Ciudad de México.- Opositores al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, identificados como simpatizantes del movimiento FRENAA que encabeza el empresario Gilberto Lozano, intentaron ingresar al Zócalo capitalino para instalar un plantón indefinido exigiendo la renuncia del mandatario mexicano.
No obstante, ante las medidas de contención que implementó el Gobierno de la Ciudad de México, que dirige la morenista Claudia Sheinbaum, los acceso a la plaza pública estaban parcialmente cerrados, lo que impidió el ingreso de los manifestantes.
Más tarde, ante el arribo de más elementos de seguridad, los integrantes del llamado Frente Nacional Anti-AMLO, colocaron centenares de casas de campaña sobre la Avenida Benito Juárez, donde varios pasaron la noche del sábado.
Este domingo, continuan arribando más contingentes en apoyo a sus compañeros, mientras el gobierno capitalino en apoyo de fuerzas federales, mantiene un fuerte operativo en la zona.
De acuerdo a los inconformes, el objetivo del plantón es exigir la renuncia del presidente López Obrador y, advirtieron que no levantarán sus tiendas de campaña hasta que el mandatario dimita o sean escuchados.
En respuesta, durante su gira por el municipio de Jojutla en Morelos, el titular del Ejecutivo aseguró a los integrantes de FRENNA que no van a ser molestados ni reprimidos y que pueden quedarse el tiempo suficiente.
Desde uno de los epicentro del sismo del 2017, Obrador celebró que los “conservadores” que ahora se manifiestan, se hayan bajado de los carros para protestar, haciendo referencia a las caravanas que organizaron como manifestación en el pasado.
A los dirigentes del movimiento les pidió que se queden en las casas de campaña y que no se vayan a los hoteles mientras la gente se queda durmiendo en la calle.
El Presidente recordó él mismo y sus seguidores realizaron plantones similares durante mucho tiempo buscando “la justicia y la democracia”, por lo que reiteró que tendrán todas las garantías de manifestarse.
“Que se sientan seguros porque nosotros vamos a estarlos cuidando, van a tener todo lo que necesiten para que se garanticen sus libertades”.
“Me siento hasta contento porque si no protestaran los conservadores me sentiría hasta frustrado diría: no estamos haciendo nada, no hay ningún cambio, pero de verdad las cosas están cambiando”, apuntó.
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