Francia

Francia llamó urgentemente a consultas a sus embajadores en Washington y Canberra ante la “gravedad excepcional” que ve París en el pacto militar Aukus, firmado por Australia, EE.UU. y Reino Unido.

El canciller francés, Jean-Yves Le Drian, dijo este viernes que espera “sin demora” a sus diplomáticos por órdenes del presidente Emmanuel Macron.

“Esta decisión excepcional se justifica por la gravedad excepcional de los anuncios realizados el 15 de septiembre por Australia y Estados Unidos”, señaló Le Drian.

Ese día, Australia anunció un histórico acuerdo de defensa con Estados Unidos y Reino Unido que le permitirá acceder a tecnología para la construcción de una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear.

Francia ha calificado el pacto como una “puñalada en la espalda”, pues significa la ruptura de un pacto previo con Australia.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo que el gobierno de Joe Biden lamenta la medida y que hablará con Francia en los próximos días para resolver sus diferencias.

Desde Washington, la canciller australiana, Marise Payne, dijo que entendía la “decepción” en Francia y que esperaba trabajar con París para hacerles ver “el valor que le damos a la relación bilateral”.

El llamado a consultas de los embajadores supone un escalamiento en la tensión entre los países aliados.

“Comportamiento inaceptable”

Le Drian señaló en un comunicado que Francia y Australia colaboraban en un acuerdo vinculante desde 2016 sobre submarinos clase Attack que ahora ha quedado cancelado.

“El anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos (…) constituye un comportamiento inaceptable entre aliados y socios“, manifestó el canciller.

“Sus consecuencias afectan directamente la visión que tenemos de nuestras alianzas, de nuestras colaboraciones y de la importancia del Indopacífico para Europa”, añadió.

Además de recibir tecnología para la construcción de submarinos, Australia obtendrá tecnologías cibernéticas y de vigilancia marina.

El plan es visto por los analistas como un esfuerzo para contrarrestar la presencia de Pekín en mar de China Meridional, una región disputada que el gobierno chino reclama prácticamente en su totalidad frente a las reclamaciones de soberanía de otros países vecinos y la oposición de Washington.

China, por su parte, calificó el acuerdo como “extremadamente irresponsable” y acusó a los países firmantes de alentar una carrera armamentística.

“Este tipo de cooperación socava gravemente la paz y la estabilidad regionales, así como los esfuerzos internacionales por la no proliferación nuclear”, señaló un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian.

“El pacto muestra igualmente cómo estos países utilizan las exportaciones nucleares como herramienta geopolítica (…) Deberían abandonar su mentalidad de Guerra Fría y hacer más para contribuir a la paz y la estabilidad. De lo contrario, acabarán haciéndose daño a sí mismos”, señaló.

Con información de BBC News Mundo

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