Por Diego Martínez / @diegomtzsanchez
La visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, más allá de ser el primer viaje oficial del mandatario mexicano, es el primer paso a una nueva relación con nuestro vecino del norte, si es para bien o para mal, solo el tiempo lo dirá.
Si bien el presidente norteamericano ha sido en más de una ocasión ofensivo -por decir lo menos- con sus declaraciones en contra del pueblo de México y con sus acciones hacía la comunidad migrante y particularmente latina en la unión americana; para el representante del Estado Mexicano esas ofensas aunque no han sido “olvidadas” ya fueron perdonadas.
Durante su discurso de bienvenida, Donald Trump reconoció a López Obrador como “su buen amigo” con quien sostiene una “relación sobresaliente”.
“La gente la apostaba en contra, pero es estrecha, cercana y estamos haciendo un trabajo magnífico juntos”, refirió Trump al tiempo de agradecer que el primer viaje al extranjero de Obrador, haya sido a Estados Unidos.
También destacó que en su país viven 36 millones de ciudadanos mexicano americanos que fortalecen “nuestras comunidades”. Señalando que son personas exitosas y honorables. Palabras muy diferentes a las empleadas con anterioridad cuando se refería a los mexicanos migrantes como delincuentes y violadores.
Aseguró que la amistad que sostiene con el Presidente de México se basa en confianza y respeto mutuo e incluso comparó sus gobiernos con los de Abraham Lincoln y Benito Juárez.
“Nos une el comercio, la historia, la familia y la fe” – Trump
Aunque la principal razón de la visita era la ratificación simbólica del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, la ausencia del primer ministro canadiense despertó fuertes críticas por un posible interés y beneficio político en medio de un proceso electoral en el país del norte. No obstante, Trump destacó que el T-MEC es de mayor magnitud y más significativo, que el tratado que sostienen con China, por ello la urgencia del encuentro.
En este sentido, el Presidente mexicano recordó la importancia de este acuerdo y lo que representa para las tres naciones. Sobre todo para México por el deficit comercial que registra en importaciones y exportaciones, lo que se traduce en fuga de divisas, menores oportunidades para las empresas y perdida de fuentes de empleo.
Puntualizó que este tratado significa la integración de los tres países, ya que cada uno aportará capacidad productiva, mercados, tecnología, experiencia y mano de obra calificada.
“México tiene algo sumamente valioso para hacer efectiva y potenciar la integración económica y comercial de la región, me refiero a su joven, creativa y responsable fuerza laboral”.
“En la historia de nuestras relaciones hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos de cooperación y convivencia”, señaló.
Recordó hechos y hazañas históricas que han atravesado ambos países, como la ayuda de México a Estados Unidos durante la segunda guerra mundial, por medio de mano de obra y materia prima. Entre otros momentos que han dado vida a la “peculiar convivencia” en la que algunas veces somos “vecinos distantes y otras, amigos entrañables”.
Aunque en el aspecto económico y social el discurso del presidente Obrador mostró una posición firme y por momentos agresiva, en defensa de los derechos de los trabajadores y de los casi 38 millones de connacionales que viven en Estados Unidos así como de los más de 1.5 millones de norteamericanos que viven en México; en el aspecto político evidenció una vez más, la dependencia del gobierno de México a la Casa Blanca, continuando con la tradicional política binacional de sus antecesores.
“Presidente Trump: Como en los mejores tiempos de nuestras relaciones políticas, durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios y lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted, comprensión y respeto”, aseguró López Obrador.
Quien fuera autor del libro titulado “Hey Trump”, que crítica las políticas migratorias y económicas de la administración norteamericana; ya como presidente de México le agradeció su “comprensión” y “ayuda” en temas de comercio y salud, pero sobre todo, “lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada que vulnere nuestra soberanía”, apuntó.
Además, añadió que (Trump) “no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que ha respetado la condición de nación independiente” esto pese a las constantes intervenciones en temas de seguridad y el despliegue de las fuerzas federales mexicanas para detener el flujo migratorio de Centroamérica a Estados Unidos, una instrucción directa de Washington.
Así mismo, expresó al pueblo de Estados Unidos, que su presidente “ha tratado a México como un país digno, democrático, libre y soberano”, aunque la gran mayoría de los mexicanos tengan una idea muy diferente.
No ha pretendido tratarnos como colonia, sino que ha respetado la condición de nación independiente: López Obrador a Donald Trump.
“Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevarnos de manera inevitable al enfrentamiento, afortunadamente ese mal augurio, no se cumplió y considero que no habrá motivo ni necesidad de romper las relaciones entre ambos países”, declaró Obrador.
Sobre el debate que despertó su visita, señaló que él decidió asistir para agradecerle al pueblo de Estados Unidos, a su gobierno y al presidente Trump, “por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos”.
Para concluir su intervención, Andrés Manuel López Obrador gritó: “viva Estados Unidos de América, que viva Canadá, que viva nuestra América, viva México, viva México”, para después concluir la ceremonia y esperar a la cena de gala.
A dicho evento, el primer presidente de México emanado de un movimiento de izquierda, fue acompañado por el sector empresarial que controla la economía mexicana desde hace varias décadas, representantes de las empresas a quienes el propio mandatario ha calificado como miembros de “la mafia del poder”, aunque ahora muchos de ellos son parte de su Consejo Asesor.
Entre los asistentes figuraron Ricardo Salinas Pliego (Grupo Salinas), Carlos Hank González (Grupo Financiero Banorte), Bernardo Gómez (Grupo Televisa), Olegario Vázquez Aldir (Grupo Empresarial Ángeles) y Daniel Chávez (Grupo Vidanta).
También fueron Carlos Slim el hombre más rico de México; Carlos Bremer director de la financiera más redituable del país y quien se ha mostrado como un gran aliado del Presidente Obrador, así como Patricia Armendáriz la única mujer de la delegación mexicana y a quien debemos la mayor parte de la información que se tiene sobre esta cena privada.
Por parte de Estados Unidos asistieron los directivos de los corporativos más importantes en todas las ramas del sector productivo, tecnológico y financiero del país.
A través de su cuenta de Twitter, la empresaria chiapaneca informó en tiempo real el evento, compartiendo fotos de invitados, ponentes, incluso del menú que sirvieron.
Estas son algunas de las escenas que compartió la coprotagonista de Shark Tank, a reserva de que sea el propio Obrador el que presente el balance de su primer viaje al extranjero como Jefe del Estado Mexicano y su encuentro con el presidente norteamericano más racista y xenófobo de las últimas décadas.