Ciudad de México.- El Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), aprobó la Recomendación General Número 39 (RG39) un instrumento internacional vinculante para la protección de los derechos individuales y colectivos de las mujeres y niñas indígenas del mundo.
Con esta adopción, la CEDAW obliga a los Estados que la ratifican a desarrollar e implementar de inmediato políticas integrales que protejan de una forma más efectiva, estos derechos y principios de igualdad sustantiva y de no discriminación contra este sector particular de la población.
La RG39 reconoce el derecho de las mujeres y niñas indígenas a la nacionalidad, la educación, el trabajo, la salud, a la igualdad en el matrimonio y las relaciones familiares, a la cultura, la tierra, los territorios y los recursos naturales, a la protección social y a los recursos económicos, a la alimentación, al agua, las semillas y un ambiente saludable, libre y sustentable, además contiene un capítulo específico sobre los efectos de la COVID-19 en la vida de las mujeres y niñas indígenas.
El Fondo Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) y otras redes regionales de mujeres, sintetizaron los mensajes claves de la RG39, aprobados recientemente que puede consultar aquí.
Durante la sesión, Gladys Acosta Vargas, que preside el Comité de la CEDAW, aseguró que “las mujeres y niñas indígenas se ven afectadas de manera desproporcionada por la violencia de género, así como por la desigualdad y la discriminación, y siguen acosadas por un acceso limitado a la justicia, la educación, el empleo digno y la atención médica, simplemente por ser quienes son”.
Durante la adopción, que fue ratificada el 26 de octubre de 2022, el Comité integrado por 23 expertos elegidos, reconoció en la guía aprobada que las mujeres y niñas indígenas también se ven afectadas por formas cruzadas de discriminación, vinculadas al sexo, género, condición indígena y otras características y factores, y pidió la protección de las mujeres indígenas defensoras de los derechos humanos y activistas ambientales.
“La discriminación contra las mujeres y niñas indígenas es inaceptable y todos los estados deben abordarla de manera significativa eliminando todas las barreras estructurales a las que se enfrentan y asegurando que sus derechos individuales y colectivos se respeten plenamente”, ratificó Acosta Vargas.
Un hecho histórico
La RG39 sobre mujeres y niñas indígenas es importante porque si bien los derechos de este sector de la población ya han sido reconocidos en otros convenciones internacionales, éstos han sido violados constantemente, por lo que era necesario un instrumento que los garantizara, de ahí que la Recomendación sea una interpretación de cómo debe ser cumplido el marco internacional vinculante en materia de derechos humanos, y cuál es la naturaleza de las obligaciones de los Estados Partes, aseguró la Presidenta del Comité.
La recomendación significa además, la primera participación histórica de mujeres indígenas que pudieron infundir sus perspectivas en la creación de una jurisprudencia dentro del sistema internacional de derechos humanos y elevar sus prioridades e inquietudes ante la agenda nacional e internacional.
A partir de las contribuciones de organizaciones y expertas, el Comité pudo elaborar una recomendación específica, crear un grupo de trabajo para redactarla y celebrar una consulta para las partes interesadas. Las ONG pudieron brindar información y realizar su aporte al debate. Por lo tanto, la contribución y la participación activa de las mujeres indígenas en el proceso fue sumamente importante.
La indígena quechua Tarcila Rivera Zea, presidenta del FIMI, recordó que el antecedente de la Recomendación fue en 2004, cuando las mujeres indígenas organizadas presentaron una serie de recomendaciones ante el Foro Permanente de Asuntos Indígenas que se llevaba a cabo en Nueva York; su objetivo era que se reconociera que las niñas y mujeres viven especificidades por su procedencia cultural y étnica y sentar un precedente en el entendimiento de los derechos colectivos desde ellas.
La RG39, dijo, deberá impactar a casi 400 millones de mujeres y niñas indígenas en el mundo, por lo que, entre otras cosas, deberá incluir ordenamientos para que se reconozcan la multiplicidad de discriminaciones que viven las mujeres; eliminar las mentalidades racistas y colonialistas en el mundo; recordar a las niñas y mujeres con discapacidad; y que todos los países tengan cifras desagregadas sobre las mujeres indígenas; así como fortalecer su acceso a la participación y representación políticas en la toma de decisiones para garantizar sus derechos e incluir sus experiencias y exigencias en políticas públicas.
Desde el Fondo Internacional de Mujeres Indígenas recibimos con mucha alegría y satisfacción la aprobación por parte del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), de la Recomendación General Número 39, y creemos que los derechos colectivos de las niñas y y mujeres indígenas han sido plenamente recogidos, viene a ser un gran desafío para los Estados Partes su implementación en los escenarios nacionales.