Por primera vez en su historia, Colombia tendrá un gobierno de izquierda, el cual será representado por el senador y exguerrillero Gustavo Petro, quien obtuvo el 50.44% de la votación (11 millones 281 mil 2 sufragios) durante la segunda vuelta electoral.
Con 62 años, Petro dejó atrás al millonario independiente Rodolfo Hernández, quien obtuvo 10 millones 580 mil 399 sufragios (47.34%), lo que representó una diferencia de 700 mil 603 votos.
Durante la campaña, Gustavo Petro prometio un cambio para transformar un país dividido y en crisis, dejando atrás el odio e impulsando una política del amor.
“A partir de hoy, Colombia cambia; un cambio real que nos conduce a algunos de los planteamientos que hemos hecho en estas plazas: la política del amor (…), del entendimiento y el diálogo”, declaró Petro en su discurso de victoria.
“Estamos escribiendo una historia nueva para Colombia, para América Latina”, y declaró que el cambio que impulsará “no es para vengarnos, no es para construir más odios, no es para profundizar el sectarismo de la sociedad.
Los colombianos necesitamos del amor, entendida la política del amor como la del entendimiento”, explicó, y tendió un ramo de olivo a su rival Rodolfo Hernández y al resto de la clase política, a los que invitó a dialogar. Aseguró que en su gobierno “no vamos a utilizar el poder en función de destruir al oponente. Significa que los perdonamos”, expuso, y subrayó: “de este gobierno nunca habrá persecución política ni jurídica”, añadió el presidente electo.
Tras destacar la gran participación de jóvenes y mujeres en la jornada electoral, señaló: “vamos a desarrollar el capitalismo y tener una economía popular que se pueda foralecer a través de la conectividad, de la educación, del crédito barato”, y resaltó que el acuerdo nacional que propone “tiene que ver con reformas que se necesitan, con los derechos fundamentales que no pueden ser letra muerta.
“La paz es que dejemos de matarnos los unos a los otros”, proclamó.
Colombia tendrá su primer vicepresidenta afro
La ambientalista y feminista Francia Márquez, de 40 años, también fue elegida como primera vicepresidenta afro de Colombia.
“Todos nuestros hermanos y hermanas, líderes sociales que tristemente han sido ultimados, a la juventud que ha sido asesinada y desaparecida, a las mujeres que han sido violentadas, a todos ellos que se que desde algún lugar nos están acompañando (…) Les damos las gracias por haber hecho el camino, por haber sembrado la semilla de la resistencia y la esperanza”, declaró Márquez al celebrar el triunfo.
Petro sucederá, a partir del 7 de agosto, al impopular Iván Duque, quien felicitó a su enconado opositor. Hernández también envió un mensaje al próximo presidente. “Le deseo a Gustavo Petro que sepa dirigir el país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción y que no defraude a quienes confiaron en él”, expresó Hernández.
El abanderado del progresista Pacto Histórico conquistó la presidencia con la mayor participación electoral de este siglo: 58 por ciento de los 39 millones habilitados para votar acudieron a las urnas.
En el Congreso Petro cuenta con una importante bancada, pero sin asegurar mayorías.
Retos y desafíos
Entre los principales desafíos están el narcotráfico y la violencia asociada con varios grupos armados que se expanden por todo el territorio.
El mandatario electo se propone robustecer al Estado, transformar el sistema de salud y de pensiones, y suspender la exploración petrolera para dar paso a energías limpias ante la crisis climática.
También anunció que restablecerá relaciones con Venezuela, rotas desde 2019, implementará el acuerdo de paz de 2016 con las extintas FARC y dialogará con el Ejército de Liberación Nacional, la última guerrilla reconocida en el país.
Petro deberá vencer la resistencia de sectores poderosos y de las fuerzas armadas, que todavía le reprochan su pasado como guerrillero del Movimiento 19 de Abril, pese a que firmó la paz en 1990.
Temen que sus reformas afecten la propiedad privada y conduzcan al país hacia un socialismo fallido. En campaña, el gobernante electo se comprometió ante notario a no expropiar bienes, y más adelante aseguró que tampoco reformará la Constitución para quedarse en el poder.
Quizás una de las mayores expectativas está en su relación con los militares, que deberán jurar lealtad a un antiguo adversario en un país traumatizado por un conflicto de seis décadas con la guerrilla.
“La desconfianza entre el presidente y los militares es significativa. Petro deberá seleccionar a un ministro de Defensa que tenga el respeto y la confianza” de las tropas, manifestó a la Afp el analista Sergio Guzmán, de la consultora Colombia Risk Análisis.
Tras un mandato conflictivo al frente de la alcaldía de Bogotá, Petro deberá probar que es capaz de trabajar en equipo para gobernar y alcanzar consensos.
A la cascada de felicitaciones se sumaron los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; Boliva, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Honduras, Xiomara Castro; Panamá, Lauretino Cortizo; Perú, Pedro Castillo; Venezuela, Nicolás Maduro, así como los ex presidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff; Ecuador, Rafael Correa, y Bolivia, Evo Morales, además del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell.
Con información de AFP, La Jornada, EFE y Agencias.