Hablemos de política, por Diego Martínez Sánchez
Gracias a investigadores como Richard N. Bennett y Roger M. Wallsgrove, autores del estudio titulado: “Metabolitos secundarios en los mecanismos de defensa de las plantas”. Sabemos que la naturaleza desarrolla mecanismos para adaptarse y defenderse, algunos sumamente eficientes y en muchos casos, mortales para sus “depredadores” como plagas, el clima, animales, insectos e incluso el ser humano.
Dichos métodos incluyen la creación de sustancias químicas que pueden persuadir a los depredadores para no consumirlas o incluso atraer “aliados” que les ayuden a controlar plagas y parásitos.
Otras pueden crear defensas físicas como las espinas, así como las tiene el rosal, el cactus o el nopal.
Y aunque a la vista las espinas pueden parecer peligrosas, generando una sensación de rechazo o de temor, para algunas plantas es su mejor y quizás, única opción para sobrevivir ante las adversidades del ambiente.
Una situación similar a la que enfrenta la llamada “Primavera Oaxaqueña” que encabeza el morenista Salomón Jara Cruz pero que en dos años, no ha logrado florecer pese a contar con el escenario social, político y económico ideal, para ello.
Quizás sea porque Oaxaca tiene depredadores muy voraces y el clima (político) no siempre es el ideal. Por lo que los organismos que integran esta primavera, han comenzado a desarrollar sus propios mecanismos de defensa.
Al igual que las plantas, atrajeron polinizadores (operadores) para dispersar sus semillas, así como agentes especiales que eviten el crecimiento de plantas que consideran perjudiciales y sobre todo, mantengan en control a cualquier plaga que busque avanzar.
Pero al parecer, eso no ha sido suficiente. Por lo que se han adaptado físicamente. En este caso a través del Partido Verde, el cual le fue despojado al exgobernador José Murat por razones aún desconocidas, aunque una traición de Raúl Bolaños es menos probable que la de Estefan Gillessen.
De cualquier forma, el golpe está consumado y todo parece indicar que será el hoy Diputado Federal por dicho instituto político, Alejandro Avilés Álvarez, la nueva “espina” que defenderá a la primavera oaxaqueña. Y aunque existen los riesgos, como en el Maguey, que la espina termine rompiendo la penca, por el momento, estas alianzas son su mejor opción.
Conocido por sus habilidades para negociar con todos los grupos políticos, el excontrincante de Salomón Jara por la gubernatura, será su nueva defensa ante viejos enemigos. A quienes Avilés Álvarez conoce muy bien y con quienes mantiene una afrenta personal al haberlo traicionado al grado de tener que dejar su partido.
Pero todo dependerá de su efectividad, porque las lealtades y compromisos, son temas de la naturaleza humana, y esa es mucho más complicada que cortar un Rosal con las manos.
Porque algunas plantas pueden ser hermosas pero muy peligrosas, mientras que las más opacas pueden ser las más beneficiosas.
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