Sección 22 de la CNTE. Imagen de Edwin Hernández, El Universal

EXPRESIONES, por Pablo Ramírez Puga.

Si hay una pandemia que ha asolado a Oaxaca, esa es sin duda lo que ahora denomino como Covid-22, en una referencia a los estragos que la Sección 22 de la CNTE ha desarrollado en contra de la educación de generaciones de más de un millón de estudiantes de los niveles de primaria y secundaria de nuestro estado.

Si bien el sindicato de la Sección 22, primero de la SNTE y después de la CNTE, emergió como una justa lucha por la reivindicación del magisterio oaxaqueño, su pugna se fue trastocando con el paso del tiempo en la polémica por mantener un coto de poder político que ponía en jaque a los gobiernos estatal y federal con sus peticiones y demandas, que, de ser gremiales, se le fueron sumando intereses políticos e incluso de insurgencia social para crear un clima de chantaje y presión política que dura hasta nuestros días.

La Sección 22 a través de sus líderes, primero sumisos a las disposiciones oficiales que acordaban con las élites del poder político, pasaron de ser “charros” a la de ser negociadores de prebendas para las cúpulas magisteriales y aumentos salariales para las bases, así como prestaciones y otras canonjías educativas.

La lucha parecía justa, hasta que los líderes vieron en la presión y el chantaje un filón de oro para sus líderes y quienes no obtuvieron cuantiosas cantidades de dinero, lograron múltiples plazas para ellos y sus familiares y otros hasta becas en el extranjero, con tal de permitir que se cumpliera el ciclo escolar o, como sucedió en Oaxaca, que se desarrollará la Guelaguetza y se terminarán las manifestaciones y plantones en el zócalo de Oaxaca, táctica que exportaron incluso a la Ciudad de México.

La influencia magisterial creció tanto y se degradó igual, que llegaron a vincularse con el EPR para entrarle a los secuestros “express” y la creación de un ambiente de desestabilización social que culminaba en serios enfrentamientos con las autoridades y las victimas consecuentes.

La lucha magisterial ya lleva más de 40 años y, año con año, son las mismas demandas, hasta que en su búsqueda les impulsaron una reforma, que más que educativa fue con el fin de quitarle el poder a la CNTE a través del control de plazas, el pago a los maestros y otras prebendas de las que gozaban.

El presidente Enrique Peña Nieto lo consiguió, pero con una reforma mal diseñada y al vapor que encontró resquicios favorables para echarla para atrás una vez que la CNTE se sumó a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y sacaran al PRI de Los Pinos.

Cuestión que se logró y que dio cauce a que se cancelará lo que ellos denominaron: la mal llamada Reforma Educativa.

La reforma Peñista cayó, pero no cambió del todo, ya que el control educativo y, sobre todo, el control administrativo de los recursos educativos recayó en la SEP y en los Institutos de Educación Pública de los Estados, artimaña que sujetó las ansias de la Sección 22 de la CNTE, pero que no la desanimó a la lucha por recuperar sus canonjías.

Y en esas anda en plena pandemia del coronavirus, como un virus social inminente que empieza a amenazar para “restablecer sus derechos perdidos” camuflado como una Nueva Ley de Educación que vaya acorde supuestamente a las necesidades de las regiones del estado. 

Y en el Congreso Estatal ya tienen voces como esta que dice: “Como maestra agremiada a la combativa y heroica Sección 22, les exijo una ley que reconozca al magisterio, que restablezcan sus derechos, de lo contrario estaré con mis compañeros en las calles exigiendo una verdadera Ley Estatal de Educación para el Estado de Oaxaca”: Diputada de Morena Arcelia López Hernández.

La belicosidad no puede ser más clara, como también la amenaza de reiniciar su movilización, esa, que, aunque ya se haya cancelado la Guelaguetza 2020, puede surgir bajo cualquier pretexto y circunstancia.

Como se puede apreciar, mencionan sus derechos, pero no los de nuestra niñez y de nuestra juventud, parte crucial del dilema ya que son la parte medular de una adecuada Ley de Educación que garantice que nuestros niños y jóvenes salgan verdaderamente preparados para enfrentarse a la vida y no para formar parte de esa generación de “ninis” mantenidos por el gobierno para ser sólo masa social manipulada a los antojos políticos del gobierno en turno.

Es obvio que el COVID-22 ha hecho más daño a nuestra entidad que 10 pandemias juntas, porque la educación es la fortaleza de los pueblos y hoy Oaxaca se encuentra muy debilitada por los crasos errores cometidos en el pasado y el presente.

¿Se seguirá jugando con la educación de los oaxaqueños? Esa es la pregunta que deberán hacerse los diputados y quienes quieren imponer una Ley Educativa a modo de sólo un sindicato. Ya se verá…

EXTRACTOS: 

.- EL DATO: El crimen y la delincuencia organizada ha matado dos veces más que el Covid-19 en el mismo periodo.

.- Y AMLO NO RESPETÓ EN OAXACA la “Susana distancia” y nos envió como Delegada Plenipotenciaria a la senadora Susana Harp, para que se vaya oreando con la chusma oaxaqueña y quien quita y ahora se le haga a una libanesa ser gobernadora de Oaxaca, después de tener un iraquí…

.- AMLO DICE QUE hay nueva oferta de compra del avión presidencial y que incluso ya lo están probando en cielo estadounidense… ¿Y la rifa del avión apa’?

.- LA PURULENCIA DE LA 4T sigue siendo…Jorge el “Coco” Castillo, operador político y financiero del ex gobernador Gabino Cué estaría vinculado a las tranzas del hijo de Manuel Bartlett en la compra de ventiladores a sobreprecio… Además es también socio de Julia Abdalá, concubina del inefable Manuel Bartlett Díaz… A ver si ahora sí lo ponen en la mira…

.- Vox clamantis.

confusiopuga@hotmail.com 

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