DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
* La bola de nieve de la espiral de violencia en aumento, amenaza convertirse en avalancha que ponga en riesgo de rebasar la capacidad de respuesta del gobierno de La Primavera Oaxaqueña, a pesar de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y Seguridad.
* Por igual, ejecutan a la regidora de Tapanatepec, Heidi Candelaria Lainez, y al ex candidato a munícipe de Colotepec, Saúl Martínez Figueroa, que atentan contra la Directora de Ecología de Salina Cruz, Rocío Gómez Ortega, a quien intentaron prender fuego tras rociarla con thinner.
La creciente inseguridad y cada vez más brutal violencia, la cuestionada procuración y administración de justicia, son “papas calientes” en manos del gobierno de Salomón Jara Cruz.
La terca realidad, que finalmente termina por imponerse, se refleja a querer o no, guste o no, en numerosos asesinatos, ejecuciones, desapariciones y feminicidios, asaltos y robos en el estado.
La bola de nieve de la espiral de violencia en aumento amenaza convertirse en avalancha que ponga en riesgo de rebasar la capacidad de respuesta del gobierno de La Primavera Oaxaqueña.
Baste hacer referencia al Domingo Sangriento que vivió Oaxaca; con un saldo de cinco personas asesinadas, entre estas dos mujeres, en las regiones de Valles Centrales, Istmo, Costa y Sierra Sur.
Asesinan a la regidora de Comercio de Tapanatepec, Heidi Candelaria Lainez, presuntamente involucrada en situaciones adversas, según reveló el titular de Seguridad Pública del Estado.
En la mañanera semanal del gobernador Salomón Jara Cruz, el capitán Iván García Álvarez informó que la Fiscalía General del Estado sigue varias líneas de investigación del asesinato de la regidora.
Por igual ejecutaron a plena luz del día en Puerto Escondido al dos veces ex candidato a presidente municipal de Santa María Colotepec por el PRI y Morena, el empresario Saúl Martínez Figueroa.
Autoridades municipales son asesinadas y sufren atentados como la Directora de Ecología de Salina Cruz, Rocío Gómez Ortega, a quien intentaron prender fuego tras rociarla con thinner.
Además, dos mujeres más fueron asesinadas, “La Gûera” en el cuarto que rentaba en la calle Duraznales de la Colonia Llano Verde, en Santa Cruz Amilpas, y Janeth G. H. en Santa Anita.
Ambos asesinatos se suman a los más de 700 feminicidios que han bañado de sangre al territorio oaxaqueño, provocando marchas por las desapariciones y protestas por las resoluciones judiciales.
Cientos de pobladores de Santiago Suchilquitongo, encabezados por los padres de la adolescente Andrea Itzel Martínez Castellanos, marcharon en esa comunidad para exigir su aparición con vida.
Un grupo de feministas vestidas y encapuchadas de negro quemaron llantas y una cabeza de cerdo en la Puerta 2 de Ciudad Judicial, al denunciar probable corrupción en el caso de María Elena Ríos.
El gobernador Salomón Jara Cruz dio a conocer en su mañanera semanal que solicitará revocar la prisión domiciliaria concedida a Juan Antonio Vera Carrizal por el cambio de medida tutelar.
Ninguna de las localidades y habitantes de las ocho regiones del estado están exentos de la inseguridad y violencia, así como de la impunidad en la persecución y sanción de los delitos.
Ciertamente, es un problema político-social nada nuevo. Ha sido largamente larvado por la omisión, negligencia y complicidad, de los anteriores gobiernos, federal, estatales y municipales.
No es válido del todo, sin embargo, recurrir todo el tiempo al expediente fácil, simple y sencillo, de culpar a los anteriores gobiernos, sin llamar a cuentas y sancionar a los presuntos responsables.
Antes que repartir culpar, es obligación insoslayable enmendar y castigar los errores cometidos por los anteriores gobernantes y funcionarios públicos de esas administraciones gubernamentales.
No obstante, es innegable que la actual política pública en materia de seguridad con la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y Seguridad en Oaxaca, no está funcionando.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila