El Zumbido del Moscardón, por Alejandro Leyva Aguilar
Este lunes que pasó, sin revisión exhaustiva como merece el caso y cumpliendo la expresa voluntad de su jefe el “presidente” -así en minúsculas y entrecomillas- el Senado de la República con una abrumadora mayoría de morena, aprobó la “Ley de Amnistía” una ley innecesaria en tiempos del COVID-19, pero eso si, un capricho del señor López o ¿tal vez una promesa a sus cuates de Sinaloa?
En apenas unas horas y sin ningún cambio los senadores decidieron darle el visto bueno al documento que la cámara de diputados aprobó en diciembre del año pasado, cuando aún no había pandemia en MÉXICO y no sabíamos del coronavirus.
Veamos que dice a la letra esta la ley “olvido”.
En resumen, los beneficiarios tendrán que cumplir tres condiciones: que hayan cometido apenas su primer delito, que no se haya cometido la privación de la vida ni secuestro y que no se hayan utilizado armas de fuego.
La ley “olvido” o también llamada ley “amnesia”, contempla liberar a personas que hayan sido procesadas en el fuero federal por delitos contra la salud como el aborto, portación de drogas, robo simple y sin violencia ni portación de armas de fuego, también contempla a los presos políticos e indígenas que no hayan tenido un juicio justo por falta de intérprete.
En cuanto el “presidente” firme el documento y se publique la entrada en vigor, los procesados por los delitos de: aborto, que incluye a la mujer que interrumpió el embarazo, a los médicos cirujanos, comadronas, parteras o practicantes del procedimiento; también podrán pedir amnesia los procesados en delitos contra la salud, por posesión y transporte de narcóticos, en los casos de personas que se encuentren en “estado de vulnerabilidad”; los integrantes de los pueblos indígenas a quienes no se haya garantizado el debido proceso y aplica de igual forma para aquellos que hayan sido condenados por robo simple sin violencia y no reincidente y para los presos políticos condenaos por sedición, con excepción del terrorismo.
Existen unas “condiciones” para que el olvido se aplique: que la sentencia en firme que tenga al inculpado sea la primera; que no se haya cometido el delito de privación de la vida, secuestro o delitos contra la integridad personal y, no se hayan utilizado o empleado armas de fuego. En su entrada en vigor, el “peje” integrará una comisión que coordinaría los actos para dar cumplimiento y vigilar la aplicación de la ley.
Entonces el sentenciado o el abogado podrá pedir a dicha comisión -seguro de notables- la aplicación de la “ley olvido” para gozar de la libertad. Esta comisión determinará la procedencia del beneficio y tendría que someter su decisión a la calificación de un juez federal y obvio, las personas a quienes beneficie la ley “amnesia”, no podrán ser procesadas en lo futuro, ni detenidas por los mismos hechos. Ah y además la Secretaría de Gobernación coordinaría acciones para asegurar la reinserción social de los liberados.
Los senadores tenían que aprobar la “ley olvido” fast track y su argumento más ingenioso -si es qué hay un morenista con ingenio- fue “despresurizar” los penales federales para evitar contagios por COVID-19 en los CEFERESOS, así que con un “lo que usted diga presidente”, aprobaron una ley que agravia a parte de la sociedad que ha vivido la pérdida de seres queridos por el tráfico o consumo de drogas especialmente.
Las cárceles federales justamente por el confinamiento, pueden ser controladas en cuanto a la epidemia se refiere, simplemente aplicando medidas de seguridad porque el confinamiento es lo que nos salva del contagio, no es un argumento válido el corona-virus para haber aprobado de manera irresponsable una ley que debe ser ampliamente discutida en el Parlamento mexicano; tanto la clamara de diputados como la de senadores, mandaron un pésimo mensaje al pueblo al decirnos que están totalmente sometidos a los caprichos del presidente.
Y lo peor es qué hay muy poca oposición pensante, acaso los Senadores y Diputados del PAN, son los únicos que dicen “esta boca es mía” y honran la confianza que depositaron en ellos sus votantes, los demás actúan como las ratas que siguen al flautista de Hamelín. MÉXICO no es un país en guerra por tanto, no necesitamos una ley del olvido.
Dice el senador Monreal que entre 5 y 6 mil personas podrán salir de las cárceles gracias a esta ley ¿qué van a hacer en las calles esas personas en plena pandemia si ni para los que estamos libres hay trabajo?, ¿dónde se emplearán esas personas si miles de empresas han cerrado sus puertas gracias a la insensibilidad de este gobierno que exige pago de impuestos cuando no hay ingreso? ¿adivina?, exacto, van a delinquir porque no hay otra cosa que puedan hacer en Mexico.
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