El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio este sábado unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra Irán y avisó de que adoptará medidas. “Hoy, EE.UU. da la bienvenida a la vuelta de virtualmente todas las sanciones de la ONU terminadas previamente contra la República Islámica de Irán, el patrocinador líder en el mundo del terrorismo y el antisemitismo”, dijo en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
El titular de Exteriores recordó en la nota que su país inició en agosto un procedimiento ante la ONU para restablecer todas las sanciones internacionales contra Irán que se levantaron con el acuerdo nuclear de 2015 (del que Washington se retiró en 2018), argumentando que Teherán ha incumplido sus obligaciones. Como el Consejo de Seguridad no ha tomado ninguna medida, en opinión del Gobierno estadounidense, las sanciones se reimpusieron de forma automática este sábado, cuando se cumplió el plazo de un mes establecido en ese procedimiento.
Pompeo aseguró hoy que la notificación que dio su país en agosto al organismo “inició un proceso de 30 días que ha llevado a revocar las sanciones previamente terminadas de la ONU, que entró en efecto a las 8pm EST (00.00 hora GMT del domingo) del 19 de septiembre”.
El jefe de la diplomacia estadounidense explicó que su país ha tomado “esta acción decisiva” no solo porque considera que Teherán no ha cumplido con sus obligaciones en el acuerdo nuclear, sino también “porque el Consejo de Seguridad ha fracasado para extender el embargo de armas de la ONU a Irán, que ha estado en vigor durante 13 años”.
“La inacción del Consejo de Seguridad hubiera allanado el camino a Irán para comprar todo tipo de armas convencionales a partir del 18 de octubre -subrayó Pompeo-. Afortunadamente para el mundo, EE.UU. adoptó una acción responsable para evitar que esto ocurra”.
En consecuencia, EE.UU. ha comenzado el proceso para “restaurar virtualmente todas las sanciones terminadas de la ONU, incluido el embargo de armas”.
Pompeo adelantó que en los próximos días Washigton anunciará una serie de medidas para “fortalecer la aplicación de la sanciones de la ONU y que los infractores rindan cuentas”.
Y lanzó una advertencia a los países que se opongan: “EE.UU. espera que todos los miembros de la ONU cumplan plenamente con su obligaciones para aplicar estas medidas”. “Aparte del embargo de armas, esto incluye restricciones como la prohibición de que Irán se embarque en el enriquecimiento y actividades relacionadas con el reprocesamiento (de uranio), la prohibición de las pruebas y el desarrollo de misiles balísticos por parte de Irán, y sanciones sobre la transferencia de tecnología nuclear y relacionada con misiles a Irán”, detalló.
Y avisó de que si los miembros de la ONU no cumplen “con sus obligaciones de implementar estas sanciones, EE.UU. está listo para usar sus autoridades domésticas para imponer consecuencias por esos fallos y garantizar que Irán no recoge los beneficios de una actividad prohibida por la ONU”.
Francia, Alemania y el Reino Unido recalcaron el viernes que, a su juicio, las sanciones internacionales contra Irán continuarán sin efecto más allá de este sábado, cuando EE.UU. defiende que entran en vigor. En una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, París, Berlín y Londres insistieron en que el movimiento estadounidense no tiene “efecto legal” y que, por tanto, cualquier medida que se tome en base a él tampoco lo tiene.
Se espera que este asunto sea uno de los puntos de interés de la Asamblea General de la ONU, que la próxima semana reunirá por vía virtual a los líderes de todo el mundo.
Con información de EFE