El hijo del periodista tiene daños severos en los ojos causados por la tortura, existiendo el riesgo que pueda perder uno de ellos.

“¿Que si temo por la vida de mi hijo?, claro que sí y de la mía también, saben todos sus datos, los de mi familia y conocidos, le hicieron desbloquear su teléfono, le quitaron sus identificaciones”.

Oaxaca se ha convertido en uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo y el activismo; crisis que aumenta con la impunidad que impera en cada uno de los casos. Así como la posible complicidad de autoridades.

El pasado miércoles 14 de diciembre, un joven fue “levantado” por aparentes agentes de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), la víctima fue privada de su libertad y torturada a bordo de un vehículo, para después ser abandonado en inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Oaxaca. 

La agresión, documentada en varias cámaras de video vigilancia que se encuentran en la zona, fue en contra del hijo del periodista  Froylán Méndez Ferrer, quien ha sido un crítico del gobierno estatal que encabeza Salomón Jara Cruz, señalando diversos actos de corrupción por parte de sus funcionarios.

En un video, que deberá formar parte de la investigación, se observa que por varios minutos los supuestos “ministeriales” interrogan en la vía pública al joven F.M.G. Un vehículo sedán blanco, un bimotor y uno más del servicio público de transporte estarían involucrados. 

Dichas escenas también deberían de estar documentadas en las cámaras del C4 ubicadas en el crucero de San Antonio de la Cal (con alta definición) ya que están situadas a unos metros del lugar del levantón. 

El joven universitario relata los momentos de terror que pasó cuando los hombres armados de aspecto “ministeriales” a punta de pistola lo interrogaron e inspeccionaron sus pertenencias haciéndole preguntas sobre su persona, origen, actividad, una unidad de motor y el paradero de alguien relacionado con la Corporación Oaxaqueña de Radio Y Televisión (CORTV). 

En varias ocasiones el estudiante pensó que perdería la vida por cómo fue tratado, paro “afortunadamente”, fue tirado semi inconsciente al lado del Río Salado a la altura del puente que comunica al Aeropuerto. Tras recuperar la conciencia, caminó ensangrentado para pedir auxilio a los elementos policiacos adscritos al aeropuerto Internacional quienes, junto a fuerzas federales, le brindaron apoyo para contactar a sus familiares y ser trasladado a la Cruz Roja donde recibió una precaria atención. 

Al igual que en la Fiscalía, donde el Ministerio Público no quiso remitir el caso al área de Alto Impacto, limitándose a establecer la agresión, el secuestro y la tortura; a solo robo y lesiones. 

El hijo del periodista tiene daños severos en los ojos causados por la tortura, existiendo el riesgo que pueda perder uno de ellos. El rostro lo tiene severamente golpeado y requirió de puntos de sutura en la cabeza, además, presenta daños psicológicos que le generan episodios de crisis nerviosa, situación que fue atendida en el Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que en la Cruz Roja solo le cobraron por el certificado médico para presentarlo en la fiscalía, sin revisar las lesiones a profundidad. 

Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) a cargo de Arturo Peimbert, emitió un comunicado señalando que “luego de realizar una revisión de las órdenes de trabajo giradas para elementos de diferentes instancias de la FGEO, se descartó que alguno de los trabajadores de esta institución participó materialmente en la comisión de los delitos contra la víctima”. Como si los actos de tortura y los secuestros, se registraran en una bitácora oficial. 

No obstante, el mismo texto indica que “se giró la orden para investigar si algún trabajador de cualquier nivel de la Fiscalía estuvo involucrado en estos hechos delictivos por los cuales ya se inició la carpeta de investigación correspondiente”. 

En respuesta, el comunicador mencionó que hay sospechas de encubrimiento a elementos. Ya que si bien la Institución de procuración de justicia se puso en contacto con la familia tras la denuncia pública de los hechos; el MP no tomó su declaración completa ni brindó real acompañamiento, tratando de minimizar la agresión. 

“No es posible que no le tomaran bien su declaración cuando él describe a detalle los hechos, esperemos las cámaras del C4, eso nos dará más evidencias de los responsables. También está la incógnita de la persona que buscaban relacionada con CORTV y los informes del área de seguridad del Aeropuerto, en toda esa zona existen cámaras de la policía y de particulares” sostuvo el periodista.

“Claró que existe la posibilidad que esta agresión no sea por mi ejercicio periodístico, aunque hace dos años fui levantado y amenazado por mi actividad en límites con Puebla y la denuncia no fue aceptada aquí en Oaxaca, por lo que la tuve que presentar en Puebla. Esto no minimiza la gravedad del caso, si es que elementos “activos o no” de la agencia ministerial participaran en el levantón, mi hijo carga una identificación como colaborador de prensa” indicó Méndez Ferrer.

“¿Que si temo por la vida de mi hijo?, claro que sí y de la mía también, saben todos sus datos, los de mi familia y conocidos, le hicieron desbloquear su teléfono, le quitaron sus identificaciones”.

“Esperamos tener una audiencia con el Fiscal, además de pedir medidas cautelares y se haga justicia si es que participaron sus subordinados” agregó Méndez Ferrer, quien apuntó que confiará en que la fiscalía y su titular Arturo Peimbert Calvo contribuyan a “garantizar el estado de derecho, mediante la investigación con estricto apego a la ley y respeto a los derechos humanos, aplicando principios de legalidad, objetividad e imparcialidad; buscando satisfacer los intereses de la sociedad con atención de calidad y calidez” como asegura el objetivo de la Fiscalía General del estado de Oaxaca.

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