Hablemos de Política
Con menos de tres meses en el cargo, la Presidenta Claudia Sheinbaum y su gobierno enfrentan más conflictos internos de los que debería. Y pareciera que ella no puede hacer absolutamente nada, como si alguien intentara limitarla para demostrar que el poder no está en Palacio Nacional.
Como ejemplo está la división morenista en el Poder Legislativo, cuya actividad política regida por la mayoría oficialista, obedece, por un lado, a los intereses del pasado y no a la actual agenda presidencial y, por el otro, a las ambiciones personales de unos cuantos.
Lo que ha llevado a una confrontación directa entre Ricardo Monreal, Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados y, el dirigente de la bancada en el Senado, Adán Augusto López Hernández.
Siendo este último quien acusó a su compañero de partido, Ricardo Monreal, de ejercer de manera irregular los recursos del Senado en el período pasado, cuando el exgobernador de Zacatecas ocupó la presidencia de la Junta de Coordinación Política, por seis años.
Contratos irregulares por cientos de millones de pesos; asignaciones directas y supuestos malos manejos del fideicomiso del Senado que cuenta con más de mil millones de pesos, son algunos de los señalamientos.
Acusaciones que el también exdelegado de la Alcaldía Cuauhtémoc, ha negado, asegurando que se realizaron diversas auditorías a su gestión.
Y sobre el reclamo que hizo Adán Augusto por un recorte de entre 150 y 260 millones de pesos al presupuesto del Senado, el coordinador de los Diputados de Morena aseguró que no existe tal, por el contrario, hay un incremento de 100 millones aseguró al señalar que su homólogo en la Cámara Alta conocía el proyecto y estaba de acuerdo con las cifras presentadas.
Dejando entrever que las declaraciones en su contra eran “fuego amigo”.
¿Quién puede más, Adán o Monreal?
Pero el “amigo” no es cualquiera; Adán Augusto López Hernández es de los personajes más cercanos al expresidente López Obrador, cuya lealtad le da la facultad de dictar las órdenes que los esbirros disfrazados de legisladores, deben acatar sin cuestionar. Instrucciones que según él, vienen de Palacio, pero no precisa cuál.
Con una larga trayectoria en la política mexicana, plagada de derrotas y desencuentros como la del propio Andrés Manuel, el exgobernador de Tabasco y extitular de la Segob, ha demostrado en varias ocasiones que su nivel de influencia -el menos en el sexenio pasado- era prácticamente la misma que el titular del Ejecutivo Federal.
Y aunque su amigo lo dejó en el mayor pesto de poder disponible, el escenario podría cambiar si continúa intentando pasar por encima de su jefa política, como si fuera una “mujer” a la que también puede manipular.
Mientras que Ricardo Monreal hoy tiene a su disposición la Cámara de Diputados, donde hace y deshace a su antojo, negociando comisiones y repartiendo asignaciones.
Incluso fomentando el fraude legislativo al intentar pasar desapercibido el voto fantasma de su íntimo amigo, líder sindical y también diputado federal, Pedro Haces Barba.
Nacido en el PRI y formado en el PRD bajo el cobijo de López Obrador, quien le permitió llegar a la gubernatura de Zacatecas bajo la bandera del Sol Azteca tras traicionar al tricolor; Ricardo Monreal Ávila es el “líder” de una familia con gran influencia económica y política en el país.
Su hermano David Monreal es el actual gobernador de Zacatecas, otro de sus hermanos, Saúl Monreal, es Senador de la República, anteriormente fue Presidente municipal de Fresnillo, uno de los municipios más violentos del país.
Y como premio de consolación, su hija Catalina Monreal fue nombrada como directora del recién creado Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), tras perder la Alcaldía Cuauhtémoc frente a Alessandra Rojo de la Vega, a quien intentaron tirar por todos los medios posibles pero fracasaron.
Así como seguramente fracasará su intento por marcar una agenda propia, ignorando las instrucciones o “solicitudes”, que emiten desde el gobierno federal. Actitudes que ha señalado el propio Adán Augusto en medio de su confrontación.
¿Y Claudia?
Dejando la duda de hasta dónde llegarán o hasta dónde permitirá la Presidenta que llegue esta discusión.
Públicamente ya dijo que son temas menores. Que “así son ellos”, pero en privado, está desesperada porque los muchachos ya no le hacen caso.
Y por lo pronto, le arruinaron su cena navideña al no lograr la aprobación de diversas reformas en la Cámara de Diputados. Por lo que posiblemente tengan que llamar a un período extraordinario para darles trámite.
No obstante, cada día se vuelve más difícil ocultar que en ambas cámaras, los intereses cupulares y personales, están por encima del proyecto de gobierno que intenta encabezar la primera mujer Presidenta de México.
Quien también libra -a la distancia- otra batalla con el Poder Judicial, pero no con el que se resiste a desaparecer, sino con el naciente proyecto judicial emanado del sector más radical del obradorismo.
En el cual, el exministro Arturo Zaldivar podría convertirse en el próximo “gran inquisidor” y por ende, el brazo ejecutor del expresidente. Porque ha hecho más que evidente, que su lealtad está en Palenque.
Pero eso será otro tema. Al tiempo…
