27 noviembre, 2024 6:22 AM
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* Se llevó a cabo la cuarta edición de la Cátedra “Antonio Leaño” en la UAG


 La colegialidad en la dirección y toma de decisiones de las organizaciones, es un ejercicio que toma en cuenta a todos los miembros de la colectividad y acerca a formar criterios asertivos.

Así lo expresó el Lic. Alejandro Luthe Ríos, subsecretario de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Jalisco, a cuyo cargo estuvo la exposición correspondiente a la IV edición de la Cátedra “Antonio Leaño”, de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Al evento, que se llevó a cabo en el auditorio “Dr. Luis Garibay Gutiérrez”, asistieron el Rector de la UAG, Lic. Antonio Leaño Reyes; el Vicerrector General, Lic. Antonio Leaño del Castillo, quien hizo la presentación del expositor; otros directivos y funcionarios universitarios.

“Dirigir, independientemente de que sea un arte o una ciencia, pues tiene algo de ambas, requiere de elementos indispensables como son un objetivo, es decir que exista rumbo, y la unidad de quienes forman la colectividad”, dijo Luthe Ríos.

Destacó que cualquier decisión directiva lleva un costo de oportunidad ya que se toma una opción entre dos o más que se presentan, se toma una opción y se desechan las demás, de manera que nunca se tendrá certeza de cuál fue ese costo. Muchas veces la decisión al final la toma una sola persona, aunque exista un consejo directivo y de asesores, por lo que debe haber prácticas que permitan que las decisiones sean correctas y para ello se le debe dar confianza a los tomadores de decisiones.

Las decisiones que se toman en las organizaciones, a veces organizaciones muy grandes con miles de integrantes deben responder al reto de trascender a las personas. Es preciso que los demás sepan que la decisión tomada les beneficiará, que los hará crecer.En muchas ocasiones, el orgullo impide escuchar a los demás o distrae con objetivos personales en lugar de ver por la colectividad.

“Es preciso aceptar que a nuestro alrededor hay personas mejores que nosotros y con la participación de todas ellas se puede construir mejor”, dijo el expositor.Explicó que hay dos formas de ejercer el mando: una es porque tenemos la autoridad y la otra, porque nos ganamos el respeto de los demás. Sin duda, la mejor es la segunda. Puso el ejemplo de la Mesa Redonda del Rey Arturo; ¿para qué quería consejeros un rey tan importante? Para tomar mejores decisiones.

“Tenemos consejeros porque no lo sabemos todo”, dijo.Recomendó actuar con prudencia cuando se toman decisiones. A veces, hay que saber esperar, aunque a veces la prudencia consiste en actuar de inmediato debido a la situación apremiante que se presenta.

¿Cómo hacer que un consejo tome la mejor decisión? En este punto dio como ejemplo una orquesta sinfónica en la que existen solistas, jefes de sección, distintos instrumentos, algunos demandantes como el violín y otros que parecen intrascendentes como una campana que se toca de vez en cuando en medio de la sinfonía, y tienen un director.

Todos conocen la partitura y el momento en que deben intervenir, y lo hacen con gran profesionalismo porque saben que de la acción conjunta dependerá el resultado final que es una gran interpretación musical.Para que un consejo sea competitivo, es preciso tener la apertura de que nos contradigan. También es necesario dejar de lado rencores y envidias, porque si no hay unidad se pierde el rumbo.

Comentó que en la dependencia estatal donde labora, existen cuatro principios rectores, que son: Corresponsabilidad, Innovación, Transparencia y Autonomía Responsable.También aconsejó formar oportunamente un cuadro de relevos.

“El tiempo es corto, tenemos poco tiempo para formar. El buen jefe es alguien que nos formó, que nos hizo ser mejores”.

Finalmente, dijo que los buenos directivos son amenos, profesionales y saben proponer, pero también compartir, retar y exigir. Y para todos, respetar el estilo de quien dirige.Al finalizar la conferencia, el Rector y el Vicerrector General entregaron al Lic. Luthe Ríos un reconocimiento.