Lula se abstuvo el sábado de hacer declaraciones sobre el cambio durante su visita al estado de Roraima para dar seguimiento a la emergencia sanitaria en la región indígena yanomami.

Brasil.- El presidente Luiz Inácio Lula da Silva destituyó el sábado al jefe del ejército de Brasil apenas días después que el mandatario izquierdista dijo abiertamente que algunos militares permitieron la revuelta del 8 de enero, cuando manifestantes ultraderechistas inconformes con el resultado electoral, irrumpieron en el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial de Planalto y el Supremo Tribunal Federal en Brasilia buscando anular la derrota de Bolsonaro ante Lula.

Según el ministro de Defensa, José Múcio, Lula destituyó a Arruda por una “fractura en el nivel de confianza”, tras la intentona golpista perpetrada por partidarios del exgobernante Jair Bolsonaro, que invadieron y destrozaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el 8 de enero.

Medios locales publicaron que la última afrenta fue la resistencia de Arruda para despedir a un antiguo ayudante del entonces presidente Bolsonaro, el teniente-coronel Mauro Cid, que acaba de asumir como jefe de un estratégico batallón de la ciudad de Goiânia.

Cid era hombre de la máxima confianza de Bolsonaro y está siendo investigado por producir desinformación y por su presunta relación con grupos golpistas, de acuerdo con la prensa brasileña.

El sitio oficial de las fuerzas armadas brasileñas informó que el general Julio Cesar de Arruda fue destituido como titular del ejército y reemplazado por el general Tomás Miguel Ribeiro Paiva, quien dirigía el Comando Militar del Sureste.

Lula se abstuvo el sábado de hacer declaraciones sobre el cambio durante su visita al estado de Roraima para dar seguimiento a la emergencia sanitaria en la región indígena yanomami.

En semanas recientes, Lula había criticado al ejército luego de que partidarios del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en los edificios gubernamentales y destruyeron propiedad pública en un intento para mantener a Bolsonaro en el poder.

Durante un desayuno con la prensa esta semana, Lula dijo que “hubo complicidad entre mucha gente de la policía militar y las fuerzas armadas” y habían permitido a los inconformes ingresar en los recintos con las puertas abiertas.

En otra entrevista, el mandatario señaló que “todos los militares implicados en el intento de golpe de Estado serán castigados, tengan el rango que tengan”.

Después de esas declaraciones, Lula programó diversas reuniones con el ministro de Defensa, José Mucio, y los comandantes de las fuerzas armadas. Mucio rechazó que hubieran abordado la revuelta del 8 de enero, pero consideró necesario un ajuste en las relaciones entre las fuerzas armadas y el gobierno.

“Insubordinación inadmisible”

La presidenta del PT, la diputada Gleisi Hoffmann, defendió la decisión “firme” de Lula de cesar al ya exjefe del EjércitoENERO 21, 2023

El Partido de los Trabajadores (PT) del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este sábado que el destituido comandante del Ejército, el general Júlio Cesar de Arruda, cometió una “insubordinación inadmisible“.

La presidenta del PT, la diputada Gleisi Hoffmann, defendió en sus redes sociales la decisión “firme” de Lula de cesar al ya exjefe del Ejército dentro de sus prerrogativas como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, dos semanas después de la intentona golpista por parte de miles de bolsonaristas radicales en Brasilia.

“La conducta del excomandante del Ejército caracterizó una insubordinación inadmisible ante las amenazas a la democracia y el partidismo de la fuerza”, denunció Hoffmann.

La dirigente de la formación progresista subrayó que “la democracia rechaza cualquier tutela sobre los poderes civiles que emanan del voto popular”.

(Con información de AP y EFE)

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