Es Jara Cruz quien debe arrastrar con el costo político y social de los abusos y atrocidades que han cometido sus aliados en cont

Tanto en la vida como en la política, hay relaciones que nos perjudican más que beneficiarnos, pero por diversas razones no podemos evitarlas. Ejemplo de ello es la coalición “Juntos Hacemos Historia” que integran Morena, PT, Partido Verde y Unidad Popular, partidos en su mayoría, dirigidos por personajes de negro y dudo historial que representan lo opuestos a los valores que dice enarbolar la Cuarta Transformación: no mentir, no robar, no traicionar. 

En el Partido del Trabajo debemos contar a Benjamín Robles, operador político contratado y traído por Gabino Cué por el 2001, desde el entonces Distrito Federal. Y a quien convirtió en uno de los hombres más poderosos del estado, para que después lo traicionara y abandonara en medio de denuncias por corrupción. 

Con una trayectoria de más de 20 años como funcionario municipal, estatal, Diputado local, federal y Senador, Benjamín Robles ha logrado amasar una cuantiosa fortuna, sin embargo, su mayor valor político y económico es el mantener el control del Partido del Trabajo, aspirando a controlarlo algún día a nivel Nacional. Ya que si algo ha comprendido muy bien, es el valor de las candidaturas en una coalición electoral con el triunfo asegurado, como lo ha sido con Morena a su lado. 

Oportunidad que también quieren aprovechar el Senador del Partido Verde, Raúl Bolaños Cacho Cué y el Diputado Federal y aparente dirigente estatal, José Antonio Estefan, ambos herederos de un funesto linaje priista. Y según los propios militantes, al servicio de la familia Murat. Quienes buscan a través del Verde Ecologista, ampliar sus redes de poder e impunidad. 

No por nada el candidato morenista ha comenzado a recibir el “apoyo desinteresado” de empresarios, funcionarios y exfuncionarios vinculados a la familia Murat. Así como de sindicatos y organismos gremiales que antiguamente votaban por el PRI. 

Sin duda muchas de estas nuevas alianzas son oportunismo puro y dependerá del candidato si permite que dichos personajes participen activamente en la campaña, a riesgo de afectar su imagen. Como los reclamos que han recibido legisladores locales y presidente municipales durante los recorridos que realizan al interior del estado, en donde incluso han sido expulsados de las comunidades. Siendo Jara Cruz quien debe arrastrar con el costo político y social de los abusos y atrocidades que han cometido sus aliados en contra del pueblo de Oaxaca. 

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