• La diputada Bonilla Herrera (Morena) presentó reformas a la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de las Mipymes

• Representan 99.8 por ciento de las unidades económicas, generan 52 por ciento del PIB y el 70 por ciento de empleos formales 

La diputada Raquel Bonilla Herrera (Morena) propuso asignar 60 por ciento del presupuesto federal que se destina a las micro, pequeñas y medianas empresas, para instaurar un Fondo de Contingencia en apoyo a las Mipymes, cuyo objetivo será la reactivación de su economía, en caso de declaratoria de emergencia o contingencia sanitaria.

A través una iniciativa de reformas a la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, especifica que la Secretaría de Economía, en coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, asignarán dicho porcentaje.

El documento, turnado a la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, precisa que la Secretaría de Economía convendrá con las entidades federativas y municipios los lineamientos y criterios de aplicación garantizando la transparencia de los recursos. 

También impulsará ante las autoridades competentes instrumentos y mecanismos de acceso a financiamiento e incentivos fiscales en apoyo a las Mipymes, así como los avances y desarrollos tecnológicos y digitalización de los servicios, con el objetivo de promover la competitividad.

Además, promoverá la celebración de acuerdos y convenios con los sectores privado y financiero, entidades federativas, municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, a fin de impulsar programas de apoyo financiero, fiscal y laboral a las Mipymes.

“La importancia de respaldar a las Mipymes radica en que son el motor de la economía del país, representan el 99.8 por ciento de las unidades económicas, generan 52 por ciento del PIB nacional y el 70 por ciento de los empleos formales”, indica.

Subraya la importancia de reforzar a las Mipymes para enfrentar futuras crisis económicas, sanitarias o desastres naturales, intensificar los esfuerzos para su digitalización, aumentar la apertura e inclusividad de las cadenas de suministro, y encaminarlas a ser más sostenibles.

Menciona que según la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (Alampyme) 4.5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas estaban en incertidumbre, y hasta junio de 2020 había pérdidas por alrededor de 30 mil millones de pesos, que podrían totalizar 250 mil millones de pesos, dependiendo de la duración de la emergencia sanitaria.

A su vez, una encuesta de la Asociación de Emprendedores de México, reportó que el 77 por ciento de las Mipymes podrían dejar de operar; 25 por ciento estarían despidiendo personal; 57 por ciento de los microempresarios tuvieron dificultades para pagar a empleados, tres de cada 10 para cubrir sus préstamos y créditos; 40 por ciento de cumplir con sus impuestos; 47 por ciento para cobrar a sus clientes, y 87 por ciento perdió ventas, clientes y nuevos trabajos.

Por ello, considera necesario implementar en el marco jurídico sobre la competitividad de las Mipymes mecanismos para acotar la pérdida de ingresos y limitar los impactos negativos en el mediano plazo.

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