- Se trata de un proyecto presentado por India y Sudáfrica que actualmente es objeto de debate en la Organización Mundial del Comercio. Implicaría un aumento de la producción y una baja de los precios de los inmunizantes y medicinas contra el coronavirus
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, apoyó el viernes la propuesta de que se suspendan las patentes de vacunas, tratamientos y otras herramientas sanitarias contra la COVID-19, que se debate esta semana en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Es el momento de usar todas las herramientas que tengamos para poder aumentar la producción, lo que incluye la transferencia de licencias y la exención de los derechos de propiedad intelectual. Es ahora o nunca”, subrayó Tedros en rueda de prensa.
El máximo responsable de la OMS dio este apoyo a tres días de que se debata nuevamente en el Consejo General de la OMC esa iniciativa, lanzada en octubre por India y Sudáfrica y que durante meses ha encontrado oposición entre muchos de los países donde tienen su sede las grandes farmacéuticas.
Entre ellos se encuentran Estados Unidos, Australia, Noruega, Suiza, Brasil, Canadá, Japón, Reino Unido y los estados de la Unión Europea.
De aprobarse, la exención permitiría que copias de vacunas, tratamientos, pruebas de diagnóstico y otros fármacos contra la COVID-19 puedan empezar a producirse en otros países, a gran escala y precios inferiores.
Tedros también pidió el viernes a los países más avanzados que reduzcan o eviten más acuerdos unilaterales de compra de vacunas con las farmacéuticas, especialmente aquéllas dentro del programa COVAX de distribución de dosis en todo el mundo (como AstraZeneca o Pfizer, aunque el director general no aludió directamente a ellas).
“Comprendo que los gobiernos tengan la obligación de proteger a los suyos, pero la mejor forma de hacerlo es suprimir el coronavirus al mismo tiempo en todas partes”, argumentó.
El miércoles, los gobiernos de México y Argentina llamaron a que ningún país de América Latina se quede sin acceso a las vacunas contra el covid-19, en una declaración conjunta emitida tras la visita del presidente argentino, Alberto Fernández.
“La pandemia por COVID-19 ha puesto en evidencia la importancia de mantener a América Latina y el Caribe, fuerte, unida y solidaria, donde ningún país de la región quede excluido del acceso universal, justo, equitativo y oportuno a medicamentos, vacunas e insumos médicos”, dice el documento, en línea con la declaración de la OMS.
Ambos gobiernos agregaron que continuarán colaborando “para que la región logre la autosuficiencia en la producción de vacunas y que éstas sean consideradas como bienes comunes globales, así como sus patentes”.
En la misma línea se expresó esta semana el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, quien apoyó declarar las vacunas contra el covid-19 como un bien global.
Consultado en conferencia de prensa sobre si la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera la propuesta argentina viable, Barbosa recordó que este debate entre la propiedad intelectual y las necesidades de salud pública no es nuevo entre los países.26/02/2021 Costa de Marfil recibe las primeras vacunas contra la COVID-19 bajo el mecanismo COVAX. POLITICA ESPAÑA EUROPA MADRID INTERNACIONAL TWITTER @UNICEF
“Creo que siempre es importante una posición como esta, de Argentina, de muchos países de la región, de buscar considerar una herramienta tan importante como una vacuna para una pandemia como un bien público global”, señaló. “Esa preocupación es muy importante”, reiteró.
La actual crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19 ha convertido a muchos países, especialmente los más pobres, en “rehenes” de farmacéuticas, que imponen precios, plazos de entrega de dosis y hasta exigen inmunidad legal, denunciaron el jueves en una rueda de prensa representantes de varias ONG.
”Muchos gobiernos latinoamericanos, por ejemplo, están a merced de las compañías farmacéuticas, y se ven obligados a aceptar cualquier condición”, lamentó al respecto el coordinador de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Brasil, Felipe De Carvalho.
La abogada de derechos humanos Fatima Hassan, de la Iniciativa para una Justicia Sanitaria, agregó que estos países “tienen que aceptar una distribución limitada, una escasez creada artificialmente, pagar los precios que les pidan y encima de eso permiten el secretismo y acuerdos que eximen de responsabilidad”.
Una persona es vacunada en Nueva York (EE.UU.). EFE/Justin Lane/Archivo
De Carvalho subrayó que esta situación ha provocado que en países como Brasil o México se hayan tenido que interrumpir las campañas de vacunación por falta de dosis, que el Gobierno brasileño haya pagado precios más altos que sus homólogos europeos por las vacunas de AstraZeneca, o que las farmacéuticas hayan pedido a Argentina cambiar sus leyes a cambio de distribuir sus vacunas.
Esto, advirtieron, está dándose en regiones que tienen algunas de las tasas de mortalidad por COVID-19 más altas del planeta, como Latinoamérica o África, donde muchas redes sanitarias y hospitales están en colapso y muchos trabajadores del sector, exhaustos, no tienen perspectiva de poder ser vacunados a corto plazo.
Con información de EFE y AFP