroleros a nivel mundial; Bob Pérez, presidente de México y Latinoamérica y César Pulido, director de cuenta para PEMEX, se reunieron con el equipo directivo y el auditor de PEMEX, para aportar información relativa al arrendamiento de un inmueble ubicado en Houston, Texas, propiedad de un exfuncionario de dicha empresa, con la esposa de José Ramón López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador.

Aseveró que los representantes de Baker Hughes le hicieron saber que, a raíz de la denuncia pública por la posible comisión de actos de corrupción; esta empresa contrató un despacho externo para llevar a cabo una auditoría sobre el caso.

En este sentido, el director general de PEMEX indicó que por instrucciones del presidente Obrador, el informe se pondrá a disposición de la Fiscalía General de la República para los efectos legales correspondientes, aunque no dijo si Pemex hará su propia auditoría interna.

Desde las oficinas de la petrolera mexicana, Bob Pérez, presidente de Baker Hughes México y Latinoamérica, precisó que tras una revisión que hizo el despacho de abogados R. McConnell Group, sobre los contratos que se han tenido con PEMEX y que han sido referidos por algunos medios, no se encontró conflicto de interés ni nada irregular.

Según los estudios, se determinó que el exejecutivo Keith L. Shilling, quien fue propietario de la residencia en Houston, nunca tuvo injerencia en las operaciones de México.

También se analizaron archivos y correos electrónicos de Shilling de su computadora de trabajo, así como documentación, responsabilidades y proyectos de Baker Hughes.

Detallaron que Shilling fue empleado de Baker Hughes en 2016 y salió de la empresa en 2019; durante el tiempo que estuvo en la compañía, trabajó en su grupo de Norteamérica, y México no pertenece a esta dirección sino a la de Latinoamérica.

“Baker Hughes es una empresa que lleva más de 60 años trabajando en México, (…) que cotiza en la bolsa de Estados Unidos y somos una empresa que tiene una cultura muy robusta de cumplimiento corporativo y de anticorrupción, es un política de cero tolerancia”, aseguró el funcionario del corporativo.

La revisión del Grupo R. McConnell concluye que la transacción de arrendamiento entre Keith Schilling y un tercero se considera una transacción de curso ordinario en condiciones de igualdad entre esas partes. No tiene ninguna relación con ningún negocio de Baker Hughes en México o de otro tipo. La empresa no tenía conocimiento del acuerdo de alquiler ni recibió ningún beneficio de este.

La investigación del despacho apunta que en 2019, Carolyn Adams arrendó la residencia de Shilling en Conroe. En ese momento, ella no mencionó a José Ramón López Beltrán como ocupante del inmueble.

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