México ocupa el último lugar en pruebas de coronavirus, con un registro de 0.2 por cada 1,000 habitantes.

Ciudad de México.- Desde que comenzó la pandemia de COVID-19 en noviembre pasado, en el mundo se han registrado más de 2.6 millones de casos confirmados y más de 180 mil muertes.

El principal mecanismo que contemplan organismos internacionales para evitar la propagación del virus, es el distanciamiento social, así como las pruebas para detectar los nuevos brotes.

De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el país que mayor número de pruebas aplica es Islandia con 106 por cada mil habitantes.

Por el lado contrario, México ocupa el último lugar en pruebas de coronavirus, con un registro de 0.2 por cada 1,000 habitantes.

Hasta el martes 21 de abril, el país ha confirmado 10,544 casos positivos y 970 muertes a causa de este virus, aunque según los especialistas, en las próximas semanas se presentará la etapa más complicada con un aumento exponencial en el número de infectados.

“Para reducir el riesgo de nuevos brotes, los países deberán aumentar considerablemente su capacidad de prueba“, señala el documento de la OCDE.

Según las estimaciones del gobierno de México, para el 18 de mayo las actividades podrían regresar a su normalidad en algunas zonas del país, siendo el 1 de junio el último día de cuarentena para el resto del país. Esto es el panorama más positivo.

En sus observaciones, la Organización advierte que “si se levantan todas las restricciones de confinamiento antes de que se desarrolle una vacuna o se desarrollen tratamientos efectivos sin otras medidas para suprimir nuevas infecciones, se espera que la tasa de infección se recupere rápidamente”.

La OCDE señala que las estrategias de prueba funcionan para lograr tres objetivos principales:

1) Suprimir el resurgimiento de brotes locales.

2) identificar a las personas que han desarrollado algún tipo de inmunidad y pueden regresar al trabajo de manera segura.

3) obtener inteligencia sobre la evolución de la epidemia, incluso cuando se ha alcanzado un umbral para la inmunidad del rebaño.

México ya entró en la Fase 3 de la Emergencia Sanitaria, lo que ha implicado medidas de aislamiento más drásticas en gran parte del territorio. Gobiernos estatales han decretado el uso de cubrebocas en todo espacio público y en algunos casos, se ha instaurado una cuarentena obligatoria.

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