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Ojalá que el siguiente año nos traiga muchas alegrías y bendiciones, así como el cumplimiento y las satisfacción de que nos vaya mejor y alcancemos nuestras metas.

¿Qué debemos hacer para que ahora sí cumplamos los propósitos de año nuevo? Académica de la UAG comparte algunos consejos para alcanzarlos. 


Por la Mtra. Atziri Arroyo Ruiz
 

Es muy común que con la llegada de estas fechas comencemos a reflexionar sobre lo bueno y lo malo, lo que nos agradó y lo que no del año que está terminando, y con este pensamiento llegan aquellos que tratan sobre lo que haremos, o tal vez a medias, o quizá no… el siguiente año.

Me atrevo a pensar que a la mayoría nos pasa por la cabeza el pensamiento de “ahora si voy a ahorrar”, “este año me voy al viaje que he estado planeando”, “ya no voy a dejar las cosas para el último”, y pensamientos por el estilo.

Esto es hasta cierto punto, parte de la naturaleza humana. Pero del mismo modo está en nuestra naturaleza controlar nuestra conducta y poner lo que esté en nuestras manos para lograr nuestros objetivos. Y que mejor, si lo podemos hacer de algún modo más sencillo y llevadero que aumenten la posibilidad de que lo logremos. Aquí les dejo algunos consejos:

Establezca metas realistas, porque la experiencia de estar lejos de la meta refuerza negativamente nuestra motivación y ganas de continuar. 

Condiciónese Comprométase con usted mismo y plantee premios o castigos en función de lograr o no el propósito. 

Parta sus objetivos en metas más pequeñas. Si usted hace más vivenciales los avances a un plazo no tan largo, será posible que al sentir el “cumplimiento más tangible” nos mantengamos en ello. 

Comparta sus propósitos personas cuya opinión sea importante para usted.

¿Le ha pasado que si hace ejercicio en casa, como nadie lo ve lo deja pronto?, pero, en el gimnasio si alguien ve que interrumpimos la rutina nos da vergüenza y continuamos.

Tal vez en este caso, el orgullo o la vergüenza nos ayuden a mantenernos, además es bueno contar con el aliento y el apoyo de los buenos amigos. 

Viva el proceso un día a la vez. No piense en los días que le faltan, si no en los que ya ha logrado. Esto hará que la espera cueste menos trabajo. Tenga en cuenta que, si lo ha podido hacer por tres semanas, ya está del otro lado.

Hay información sobre el hecho de que un hábito tarda alrededor de 21 días en formarse, por ello pasado este tiempo estaríamos más acostumbrados.

Ojalá que el siguiente año nos traiga muchas alegrías y bendiciones, así como el cumplimiento y las satisfacción de que nos vaya mejor y alcancemos nuestras metas.


 La Mtra. Atziri Arroyo Ruiz, pertenece Departamento de Humanidades y Desarrollo Humano de la UAG.

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