La Secretaria del Trabajo del Estado de Oaxaca, Edith Santibáñez Bohórquez, ha sido señalada por respaldar a organizaciones sociales e incluso a autoridades municipales, para iniciar movilizaciones y protestas como medio de presión para que el gobierno del estado, cumpla con sus demandas, las cuales poco o nada, tienen que ver con la dependencia a su cargo. 

De acuerdo a las denuncias públicas, la titular no cumple con las funciones que le encomendó el gobernador y que le confieren el puesto, por el contrario, emplea recursos de la institución para promover fines personales y de su grupo político, con la intención de contender nuevamente por una diputación local o federal, tras haber sido derrotada en la pasada elección. 

Uno de los principales conflictos que alimenta la funcionaria estatal, apuntan, es el de los comuneros de Tilzapote, a quienes asesora como abogada, defendiéndolos de un abusivo despojo de más de 300 hectáreas en la Costa oaxaqueña, una de las zonas con mayor plusvalía en la entidad gracias a la supercarretera a la Costa que impulsa el gobierno federal. No obstante, la servidora pública incurre en diversas faltas, haciendo uso indebido de recursos públicos y poniendo en riesgo los avances en el proceso al fungir como representante jurídica y funcionaria de gobierno al mismo tiempo. 

Por otro lado, Santibáñez Bohórquez también estaría complicando los acuerdos con los gremios sindicales, con quienes negocia para que ejerzan presión hacia la administración estatal y reciban prebendas que deben compartir con ella. Situación similar a la que se vive con la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a quienes la Secretaria del Trabajo estaría apoyando para “doblar” al gobernador Salomón Jara y entorpecer las actividades del Secretario de Gobierno, Jesús Romero. 

Otro tema es la turbia relación que se ha gestado con la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, siendo del dominio público en ambas dependencias, que el equipo de la titular de la Secretaría del Trabajo, gestiona fallos a favor o en contra, tanto de empleados como de empleadores, dependiendo de quién haga la mejor oferta. 

Repitiendo las viejas prácticas del pasado, cuando el exgobernador Gabino Cué Monteagudo, creó la dependencia, la cual fue calificada como una de las más ineficientes y opacas, lo que la llevó a su desaparición en el siguiente sexenio, renaciendo en el actual como una cuota electoral que en nada ha servido al desarrollo laboral del estado. 

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