Que el PAN hoy esté sin liderazgos, y esté en la segunda, tercera y hasta cuarta fuerza en algunos municipios y estados, se debe a la ambición de Anaya, quien debió haber esperado a sus tiempos. 

Abogado, escritor, catedrático y político, Luis de Guadalupe Martínez Ramírez es un referente histórico tanto al interior del partido Acción Nacional en el que militó por más de 35 años, como en la vida pública de Oaxaca y de México. 

Ha sido Diputado local y federal, así como presidente municipal de Huajuapan de León en dos ocasiones (1996-1998 y 2014-2016). Desde temprana edad ha participado activamente como líder de la oposición ante los regímenes priistas que mantuvieron durante décadas la hegemonía política en la entidad. Y aunque su primer trinchera fue Acción Nacional, desde hace algunos años renunció a su militancia para continuar trabajando por su comunidad y sobre todo, analizar desde diferentes perspectivas los cambios políticos y sociales que ha vivido su estado y el país.

Desde la derrota del PAN y la llegada de López Obrador a la presidencia de la República en el 2018 y la próxima transición en el 2024, hasta la renovación de la dirigencia estatal del que fuera su partido y la perspectiva de un nuevo gobierno en Oaxaca, el primero emanado de Morena, son algunos de los temas que comparte en esta breve entrevista para Polígrafo MX. 

¿El PAN sigue siendo alternativa? 

Acción Nacional es el espacio idóneo para que lo ocupen los votantes inconformes con la política implementada por el Presidente Obrador, porque no hay otro partido que pueda llenar las expectativas de la sociedad.  Sin embargo le hace falta liderazgo nacional y liderazgo en los estados y municipios. 

Hay un potencial de votos que podrían ser para Acción Nacional pero si ven que hay desinterés o debilidad en los liderazgos no van a votar, tampoco si encuentran divisiones o candidaturas improvisadas como en el 2018, cuando las encuestas señalaban que el PAN podría haber ganado la Presidencia de la República para sustituir a Peña Nieto, sobre todo dados los triunfos recientes y contundentes como en Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, entre otros estados. Pero esa esperanza se esfumó por las divisiones al interior del partido provocadas por la ambición de Ricardo Anaya, quien debió haber esperado un sexenio más. Para el 2024 hubiera sido un candidato fuerte, fresco, novedoso y atractivo, sin embargo se impuso como candidato creyendo que podría ganar pero no fue así. 

Un grupo importante del panismo como es el que encabeza Felipe Calderon y su esposa Margarita Zavala salieron del partido y con ellos muchísimos más, provocando una fractura bastante grande, no obstante Acción Nacional obtuvo una buena votación lo que indica que si hubiera habido la unidad nacional del partido, habría ganado sin ningún problema. 

Que el PAN hoy esté sin liderazgos, y esté en la segunda, tercera y hasta cuarta fuerza en algunos municipios y estados, se debe a la ambición de Anaya, quien debió haber esperado a sus tiempos. 

Acción Nacional en Oaxaca 

En Oaxaca el PAN siempre ha estado dirigido por grupos, nunca ha habido un liderazgo natural que atraiga por sí mismo adeptos a Acción Nacional, por ello desde el 39 que se fundó en Oaxaca, el PAN no ha figurado más que en algunos casos en donde el atractivo ha sido el candidato. Pero fuera de ello, Acción Nacional no ha sido atractivo en Oaxaca como lo ha sido en otros estados, sobre todo en el norte del país.

En 1995 Acción Nacional ganó 4 de las 5 ciudades más importantes de Oaxaca, en la capital ganó Pablo Arnaud, que fue un candidato fresco, novedoso, empresario muy conocido en la ciudad, y que integró una planilla con gente de la sociedad civil, de otros partidos y gente conocida que jaló a diversos sectores, ganando de manera contundente. 

En Tuxtepec, la segunda ciudad más grande del estado, el empresario Alfredo Ahuja encabezó la planilla y ganó tres a uno. En Huajuapan ganamos la Presidencia también por mucha diferencia. Al igual que en Matías Romero. La quinta ciudad más importante que no ganamos fue Juchitán, pero ahí ganó el PRD. En 1995 las cinco ciudades más importantes cayeron en manos de la oposición y el PRI quedó fuera, pero no por el liderazgo del partido, sino por candidatos atractivos. 

Renovación o continuidad 

Gane quien gane la Presidencia del partido en Oaxaca, no serán ellos quienes dirijan al PAN, se someterán al liderazgo del Presidente nacional en turno, y como allá están mal las cosas, a nivel local también lo estarán. Yo no veo que por el lado de la dirigencia crezca el PAN en Oaxaca, gane quien gane lo que debe hacer es poner candidatos atractivos. Hay miles o millones de votantes decepcionados de López Obrador, quienes no piensan volver a votar por él porque han quedado agraviados por el cierre de las guarderías, la falta de medicinas y por muchas cosas que duelen y lastiman a la población. 

Es el momento en que si no podemos cambiar a liderazgos atractivos, como creo que será el caso, porque las dos contendientes son mujeres que no tienen la fuerza de un liderazgo, son conocidas de su trabajo y no tiene el empuje como para que el partido tenga los votos para ganar. ¿Qué nos queda? que se pongan candidatos atractivos como en el 95, y ahí será cuando Acción Nacional se convierta en la opción que ahorita millones de personas buscan. 

Pero por ahora yo veo que no hay en este momento un liderazgo en Acción Nacional. Gane quien gane no va a cambiar nada, por el contrario, se va a seguir hundiendo el partido, lo que se requiere en el ámbito municipal, estatal y nacional, es la postulación de un Caudillo.  

Tiempos de Caudillos 

Estamos volviendo a los tiempos del caudillismo, por lo que el único que le puede ganar a López Obrador es otro caudillo. Así se amontonen los partidos políticos en una alianza como se pretende, no le van a ganar. Aquí lo que reina en México y Latinoamérica es una época de caudillismo. Así que si se alza un nuevo caudillo, ese le va a competir a López Obrador, aunque vaya solo sin ningún partido. Porque la suma de partidos políticos no garantiza un triunfo contra López Obrador, es la postulación de otro caudillo.

¿Quién podría ser? 

Se requiere un Caudillo por parte de la oposición pero no lo hay.

A nivel nacional el único Caudillo que puede hacerle frente a López Obrador se llama Colosio. Pero de fuentes muy confiables, nos hemos enterado que ya pactó con Morena y no contenderá en esta, probablemente vaya con Morena en el 2030, por lo que se cae esa figura.

A Monreal no le alcanza, aún con todos los partidos políticos su figura no le da para ser un Caudillo completo. 

En Morena tampoco hay Caudillos, pero quien va a estar detrás de la elección del 24 va a ser el caudillo que gobierna y eso es suficiente para que a quien quiera poner, a ella o a él, va a ganar porque estará detrás de él. 

El PRI menciona varios nombres pero a ninguno le alcanza, al igual que en el PAN. En este momento no hay, pero estamos a tiempo de que se forme uno, lo veo difícil pero no imposible. 

En el 2006 cuando Felipe Calderón se reveló contra Fox quien quería poner a Santiago Creel; este renunció y se ganó el apodo del “hijo desobediente”, pero fue esa desobediencia, esa rebeldía, ese dar el paso en el momento indicado, lo que le valió una imagen de víctima y la gente lo acogió y votó por él, y lo hizo Presidente de la República. Yo siento que si es Monreal o alguna figura de ese tamaño que se rebele en contra de López Obrador y se ponga a hacer campaña, la gente lo va a adoptar como su candidato y lo podría llevar al triunfo, pero es ya. 

Los tres corcholatas, como les llama López Obrador, hacen actos multitudinarios. El Tabasqueño reuniéndose en los Congresos disque para socializar la propuesta de seguridad pero la realidad es que anda en campaña. Al igual que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el Canciller. 

Y sin embargo la oposición se la pasa criticando, quejándose, pero no hay un trabajo preparatorio para su candidato, quien debe tener un perfil de Caudillo para enfrentar al que gobierna ahorita. 

¿Qué se necesita para enfrentar a Morena?

Lo que se requiere es otro del perfil del que gobierna, así de sencillo. 

Los doctorados sirven para integrar el gabinete, el gobierno, pero no para ganar elecciones. Un doctorado para empezar no sabe ni cómo conducirse al pueblo. López Obrador no es de doctorados, él se hizo en los movimientos, en la confrontación y eso le gusta a la gente. Siempre le echa la culpa al pasado, le echa la culpa a Calderón hasta porque no llueve, y eso a la gente le gusta, le atrae. 

PRI o Morena

El sistema priista está replicado, existen diferencias pero no sustanciales. Las generaciones actuales se espantan ante las decisiones de López Obrador y su forma de gobierno, pero con el PRI era igual o incluso peor porque Morena no ha llegado a ser un partido hegemónico como lo llegó a ser por muchas décadas el PRI, siendo el único en el mundo. 

Morena es muy poderoso pero no ha llegado a ese nivel. El PRI ganaba todas o ganaba todas, en el Congreso no había un Diputado o Senador de oposición, ni en las presidencias municipales o gubernaturas. El PRI ganaba todas, como fuera pero ganaba, algo que no ha conseguido Morena, pero sí tienen las mismas reglas de imposición, son descarados como lo era el PRI. 

El PRI mandaba a sus candidatos con recursos públicos a hacer campañas y se imponían cometiendo fraudes, lo mismo está haciendo Morena con López Obrador, nada más que ahora la gente se espanta porque no vivieron lo que vivimos nosotros con el PRI. 

Pero Morena no creo que llegue a ser hegemónico, su mejor etapa se va a acabar en el 24 y del 24 al 30 va  disminuir la fuerza de Morena porque no es lo mismo que el Caudillo gobierne directamente a que gobierne indirectamente, que fue lo que le pasó a Lazaro Cardenas, quien mientras gobernaba hizo y deshizo, era contundente. Pero cuando dejó de ser presidente y siguió ejerciendo su caudillismo de manera indirecta ya no tuvo la misma contundencia y los presidentes que él ponía medio lo obedecían hasta que dejaron de obedecerlo y hacerle caso. Lo mismo va a ocurrir en el 2024.  

El Presidente tiene dos opciones, si pone a Ebrard se le va a rebelar, si pone a Claudia la va a someter. El otro no gana, sería el candidato más débil y fácil para la oposición, y ahí sí se metería en problemas y el Presidente lo sabe. Y como se está replicando el mismo sistema, se pueden repetir las mismas fallas del PRI, y la principal es que López Obrador se equivoque de candidato. 

La militancia panista

En mi experiencia la militancia tiene por lo menos 15 años que dejó de tener poder en el partido. Antes la militancia lo era todo, cuando el partido tenía todavía un marco doctrinario, cuando todo se decidía por asamblea, se sentía el peso de la opinión y el voto de la militancia. Pero todo cambió cuando inició el famoso sistema de designaciones, cuando las Asambleas municipales no elegían a su planilla se las imponían, cuando las Asambleas estatales dejaron de elegir a sus candidatos a diputados y la lista la elaboraban desde un edificio en la ciudad de México, cuando dejó de haber Asambleas Nacionales y todo se decidía desde el escritorio aludiendo que no había condiciones para que la militancia opinara. 

Hoy ser militante del PAN no significa nada, porque lo que se decide es en el Comité Nacional bajo puras designaciones. Por eso hace seis años decidí renunciar al PAN como militante, yo soy panista pero porque me gusta su doctrina, pero no quiero ser militante porque no estoy de acuerdo con los dirigentes. 

Entonces, si la militancia para mi, en mi juicio, no tiene relevancia y no tiene presencia, poco importa que haya o no militancia. Lo que importa son las siglas del PAN, porque con o son militancia, las siglas atraen votos, claro, en la medida que pongan candidatos atractivos, esa es la clave. 

Por ejemplo, muchos militantes antes de mi y después de mi se fueron a otros partidos, militantes que juraron que nunca dejarían al PAN, que tuvieron cargos de elección popular por el PAN, ahora están con Morena u otros partidos, eso es la incongruencia de algunos que fueron militantes. 

Yo lo que veo es que la militancia dejó de tener un papel activo en Acción Nacional, y no creo que lo tenga en los próximos años. Mejor fijémonos en la gente que no es militante pero que está inconforme con otros candidatos y puede votar por el candidato del PAN si es atractivo. Eso está demostradísimo, vuelvo al ejemplo del 95, números más números menos, la militancia del PAN en la capital de Oaxaca eran como 200 registrados, pero los votantes fueron 18 mil porque la propuesta fue atractiva. 

No se fijen en la militancia, porque con o sin militancia, si el PAN postula candidatos atractivos, hasta los no militantes como yo ahí estaríamos votando porque no votaríamos por Morena. 

En el relevo que harán en el Comité habrían de participar con algunas opiniones porque va a haber el cambio de dirigencia del partido que podría dar la pelea en Oaxaca, si es que abren las puertas a candidaturas externas de gente que atraiga votos. Hoy en día lo que interesa es la propuesta pragmática no la doctrinaria, pero se tiene que cuidar no caer en el engaño, sin embargo para estar iguales debe haber un discurso menos rebuscado, un discurso que llegue directamente al electorado y que se sienta que hay un mínimo de diferencia. 

Cambio de gobierno en Oaxaca 

Hay un relevo de un partido, pero con gente que piensa igual que la que se va. El que va a gobernar va a gobernar como aprendió cuando fue oposición pero no creo que vaya a haber un cambio. Respeto mucho a quien va a entrar porque es un amigo mío, fuimos compañeros Diputados hace como 20 años y hemos tenido aprecio, nos hemos respetado, anduvimos juntos en la campaña de Gabino Cué en 2004 y 2010. Hemos trabajado como opositores pero no creo que vaya a haber nada nuevo, pero ojalá me equivoque. 

Artículo publicado en la Revista POLIGRAFO – Política Gráfica Objetiva- Descárgala gratis o puedes leerla en línea aquí.

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