Por Diego Martínez
Como si las derrotas electorales y la sumisión legislativa no fueran suficiente muestra de la debacle que enfrenta el partido Revolucionario Institucional (PRI). Su exsecretaria general en Oaxaca y Diputada local, Lizbeth Concha Ojeda renunció a su militancia de 20 años.
En su carta de renuncia, Concha Ojeda señala que “la situación actual de nuestro estado y nuestro país, nos obliga a reflexionar y realizar un ejercicio de autocrítica”, apuntando que el PRI se convirtió en un partido autoritario que dejó de representar los intereses de la población y su militancia.
“No hay espacios para disentir, se han cerrado las puertas para el debate y el ejercicio de criterio propios. Las dirigencias actuales no exigen institucionalidad, exigen sumisión”, añadió.
Por último agradeció el apoyo de los hombres y mujeres que la respaldaron cada vez que participó en una contienda electoral. Aclarando que deja el PRI, pero no la política.
Aunque aún no está confirmado formalmente, se espera que en los próximos días Liz Concha, quien también es diputada plurinominal para la LXVI Legislatura que comenzará este mes, se una a las filas del Partido Verde como lo hicieron sus excompañeros Samuel Gurrión, Gabriela Pérez y Alejandro Avilés Álvarez.
Los señalamientos de la ahora expriista, se suman a las voces de varios militantes que han denunciado públicamente las imposiciones cupulares y el acaparamiento de los recursos que recibe el partido para sus operaciones.
Apuntando directamente a Javier Cacique, quien fue designado como Delegado y posteriormente presidente estatal, con apoyo de Alejandro Moreno y del exgobernador, José Murat Casab, quien junto a su hijo Alejandro Murat, han sido señalados como los principales responsables de la crisis que enfrenta el tricolor al haber entregado el estado, el Congreso y la mayoría de los municipios sin oposición alguna.
Acto que fue recompensado con una senaduría plurinominal en las filas de Morena, para el exgobernador priista Alejandro Murat Hinojosa.