Hablemos de Política
Por Diego Martínez Sánchez
Tras seis años de saqueo, terminó el mandato de Alejandro Murat Hinojosa y con él, uno de los gobiernos más corruptos e ineficientes que ha tenido Oaxaca en su historia.
Murat Hinojosa y su “Modelo Oaxaca”, dejan miles de millones de pesos en deuda y otros miles en presupuestos injustificados, sin obras de trascendencia y con decenas de denuncias por corrupción. Sin embargo, gracias al respaldo del Presidente López Obrador, el exmandatario podría gozar de total impunidad al igual que sus colaboradores, aunque la decisión final recaerá en su sucesor, el morenista Salomón Jara Cruz, quien tras rendir protesta el pasado uno de diciembre, se convirtió en el primer gobernador emanado del Movimiento de Regeneración Nacional y el segundo surgido de un proyecto de oposición.
El primero fue Gabino Cué Monteagudo, quien si bien provenía del Revolucionario Institucional y gran parte del triunfo se debió a la división al interior de ese instituto político; prometió un cambio “radical” en la vida política del estado y la anhelada justicia social para un pueblo tan olvidado. Pero el resultado fue contrario a lo prometido; pobreza, marginación y corrupción, fueron el legado. Un escenario que continuó con la segunda gestión muratista, y que ahora Salomón Jara, jura cambiar.
Desafortunadamente las expectativas no son muy prometedoras, al menos en temas de combate a la corrupción, transparencia y rendición de cuentas. Pilares democráticos que fueron derrumbados y sustituidos por la opacidad, la falta de información y una rapaz corrupción orquestada, operada y protegida desde lo más profundo de la estructura gubernamental. Problema que el próximo gobernador deberá enfrentar, o al menos controlar.
Pero en caso de que Jara Cruz decidiera emprender un verdadero proyecto de transformación y combatir la corrupción sin simulaciones, dicha tarea solo sería posible al contar con un equipo capaz de enfrentar las presiones políticas y económicas. Que no teman el escrutinio público y sobre todo, cuenten con la calidad moral y la capacidad operativa para facilitar toda la información que las autoridades correspondientes necesitan para sancionar a los responsables del evidente saqueo que ha sufrido Oaxaca en los últimos años.
En este sentido, debemos señalar que varios de los perfiles que lo acompañarán al menos en el arranque de su gobierno, no son precisamente referentes de honestidad, por el contrario, varios de ellos representan la antítesis de los valores que pregona el presidente López Obrador: No mentir, no robar y no traicionar. Afortunadamente, algunos y algunas -quizás- podrían marcar la diferencia entre las flores y espinas de la “Primavera Oaxaqueña”.
Por un lado tenemos a personajes como Jesús Romero, cuya carrera política ha estado sustentada en el oportunismo y la traición, además de haber comenzado un pleito interno con su exjefe político, Benjamín Robles Montoya en un intento por quitarle la dirigencia local del PT y otro con personajes muy cercanos al gobernador, evidenciando la ambición del próximo encargado de la política interna desde la Secretaría de Gobierno, espacio que piensa usar como trampolín para saltar al Senado, aunque hay más de uno que ya le tapa el paso.
Otro conflicto que podría iniciar sería con la Secretaria del Trabajo, Edith Santibáñez, pieza de Robles Montoya y una abogada que ha forjado un camino de lucha social y jurídica al lado de los sectores más vulnerables, aunque también ha sido señalada por defender a grupos sociales y organizaciones que han atentado contra la paz pública e incluso, algunos de sus miembros han sido acusados por homicidios y hasta desapariciones.
Lo que nos lleva al área de seguridad, donde el panorama es claroscuro con la designación de Karina Barón Ortiz como titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, dados los nulos resultados que dio durante el tiempo que se desempeñó como Coordinadora Territorial para la Construcción de la Paz en Oaxaca por parte del gobierno federal. Sin embargo, el nombramiento del Capitán de Fragata y excoordinador de las Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina, Iván García Álvarez como Secretario de Seguridad Pública, podría ser un mensaje sobre la estrategia que se implementará en la entidad, la cual se espera de buenos resultados.
Al igual que la Jefatura de Gabinete a cargo de José Antonio Rueda Márquez, uno de los fundadores y creadores ideológicos de Morena. Forjado en el ala más “pura” de la izquierda mexicana, es también uno de los hombres de confianza del Presidente López Obrador y aunque no nació en el estado, lleva casi dos décadas operando en las ocho regiones, pero es hasta hoy que aparece a escena como el responsable de mantener funcionando al gobierno de la Cuarta Transformación.
Para ello también contará -o al menos así se espera- con el apoyo de los “incondicionales” y los leales a Jara Cruz. Entre ellas la Secretaria de Bienestar, Laura Estrada Mauro, quien ya demostró su “fe ciega” al nuevo mandatario, al igual que el titular de la Consejería Jurídica y Asistencia Legal, Geovany Vásquez Sagrero; así como la Secretaria de las Mujeres de Oaxaca, Elisa Zepeda Lagunas, quien ha vivido en carne propia los abusos del patriarcado y la violencia física e institucional, aunque también ha sido señalada por aplicar el “ojo por ojo” en su comunidad, Eloxochitlán de Flores Magón.
A la lista se suman la expresidente de Huajuapan de León y dos veces diputada, Juanita Cruz Cruz desde el Instituto de Planeación para el Bienestar y, Delfina Elizabeth Guzmán Díaz quien incluso antes de ser nombrada oficialmente como Secretaria de Educación Pública; ya enfrentaba las amenazas de la otrora poderosa Sección 22, por lo que será una de las piezas clave para lograr el desarrollo educativo de Oaxaca o al menos, para recuperar la rectoría de la educación en el estado.
Otros dos leales pero que podrían ocasionar críticas en varías áreas, son Saymi Pineda Velasco, Presidenta municipal -con licencia- de San Pedro Pochutla, cargo que obtuvo al traicionar a su antiguo “aliado” y al Partido del Trabajo para jurarle lealtad a Jara Cruz. Y aunque ha demostrado mayor capacidad que muchos de los principales operadores del hoy gobernador, la acompañan diversos señalamientos por posibles vínculos con actividades ilegales en la región de la Costa. Al igual que al próximo Secretario de Administración, Antonino Morales, uno de los funcionarios más cercanos al mandatario, y quien cuenta con un expediente en la Fiscalía General de la República por su supuesta participación en hechos ilícitos. Y aunque ambos han iniciado una campaña mediática para intentar limpiar su imagen, serán los resultados en el cargo lo único que podría cambiar la percepción social y permitirles avanzar, condición que aplica para todo el gabinete, tanto legal como ampliado.
Otra designación controversial y quizás la más cuestionada, es la de Netzahualcóyotl Salvatierra al frente de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable, cargo que también ocupó durante la administración de Gabino Cué Monteagudo, en donde fue señalado por diversas irregularidades. Sin embargo, las denuncias, como a la mayoría de los colaboradores de Cué incluido el hoy gobernador, no le afectaron en nada, por el contrario, tras dejar el puesto regresó a su prolifera actividad empresarial, ampliada en varios rubros, convirtiéndose en uno de los hombres fuertes del sector industrial, junto a personajes como Carlos Slim, entre muchos más que ven con gran interés comercial proyectos como el Interoceánico, el cual se espera compita con el canal de Panamá y en el que el funcionario invertirá gran parte de su itinerario, junto a las carreteras a la Costa y al Istmo que quizás, este sexenio sí sean una realidad.
Aunque todo deberá cuadrar con las proyecciones y negociaciones que se hagan desde la Secretaría de Finanzas, a cargo de Farid Acevedo López, un exitoso empresario fiscalista y consultor, a quien rápidamente se le vinculó con conocidos empresarios factureros y evasores fiscales que operan una compleja red corporativa que incluye prácticamente todos los giros comerciales y que buscan optimizar las ganancias de sus clientes por medio de diversas “estrategias financieras”, servicios que supuestamente, también ofrece la empresa del ahora responsable de las finanzas oaxaqueñas.
Por el lado más amable y esperanzador de la primavera oaxaqueña; tenemos a la Secretaria de Salud, Alma Lilia Velasco Hernández; a la Secretaria de Pueblos Indígenas y Afromexicano, Bertha Ruth Arreola Ruiz; a la Secretaria de Honestidad, Transparencia y Función Pública, Leticia Elsa Reyes López; a la Secretaria de Movilidad, Claudina de Gyves Mendoza; al Secretario de Desarrollo Económico, Raúl Ruiz Robles; al titular de la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural, Víctor López Leyva; a la Secretaria del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable; Karime Unda Harp y, Víctor Vázquez Castillejos, quien será el Secretario de Cultura.
Todos profesionistas, activistas, defensores y expertos en la materia que corresponde a cada área, así como ciudadanos y ciudadanas que al menos ante la opinión pública, han demostrado un compromiso activo con los sectores que hoy tendrán que trabajar codo a codo para hacer realidad la visión de inclusión y desarrollo colectivo que plantea Jara Cruz.
A esta larga lista se sumarán quienes ocupen los cargos medios, direcciones y jefaturas de departamento a lo largo y ancho del gobierno del Estado, el Congreso local y hasta en el Poder Judicial, porque si algo ha dejado en claro Salomón Jara, es que la primavera llegó para quedarse.
Pero la tarea no será sencilla para nadie, tanto por las crisis heredadas como las propias, sobre todo las creadas por los distintos grupos al interior del gobierno de la Cuarta Transformación, que ya iniciaron la pelea por los cotos de poder, muestra de ello es la campaña en contra del Coordinador de Comunicación Social, William Bautista López, quien ha caminado al lado de Salomón Jara durante más de una década y que hoy enfrenta “fuego amigo” para que deje el cargo y lo pueda ocupar personal cercano al Secretario de Gobierno. Ataque que de consumarse, evidenciaría a un gobernador débil y manipulable.
Difícil escenario se vislumbra para que florezca la primavera oaxaqueña, que pareciera tener más espinas que flores. Pese a ello, se le desea éxito en beneficio del estado.
Pues hay varios con malos antecedentes , y estos cuentan mucho para el padecimiento actual . Creo que 6 a 8 meses ya se les verá el cobre. Y ojalá nuestro góber tenga las fuerzas para corregirlos o despedirlos.