Ciudad de México.- El pasado martes 07 de junio estaba originalmente planeado llevarse a cabo un “en vivo” el cual tenía como finalidad, abordar el tema de la importancia del apoyo de las redes sociales para quienes trabajan con poblaciones marginadas.
Mariana Rodríguez Cantú, al publicar la denuncia de un niño quemado y golpeado en Nuevo León fue censurada por parte de la plataforma de Instagram. Reinserta trabaja y conoce la gravedad de la violencia hacia la infancia en el país, y tras la censura directa que se hace también a Saskia Niño de Rivera, directora general de la fundación, decidió alzar la voz.
A través de un comunicado, la AC señala que dicho espacio fue censurado porque este tipo de publicaciones y contenidos resultan ser “sensibles” y diversas personas pueden “verse afectadas”. Por ello, las personas recurren a la denuncia para que la plataforma proceda a dar de baja y restrinja el contenido. Por tal razón, Reinserta considera a las redes sociales como aliados “para ser la voz de aquellos y aquellas que, como sociedad, hemos olvidado. Especialmente en un México que carece de estado de Derecho”, apunta la misiva.
“Como Asociación Civil que trabaja y transforma la vida de niñas, niños y adolescentes marcadas por la violencia, consideramos que el poder proteger a estos menores e identificar vías de acción para prevenir y evitar conductas que pongan en riesgo su integridad física y mental, se convierte en un reto, en un país en donde siete niñas y niños son asesinados diariamente, donde el 63% de los menores de 14 años han sido maltratados físicamente por sus cuidadores principales.
Con ello nos preguntamos ¿Vale más la pena concentrar esfuerzos en denunciar a los agresores que cometen todo tipo de violencia? O consideramos igual de importante visibilizar estos casos de abuso y violencia, donde el objetivo es visibilizar a aquellos niños y niñas que sufren todos los días de maltrato, abuso y violencia familiar de forma permanente”, cuestiona.
Por último, Reinserta hace una invitación a la población, organizaciones de la sociedad civil y autoridades a que se sumen a generar estos espacios de diálogo y visibilizar lo que pasa a puertas cerradas en muchos hogares mexicanos.
“No debemos, ni podemos callar ni tolerar la normalización de la violencia que estamos viviendo y debemos ser lo suficientemente inteligentes y creativos para dar uso a nuestras herramientas y plataformas digitales a fin de crear conversaciones, por más incómodas que sean, que velen, sensibilicen y protejan a los niñas, niños y adolescentes de nuestro país”, concluyen.