Pablo Ramírez Puga.
Ancestralmente los pueblos originarios han sido esenciales para el desarrollo y destino de una modernidad, que sigue sin encontrar acomodo ni demostrar pleno respeto a sus más esenciales necesidades.
Sin embargo, los pueblos originarios de nuestro país siguen conservando costumbres, que, aunque el paso del tiempo les ha dado otro sentido, como sucede con nuestra cultura y tradiciones que manifestamos, por ejemplo, en nuestra Guelaguetza; así como ejercicios de gobierno muy certeros que conservan su autodeterminación a pesar de sujetarse a las formas políticas que hoy tienen el poder en nuestro país.
También el tequio, como servicio comunitario, es un ejemplo de ello, así como el servicio social reflejo de una responsabilidad ineludible y consignada por el consenso de los pobladores, lo que da más legitimidad que los cargos obtenidos a través de las elecciones entre partidos políticos.
La democracia de los pueblos, así, tiene más fuerza que la de la partidocracia nacional.
Ante ello, el desarrollo de las entidades en nuestro país, cada vez más se supeditan a los intereses de los lugareños, ponderando una responsabilidad que generalmente había recaído en las secretarías generales de gobierno de los estados o en la Secretaría de Gobernación Federal (SEGOB).
Hoy existe otra instancia que, poco a poco, está asumiendo un papel conciliador y de coadyuvante en la solución de conflictos agrarios, de límites y políticos, me refiero al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), actualmente encabezado por el oaxaqueño, Adelfo Regino Montes, una dependencia que ha venido trabajando en ésta 4T, para la estabilidad y desarrollo de los pueblos, sobre todo en entidades en donde la propiedad agraria y los límites entre demarcaciones son fundamentales para el trazo de carreteras y de desarrollos que cambiarían la paz y la prosperidad de los pueblos originarios.
Así está sucediendo en toda la república y por supuesto en Oaxaca, como sería en los casos del conflicto de límites entre San Vicente Coatlán y Sola de Vega que tiene parada la supercarretera a la Costa o la inminente militarización y desarrollo entorno al Corredor Interoceánico que ya advierten activistas oaxaqueños y que muchos de ellos manipulan para obtener prebendas y canonjías embarullando y manipulando la buena fe de los lugareños en complicidad con autoridades municipales, estatales y federales, aprovechándose de la ignorancia y desconocimiento de procedimientos judiciales y amañadas “mesas de diálogo” que sólo sirven para ganar tiempo o generar amasijos entre pseudo líderes y funcionarios de gobierno.
¡Claro que habrá sus excepciones!, empero, la mayor de las veces los conflictos sociales son generados por la concupiscencia entre los intermediarios de los problemas, dando origen a reacciones violentas como sucede en Guerrero y Michoacán con las llamadas “autodefensas” o lo que ya empezaron a hacer comuneros en los Coatlanes o activistas alrededor del Tren Interoceánico ante la supuesta amenaza de la militarización de la zona, que pudiera ser una alternativa para inhibir la posible presencia de los cárteles de la droga y de la delincuencia organizada en esa vía de desarrollo.
Ante tal problemática, ¿Se rebelarán los pueblos originarios contra “el progreso y el aprovechamiento” de sus propiedades ancestrales?
Sin duda, estamos ante un tema de vital importancia, que por un lado representa desarrollo y beneficios económicos para las regiones, pero por el otro, representa inestabilidad social, sobre explotación, corrupción, inseguridad y violencia.
De ahí que una instancia como el INPI y quienes aplican las leyes y gobiernan, tienen un gran reto que atender, porque de ellos depende la paz social y un desarrollo equitativo de los pueblos.
Oaxaca, está ante ese gran reto que, hasta ahora, sólo ha generado ingobernabilidad, propiciada la mayor de las veces por la incapacidad y contubernio de los tres niveles de gobierno. Encrucijada que tendrá que definirse y atenderse con diligencia y prontitud para crear plataformas de desarrollo comunitario con justicia y equidad.
Remato este escrito con un pensamiento del célebre escritor francés, Francois de La Rochefoucauld: “El amor a la justicia no es en la mayoría de los casos sino el temor a sufrir injusticia”.
RECORTES:
.- “GANADOR” Y “PERDEDORES” de las pasadas elecciones de Gobernador del Estado, andan en gira… Mientras Salomón Jara deambula “agradeciendo” que votaron a favor de AMLO, perdón, de él; recorre gran parte del estado para entretenerse mientras le entrega la estafeta el creador del “modelo Oaxaca”, otro perdedor que cree que se ganó una candidatura presidencial y que también anda de gira, éste publicitaria, por toda la república… El otro “perdedor”, Alejandro Avilés, lleva a cabo una gira recolectora de adeptos para revivir al PRI en el estado, sentándose a tomar café, mezcal o unos tacos, con quien se deje “cachondear”, utilizando ese lenguaje político “chingón” que le caracteriza y que lo mide en su exacta dimensión política… Así pues, la grilla devaluada de Oaxaca vive su peor crisis política…
.- LA COSTA, COMO PUNTO NEURÁLGICO del paso del narcotráfico está dando muestra de la purulencia delictiva que la asola… Ya es el segundo lugar en feminicidios con 22 asesinatos de mujeres; muy cerca del Istmo, que cuenta con 24… Los hechos violentos son ya recurrentes en Putla, Pinotepa, Puerto Escondido, Pochutla y Huatulco y las autoridades municipales se muestran incapaces para enfrentar a la delincuencia, por lo que muchos munícipes se hacen “de la vista gorda” o se coluden con la delincuencia… ¿Qué hace la SSPO al respecto?…
.- LOS MORENOS SE DICEN TRANSFORMADORES del México actual, sin embargo, sólo han mutado en otro PRI… Sus propios miembros califican como “un cochinero” su pasada elección interna de consejeros…
.- Vox clamantis.
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