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Aunque cada uno de estos cánceres hematológicos tiene sus propias particularidades, el reconocimiento de los síntomas en etapas iniciales y el diagnóstico oportuno son fundamentales para que los pacientes reciban el mejor tratamiento y mejoren su calidad de vida.

  •  En México, el linfoma es el sexto tipo de cáncer más común, mientras que la leucemia ocupa el séptimo lugar en mortalidad por patologías hemato oncológicas[1].
  • El reconocimiento de los síntomas en etapas iniciales y el diagnóstico oportuno son fundamentales para que los pacientes reciban el mejor tratamiento.
  • Roche se une a los esfuerzos por sensibilizar a la población sobre la importancia del diagnóstico oportuno para reducir el impacto de estos padecimientos.

En el marco del mes de la concientización de los cánceres hematológicos, Roche se une a los esfuerzos por sensibilizar a la población sobre el impacto de estos padecimientos, la importancia de contar con un diagnóstico temprano y una atención oportuna.

Los cánceres hematológicos son padecimientos que se originan en la sangre, la médula ósea y los ganglios linfáticos. Los tipos más comunes incluyen la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple[2].

En México, la leucemia y el linfoma son los dos tipos de cánceres hematológicos que más afectan a la población[3].

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta a los linfocitos, o glóbulos blancos, que son esenciales para combatir cualquier tipo de infección en el cuerpo. De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, es el sexto tipo de cáncer más común, después del cáncer de mama, cervicouterino, pulmón, próstata y colon.[4] Sus subtipos se agrupan en linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin (LNH).

El LNH constituye la forma más frecuente de esta enfermedad, se encuentra en 4 de cada 5 pacientes, y agrupa a más de 60 subtipos de cánceres[5]. Pueden ser clasificados en linfomas agresivos o indolentes, de acuerdo con la rapidez con la que se desarrollen. Los LNH más comunes son el linfoma difuso de células B grandes (DLBCL), que es un tipo de linfoma agresivo; y, el linfoma folicular, que es un tipo de linfoma indolente.

Dada la diversidad de subtipos que presenta, el diagnóstico de los linfomas sigue siendo un reto. Por ejemplo, en el caso del linfoma folicular, el 80% de los pacientes que lo padecen fueron diagnosticados en etapas avanzadas de la enfermedad, debido a que su avance es gradual y no suele presentar signos de alarma en las primeras etapas[6].

Los múltiples subtipos del linfoma también provocan que el tratamiento y el pronóstico varíen mucho. Los pacientes viven con constante temor ante una posible recaída, lo que genera repercusiones emocionales en los pacientes y sus familias. Los medicamentos de Roche han contribuido a mejorar el tratamiento de los linfomas y los resultados de los pacientes; además, varios de ellos se consideran parte del tratamiento habitual de diferentes tipos de linfomas.

Dos áreas clave de enfoque de Roche son el linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) y el linfoma folicular (LF). En el caso del LDCBG, el objetivo de Roche es aumentar la probabilidad de respuesta duradera para las personas recientemente diagnosticadas con la enfermedad y proporcionar tratamientos que mitiguen la probabilidad de recaída. En el caso del LF, la finalidad es ayudar a los pacientes a alcanzar remisiones duraderas, incluso después de varias líneas de tratamiento, y minimizar los efectos que tiene el tratamiento en su vida cotidiana.

Otro tipo de cáncer hematológico es la leucemia, que se origina en la médula ósea y afecta a los tejidos y células que conforman la sangre. En México, este padecimiento afecta de manera significativa a la población infantil, pues representa el 50% de los casos de cáncer en este segmento de la población. En 2020, ocupó el séptimo lugar en mortalidad por cáncer, con más de 4 mil defunciones y registró casi 7 mil nuevos casos[7].

En este escenario, diversos organismos, autoridades y asociaciones se suman al llamado para mejorar la atención de este padecimiento, diagnosticar oportunamente y atenderlo con asertividad, en el marco del Día Mundial de la Leucemia, el próximo 22 de septiembre.

Aunque cada uno de estos cánceres hematológicos tiene sus propias particularidades, el reconocimiento de los síntomas en etapas iniciales y el diagnóstico oportuno son fundamentales para que los pacientes reciban el mejor tratamiento y mejoren su calidad de vida.

“Durante más de 20 años, nos hemos esforzado por marcar una diferencia para las personas que sufren de linfoma, cuyas opciones de tratamiento actuales son limitadas. En Roche, continuamos invirtiendo en el desarrollo de terapias innovadoras que satisfagan las necesidades de los pacientes y les otorguen los mejores resultados después de un diagnóstico de linfoma”. Señaló el Dr. Edgar Romero, líder médico para hematología en Roche México.

Roche reconoce que en este camino, la investigación y la comprensión de estas complejas enfermedades son los mejores aliados para ofrecer mejores alternativas diagnósticas y avances en los tratamientos, que permitan mejorar significativamente la calidad de vida y sobrevida de los pacientes con padecimientos oncohematológicos.

De este modo, como parte de su compromiso por mantener a los pacientes como el centro de sus prioridades, Roche sostiene una amplia colaboración de la comunidad médica, asociaciones e instituciones para redefinir los estándares de tratamiento. Además de ser pionero en nuevas terapias, continúa buscando soluciones más allá de la medicina, como el apoyo al acceso generalizado a los tratamientos, para poder ayudar a la mayor cantidad de personas con linfoma a recibir la mejor atención posible.

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