Por Horacio Corro Espinosa
No cabe duda que la policía siempre es el referente más importante para conocer a las autoridades. Si la policía es violenta, arbitraria, dominante, extorsionadora, corrupta o etcétera, así es la autoridad, no hay pierde.
Ante tanta inseguridad que hay en la ciudad de Huajuapan de León, los policías solo se dedican a ver pasar a los niños que caminan frente a ellos en estado de ebriedad o por alguna otra droga, y ante eso, no dicen ni hacen nada, y menos al verlos entrar o salir de los expendios de bebidas alcohólicas en la expo feria. Esto es muestra de una auténtica alcahuetería.
Tal parece que con los 21 permisos que autorizó el gobierno municipal para vender bebidas alcohólicas, exclusivamente de la “Cervecería modelo de la mixteca”, la policía municipal y todos los miembros del cabildo se convirtieron en verdaderos servidores y protectores de los bienes de la mencionada empresa.
Seguramente, si no hubiera ocurrido el homicidio del jovencito de 17 años en el recinto ferial, los elementos de seguridad se hubieran dedicado a acompañar hasta sus domicilios a todo consumidor de alcohol que hubiera salido de una de las carpas de la feria.
Interesante sería saber si el comisario Abimael Velasco Velasco, está vendiendo protección a la empresa expendedora de alcohol en ese lugar, ya que su declaración orilla a pensar muchas cosas. Porque, cómo está eso de que Huajuapan está en saldo blanco, cuando esta ciudad está catalogada por las mismas autoridades federales como el tercer municipio más peligroso del país. Además, este comisario dijo respecto a lo del jovencito, que no se trató de un accidente sino de un asunto de responsabilidad de la sociedad. ¿Cómo la ven? Parece que el problema de este señor es llevarse mal consigo mismo, por eso tiende a echarle la culpa a los demás.
Ojalá también, el presidente municipal de Huajuapan, Luis de León Martínez Sánchez, se deslinde de lo que ha estado circulando en las redes sociales, que recibió del gerente de la empresa cervecera 3 millones de pesos, para ser el único vendedor de alcohol en el recinto ferial y, asimismo, obligar a todos aquellos que venden comida, a ofrecer exclusivamente los productos de la cervecería modelo. Hay que recordar que lo de la venta de una sola marca en la feria, fue decisión personal del presidente, porque eso nunca pasó por cabildo.
Tan omisos, tan alcahuetes tan solapadores han sido todos los funcionarios, que el mismo coordinador de comercio, espectáculos y regulación de bebidas alcohólicas, Rodolfo Cabrera Rosales, reconoció que jovencitos, les han presentado a los inspectores documentos falsificados, lo cual es un delito federal y no han hecho nada ante ello. Lo voy a decir más claro: se han vuelto cómplices de los malhechores.
Y qué decir de las palabras del Síndico procurador de justicia Hugo Guerrero Sánchez. Les voy a repetir sus palabras: “estadísticamente, los incidentes que se han generado han sido mínimos, salvo este incidente de la madrugada”.
Llamar “incidente” o “mínimo” a la muerte de un jovencito cuando claramente es un homicidio calificado, está fuera de sitio. Lo sucedido no fue una ocurrencia ni una peripecia ni un accidente. Si quieren empezar a hacer las cosas más o menos bien, deben de disculparse con la familia doliente.
Ayer, el presidente Luis de León, dio a conocer seis medidas de prevención para reforzar la seguridad en la feria. Lo curioso es creer que con cerrar a una hora los comercios de ese lugar, se reducirá la violencia.
Haga lo que haga el ayuntamiento, ya es demasiado tarde, porque la policía se ha vuelto descuidada con el pueblo y atenta con los expendedores de bebidas alcohólicas.
Aunque el presidente haya dicho que trabajará en coordinación con la vicefiscalía, no creo que pueda hacerlo. Mejor sigan actuando como hermanitas de la caridad o angelitos de la guarda para una empresa y para los borrachos.