CIUDAD DE MÉXICO, 14FEBRERO2017.- Enrique Peña Nieto, presidente de la República, y Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones Exteriores, durante el 50 aniversario de la firma del Tratado de Tlatelolco, acuerdo internacional que establece la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe. FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM

Ciudad de México.– Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y uno de sus principales operadores durante la campaña presidencial, es ahora un testigo colaborador de la administración que encabeza López Obrador y pieza clave en su lucha contra la corrupción.

Tras ser detenido en España y un largo proceso de extradición, Lozoya Austin aceptó colaborar con el Presidente López Obrador y entregar información que incrimina a funcionarios, empresarios, lideres sociales y políticos; diputados, senadores e incluso gobernadores, en actos de corrupción.

Lozoya es acusado de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, sin embargo, logró un acuerdo para ampararse bajo el “criterio de oportunidad” y en dado caso que su testimonio lo valga, librarse de los delitos cometidos.

En sus primeras declaraciones, quien fungiera como enlace de relaciones internacionales durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, reconoce que recibió dinero de la empresa Odebrecht, a cambio de futuros contratos con el gobierno de México, sin embargo responsabilizó a Luis Videgaray Caso.

Lozoya dijo que por órdenes de Videgaray pactó uno de los pagos en la panadería El Globo de Prado Sur, en las Lomas de Chapultepec, con el empresario brasileño Luis Alberto Meneses Weyll.

En ese encuentro el brasileño se comprometió a entregar 4 millones de dólares, de los cuales depositó 3.1 millones en la cuenta off shore Latin America Asia Capital Holding LTD, una cuenta que la Fiscalía ha vinculado con Lozoya.

Añadió que durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, Odebrecht pagó 6 millones de dólares al gobierno federal por el beneficio de contratos y sobornar a legisladores para que votaran a favor de la reforma energética que se aprobó en 2014.

Señaló que el “enlace” designado por Los Pinos era el priista David Penchyna, entonces presidente de la Comisión de Energía en el Senado, quien habría recibido 6 millones de pesos.

Emilio Lozoya también aceptó que pagó sobornos por 52.3 millones de pesos a legisladores del PAN para que aprobaran las reformas del Pacto por México, incluyendo la reforma energética. 

Según la versión de Lozoya, la estrategia estuvo encabezada por el propio presidente Enrique Peña Nieto y por el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

El exdirector de Pemex indicó que Luis Videgaray solicitó enviar 6.8 millones de pesos a Ricardo Anaya, ex candidato presidencial y quien fuera presidente de la Cámara de Diputados cuando se discutió la reforma energética (2013) para convertirse en mayo del año siguiente, en secretario general del PAN.

El dinero habría sido entregado el 8 de agosto de 2014 a una persona, cuya identidad no ha sido revelada.

Otros legisladores señalados por haber recibido sobornos son los senadores Ernesto Cordero, excoordinador de la bancada del PAN, y Salvador Vega.

Así como los hoy gobernadores Francisco Domínguez de Querétaro y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas.

Se mencionó también el senador José Luis Lavalle Maury, quien fue presidente de la Comisión de Administración del Senado y su secretario técnico, Rafael Caraveo, quien habría recibido el dinero.

En respuesta, los panistas Ricardo Anaya, Francisco García Cabeza de Vaca y Ernesto Cordero negaron las acusaciones y exigieron a las autoridades presentar las pruebas.

Cabeza de Vaca emitió un mensaje a través de las cuentas oficiales de su administración, en el que rechazó haber recibido un pago ilegal.

“El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, negó haber recibido el pago de un soborno de parte del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, a cambio de haber aprobado la reforma energética en 2013, cuando se desempeñaba como Senador de la República”, menciona el comunicado.

Además se reconoce que Cabeza de Vaca participó como integrante de la Comisión de Energía, pero que siempre fijó posiciones claras “basadas en el interés nacional y del desarrollo económico de su estado”.

En una carta enviada el diario Reforma, el excandidato presidencial Ricardo Anaya también aseguró que es falso que haya recibido sobornos para aprobar dichas reformas.

“La información contenida es absolutamente falsa. Jamás he cometido un acto indebido. Además de falsa, la información es absurda: nadie me tenía que convencer pues en el PAN llevábamos años impulsando la reforma energética. Yo apoyé la reforma con enorme convicción”, afirmó Anaya.

El excandidato presidencial acusó que los señalamientos sólo buscan “golpearlo” ante el proceso electoral que iniciará este año.

“Parece evidente que se ha roto la promesa de este gobierno, de no usar la justicia con fines políticos. Es claro el interés de golpearme, nuevamente, en el contexto del proceso electoral que está por iniciar. Por el bien de México, es importante que se haga justicia y se conozca toda la verdad”, expuso.

Por medio de su cuenta de twitter, el exsenador panista Ernesto Cordero negó las acusaciones y aseguró que no tienen “sustento ni pruebas”.

“Siempre he actuado con legalidad en las responsabilidades que he desempeñado como servidor público”, escribió Cordero.

Tras su llegada a México proveniente de España hace una semana, Lozoya fue hospitalizado por un supuesto cuadro de anemia, el cual aparentemente continúan atendiendo.

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