Por Diego Martínez Sánchez
Oaxaca.- Este sábado 27 de noviembre, el Movimiento de Regeneración Nacional en Oaxaca redefinirá su proceso de selección del Candidato o la Candidata que los representará en el próximo proceso electoral para renovar la gubernatura del estado.
Esto tras las quejas interpuestas por varios aspirantes que fueron descartados de la encuesta interna, por una decisión que ha sido calificada de arbitraria, por parte de los Consejeros Nacionales de Morena, quienes eligieron solo a cuatro de los 18 contendientes para ser tomados en cuenta como precandidatos oficiales.
En un inicio se eligió a los Senadores Salomón Jara Cruz y Susana Harp Iturribarría, así como a los Diputados Federales Armando Contreras e Irma Juan Carlos, ambos considerados como parte de una simulación que buscaba dar legitimidad al proceso, en donde de acuerdo a los propios morenistas, se impondría a Harp Iturribarría.
No obstante, ante la división que generó dicha decisión, se optó por abrir el proceso a más participantes, quienes conocerán este día su posición en los estudios demográficos realizados por el partido del Presidente López Obrador, sin embargo, algunos definieron su apoyo al primer momento de darse a conocer la lista de precandidatos, mientras que otros aceptaron sus pocas posibilidades en la contienda.
Como el Diputado Daniel Gutiérrez, quien mostró su respaldo a Susana Harp, al igual que el gobernador priista, Alejandro Murat Hinojosa.
O el actual presidente municipal capitalino, Oswaldo García Jarquín, cuyo registro en sí, fue una burla. A él se suman Francisco Calvo Dorantes, Carlos Leonardo Espinosa, Erik Maldonado, Cuauhtémoc Pérez y Ulises Victoria Nolasco, personajes prácticamente desconocidos.
También quedarían fuera los antiguos dirigentes de la “izquierda” oaxaqueña como Leopoldo De Gyves y Hector Sánchez, quienes no consiguieron la respuesta esperada.
A la lista de desechables se deberá sumar a Luis Antonio Ramírez Pineda, cuyo único “mérito” es ser hijo del exgobernador priista Heladio Ramírez López, y haber sido recompensado con la dirección del ISSSTE gracias al apoyo que brindó su progenitor a la campaña de López Obrador.
Por otro lado quedan Alberto Esteva Salinas, el alfil del canciller Marcelo Ebrard y aunque la dirigencia local lo ha intentado bloquear, el apoyo que recibe desde la esfera nacional, así como el creciente respaldo social, podrían colocarlo en una posición privilegiada.
En el caso de los candidatos de partidos aliados como Raúl Bolaños Cacho Cué, del Partido Verde, o Benjamín Robles Montoya del PT, ambos podrían participar en el sondeo, sin embargo, la cercana relación del primero con la familia Murat anula sus aspiraciones, aunado a la falta de preparación y capacidad que ha demostrado en cada cargo ocupado; en el caso de Robles Montoya, su capital político propio es prácticamente inexistente, lo que limita ampliamente sus posibilidades.
Pese a este escenario de división y confrontación al interior de Morena, el partido del presidente se coloca como el mejor posicionado para ganar la gubernatura de Oaxaca, pero todo podría cambiar si la selección del Candidato o Candidata no genera la unidad necesaria para la contienda.