Actualmente se avanza en la construcción de los tramos 2, 4 y 6 al igual que en el tramo 5 pese a la suspensión. 

El Tren Maya, uno de los proyectos insignia del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se presentó como un detonador económico y cultural para el sureste del país, prometiendo un impulso al comercio, al turismo y un desarrollo supuestamente sustentable.

Sin embargo, al igual que la Refinería Olmeca en Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, está muy lejos de cumplir con ello. Por el contrario, las demoras, incrementos en costos y las constantes violaciones a las leyes y normas, se convirtieron en un obstáculo que ha sido aprovechado por los grupos de oposición no solo para criticar a la administración federal, también para evidenciar la falta de planeación y el abuso de autoridad. 

Esto les ha permitido detener en reiteradas ocasiones los trabajos por la vía legal, provocando importantes retrasos y sobrecostos. Así como la molestia del mandatario federal, a tal grado que decidió declarar la obra como asunto de Seguridad Nacional. 

Con ello, el presidente confía que podrá detener “la ola” de amparos que se han presentado contra el proyecto, principalmente por violar disposiciones medioambientales, afectar zonas arqueológicas o invadir propiedad privada. 

Estas denuncias han sido calificadas por el mandatario como “un asunto politiquero”, calificando a varios de los inconformes como “pseudoambientalistas” quienes asegura son financiados por grandes empresas e incluso, por gobiernos extranjeros, particularmente el de Estados Unidos.  

“Llegan de la Ciudad de México y de otras partes del país pseudoambientalistas financiados por el gobierno de Estados Unidos y nos promueven estos amparos, entonces se recurre a un procedimiento que establece la ley que es declarar esta obra de seguridad nacional, por muchas razones, porque está interviniendo un gobierno extranjero, porque se está perdiendo dinero de la Hacienda Pública, dinero del pueblo, porque es una obra prioritaria, porque se están aplicando tácticas dilatorias, porque no hay justicia expedita”, denunció el Presidente desde Palacio Nacional.  

Los Amparos 

Desde el inicio del proyecto diversas organizaciones, activistas, empresas y hasta políticos, denunciaron la falta de un proyecto ejecutivo que garantizara que los trabajos no afectarían el medio ambiente y los ecosistemas en la zona.

Sin embargo, el gobierno federal había encontrado la forma de sortear los obstáculos legales que se le presentaban, argumentando conspiraciones, intereses empresariales y por supuesto, económicos, que se verían afectados al diversificar la oferta turística de la región y permitir una mayor dinámica económica en beneficio e las comunidades. 

Sin embargo, desde marzo de este año, el colectivo “Sélvame del Tren” denunció que el Gobierno no contaba con una manifestación de impacto ambiental (MIA) del tramo 5 del Tren Maya, y que la construcción ya estaba afectando los ecosistemas. 

A través de una campaña mediática que incluyó la participación de varios miembros del espectáculo, los reclamos llegaron al presidente, quien convocó a una reunión en Palacio Nacional, pero esta invitación fue cancelada al no encontrar una respuesta favorable por parte de los personajes más visibles del movimiento. 

No obstante, las denuncias continuaron hasta que el 30 de mayo, un juez de Yucatán concedió la suspensión definitiva para detener las obras en el tramo 5 del Tren Maya al reconocer que no cuenta con una Evaluación de Impacto Ambiental, misma que tenía que estar lista antes del inicio de la obra.

No obstante los trabajos continuaron desacatando el mandato judicial. Por lo que el gobierno fue acusado de “ignorar la ley”, hecho que el presidente negó. 

“No hay ningún problema legal, lo que se está haciendo es darle continuidad a una obra pública importantísima que fue sujeta a una consulta de todos los habitantes, se hizo consulta con todos y todos estuvieron de acuerdo, la mayoría, y se ha cumplido con todos los procedimientos”, aseguró al celebrar que el Tren Maya fuera considerado como un asunto de Seguridad Nacional. 

El 25 de julio pasado, el juez a cargo del caso recibió la Manifestación de Impacto Ambiental (IMA) elaborada por el gobierno federal. Sin embargo, informó que la suspensión judicial se mantendrá hasta que todo el amparo sea resuelto. 

Esto generó la molestia del presidente, quien criticó la tardanza de los tribunales.

“No resuelven y paran la obra ya tres meses, cuando toda la gente está de acuerdo y los dueños de los terrenos por donde va a pasar el tren están dando todos su anuencia, los campesinos, los propietarios, todos”, aseguró López Obrador al denunciar que detrás de este proceso de amparos están el empresario Claudio X. González; el exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nacional (SCJN), José Ramón Cossío; y la directora de Mexicanos Contra la Corrupción, María Amparo Casar. 

“Se sienten dueños del país y promovieron todos los amparos en contra del Tren Maya con el objetivo de parar la transformación del país”, espetó en una de sus polémicas conferencias matutina. 

López Obrador también acusó que existen filtraciones dentro del Gobierno federal para frenar el proyecto.

Hay mucha filtración de información. Sabían que se iba a tomar un acuerdo, la vez anterior, y media hora antes presentan recursos de amparo. Media hora antes de que se hiciera valer el acuerdo, interpusieron (el amparo). ¡Es una conspiración!”, declaró desde Palacio Nacional.

Injerencia extranjera 

Al explicar por qué el Consejo de Seguridad declaró al Tren Maya como obra de seguridad nacional, el presidente López Obrador afirmó que existe una intervención de Estados Unidos para detener el proyecto. 

“Se recurre a un procedimiento, que establece la ley, que es declarar esta obra de seguridad nacional ¿Por qué? Porque está interviniendo un gobierno extranjero” aseguró el mandatario.

Aunque también reconoció que la decisión se tomó por la carga financiera que está representando para la hacienda pública. 

Además, es una respuesta ante las “tácticas dilatorias” de sus opositores y a la ausencia de una “justicia expedita” por parte del Poder Judicial. 

Para saber:  

Con un recorrido aproximado de 1,550 kilómetros a través de 21 estaciones y 14 paraderos,  el Tren Maya conectará a cinco estados del sureste mexicano: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Comprendiendo los tramos: 

Tramo 1: Palenque – Escárcega (228 km aproximadamente)

Tramo 2: Escárcega – Calkiní (235 km aprox.)

Tramo 3: Calkiní – Izamal (172 km aprox.)

Tramo 4: Izamal – Cancún (257 km aprox.)

Tramo 5 Norte: Cancún – Playa del Carmen (49.8 km aprox.)

Tramo 5 Sur: Playa del Carmen – Tulum (60.3 km aprox.)

Tramo 6: Tulum – Bacalar (254 km aprox.)

Tramo 7: Bacalar – Escárcega (287 km aprox.)

La proyección inicial estipula que la obra se termine para diciembre de 2023. 

¿Expropiación?

Aunque el presidente López Obrador ha asegurado que todos los dueños de los terrenos en donde pasará el Tren Maya han dado su consentimiento. Han surgido diversas denuncias por un proceso de expropiación de más de ocho predios que conforman una superficie superior a los 165 mil metros cuadrados, por medio de un decreto de protección fronteriza a favor del megaproyecto.

Tren Maya viola el T-MEC: EU 

La representación Comercial de Estados Unidos (USTR), advirtió sobre una posible violación al T-MEC con la construcción del Tren Maya, argumentando que de no contar con las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) los efectos de la obra en lo que respecta a la protección y conservación de la vida silvestre del sureste mexicano, podrían ser devastadores. 

De acuerdo con la representación Comercial de Estados Unidos (USTR), el Tren Maya podría violar el Tratado Comercial entre México, USA y Canadá (T-MEC) en el capítulo de medio ambiente, ya que de no contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) la obra podría afectar el equilibrio ecológico de la zona, provocando daños irreversibles.  

Indemnización 

Al declarar la obra como asunto de seguridad nacional, será la SEDENA quien se encargue de su edificación, por lo que la empresa que mantenía la concesión del tramo 5, en este caso Grupo México de German Larrea, tendrá que ser indemnizada por cancelar un contrato con valor de 15 mil 400 millones de pesos (753 millones de dólares). 

Aunque aún no se sabe de cuánto sería dicha indemnización. 

Costo aumenta hasta 70% 

El presupuesto inicial para la construcción del Tren Maya era de 11.8 mil millones de dólares, sin embargo, de acuerdo a estimaciones del gobierno federal, podría costar hasta 20 mil millones de dólares, un aumento de casi el 70%. 

Este aumento obedece tanto a las demoras jurídicas provocadas por los amparos, como a un aumento global en las materias primas y costos de transportación. Aunado a los contantes cambios y adecuaciones que se han tenido que hacer en diversas rutas del trazo original, principalmente por imprevistos como afectaciones a zonas arqueológicas, cenotes, reservas naturales, así como por el rechazo de algunas comunidades indígenas de la región.  

Trabajos continúan 

Actualmente se avanza en la construcción de los tramos 2, 4 y 6 al igual que en el tramo 5 pese a la suspensión. 

Otros Datos

A través del programa Sembrando Vida, se han reforestado más de 450 mil hectáreas con 450 millones de árboles maderables y frutales en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. En esta labor participan 180 mil 86 campesinas y campesinos de la región.

El programa de Pago por Servicios Ambientales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reporta 340.4 millones de pesos invertidos, que implican la conservación de 192 mil 93 hectáreas.

Se han creado  tres áreas naturales protegidas en los cinco estados por los que pasa el proyecto Tren Maya: Calakmul II, Parque Nacional del Jaguar y Nuevo Uxmal. Además, se intervendrán 7.5 hectáreas para el desarrollo del Parque La Plancha, un nuevo espacio público en Mérida, Yucatán.

En cuanto al salvamento arqueológico en la región, se lleva a cabo la más importante investigación en la materia, la cual incluye la intervención de más de 3 mil vestigios y 500 mil tiestos de cerámica, entre las que destacan vasijas con escritura antigua; pinturas rupestres y templos.

Artículo publicado en la Revista POLIGRAFO, Política Gráfica Objetiva de Julio. Descarga gratis.

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