En la Tercera Entrega de la Cuenta Pública 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en el diseño, operación y resultados del programa Jóvenes Construyendo el Futuro.

Entre las principales inconsistencias se encuentran la entrega de becas a Servidores de la Nación, centros de trabajo “fantasma” y bases de datos poco confiables que repercutieron en el padrón de beneficiarios.

La Auditoría aplicó tres procesos de revisión, señalando que en la fiscalización del primer año de implementación del programa, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) no proporcionó datos suficientes, de calidad, confiables y consistentes para poder evaluarlo.

En el 2019, cuando el hoy administrador de Aduanas en el SAT, Horacio Duarte estaba a cargo de Jóvenes Construyendo el Futuro, se otorgó un millón 120 mil 543 becas a personas de entre 18 y 29 años, cifra que representó 48.7 por ciento de los 2 millones 300 mil jóvenes que integraron la población estimada.

Aunque en un inicio al programa le fue aprobado un presupuesto de 40 mil millones de pesos, este modificó su presupuesto y ejerció 23 mil 915 millones 168.5 de pesos.

Tres Auditorías

La primera auditoría de desempeño arrojó que el programa careció durante ocho meses de una unidad responsable formalmente establecida para su diseño, operación y seguimiento.

De igual forma, señala el documento, los lineamientos elaborados para regular su operación cumplieron solo con el 50% de los requisitos obligatorios fijados en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

La STPS que encabeza Luisa María Alcalde diseñó e implementó la Plataforma Digital como principal herramienta de operación, administración y compilación de la información referente al programa, en la cual se concentró la información de becarios y centros de trabajo.

Sin embargo, la dependencia no acreditó los procedimientos para la verificación y comprobación del cumplimiento de los requisitos por los solicitantes para ser becario o participar como centro de trabajo, por lo que “no fue posible comprobar que los registros provenientes de dicho sistema de información fueran confiables, lo que impactó en la integración del padrón de beneficiarios”.

En relación con los beneficios esperados, la dependencia no acreditó contar con métricas, metodologías, indicadores ni metas para determinar en qué medida se incrementó la empleabilidad y la inclusión en el mercado laboral para los jóvenes entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan, que recibieron las capacitaciones acompañadas de beca.

Becas a Servidores de la Nación

En la segunda auditoría de cumplimiento, la ASF detectó deficiencias en la supervisión de los recursos ejercidos, alcanzando los 9 millones 662 mil 800 pesos sin comprobación.

La STPS no validó que se otorgaron “indebidamente” becas a 47 becarios por 507 mil 600 pesos que recibieron ingresos y están registrados como “Servidores de la Nación”, quienes son personal administrativo que auxilia y apoya al gobierno federal para la implementación de los programas sociales de bienestar.

La Secretaría del Trabajo tampoco verificó que 33 mil 909 becarios se encontraron laborando en una dependencia o entidad de la Administración Pública y/o en empresas del sector privado durante el periodo de su capacitación del programa, ni supervisó la ubicación de los becarios en entidades públicas y privadas que tienen desde 40 hasta más de 7 mil becarios.

Centros de trabajo “fantasma”

En la tercera auditoría de cumplimiento, ésta de carácter forense, la ASF determinó que la STPS debe aclarar 57 millones 92 mil 400 pesos debido a que no contó con mecanismos de control y procedimientos para validar y constatar la información y documentación plasmada y adjuntada en la Plataforma Digital del programa por parte de los aspirantes y beneficiarios del programa, así como de quienes participaron como centro de trabajo.

La Auditoría encontró pagos de becas posteriores a la fecha de fallecimiento de becarios y detectó Centros de Trabajo designados para la capacitación abandonados y casos de usurpación de datos de las empresas que realizaron actividades de capacitación por el monto total de 5 millones 396 mil 400 pesos.

De los centros de trabajo localizados por el grupo auditor, no presentaron la documentación justificativa y comprobatoria que soporte la capacitación impartida, además, dos centros de trabajo, por medio de sus representantes legales señalaron no haberse registrado en el programa para participar como centro de trabajo.

“Se constató que no se estableció por parte de la STPS un control ni un procedimiento efectivo en la validación y verificación de los documentos proporcionados tanto por el aspirante a becario como por el centro de trabajo (…) los mismos servidores públicos manifestaron que Jóvenes Construyendo el Futuro se encuentra basado en la confianza”, reportó la Auditoría Superior de la Federación.

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