3 diciembre, 2024 2:27 AM
San Pedro y San Pablo Ayutla

Asamblea de entrega de obra en San Pedro y San Pablo Ayutla, 30 de diciembre. Cortesía.

En lo que ha sido calificada como una nueva simulación y un engaño a la ciudadanía, el Gobierno de Alejandro Murat a través de la Comisión Estatal del Agua (CEA), entregó por segunda ocasión, una obra de agua potable incompleta y que no ha solucionado el desabasto del vital líquido en la comunidad de San Pedro y San Pablo Ayutla, en la Sierra Mixe de Oaxaca.

El pasado 30 de diciembre, a través de redes sociales, comunicados y desplegados en medios nacionales y locales; el gobierno de Oaxaca aseguró que “las más de 3 mil familias de este municipio de la zona Mixe cuentan con el servicio de agua potable”.

Incluso envió un boletín titulado: “Concluye Gobierno del Estado obras de infraestructura hídrica. Los hogares de San Pedro y San Pablo Ayutla ya tienen agua“. Sin embargo, habitantes de la comunidad aclararon que hasta este lunes 4 de enero, aún no cuentan con el servicio. Versión respaldada y confirmada por el recién electo Presidente del Comité de Agua Potable, Isaías Domínguez Ramírez.

“En Ayutla Mixe seguimos sin agua en nuestras casas ni del manantial ni de un pozo”, señaló una de las más de tres mil personas afectadas por el desabasto de agua desde el año 2017, cuando un grupo armado se apoderó del manantial que alimentaba a la comunidad, así como de 25 predios colindantes, destruyendo cerca de 400 metros de tuberías, dejando a cientos de familias sin acceso a este servicio básico.

También se denunció el asesinato de un poblador de Ayutla a manos del grupo armado, al igual que la violación de varias mujeres de la comunidad, pero ninguno de los casos ha tenido avances en la Fiscalía General del Estado.

Tras varios años de litigios, el 30 de julio del 2020 el Juez Tercero de Distrito, Armando Chiñas Fuentes emitió la sentencia 795/2017, ordenando al gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, “agotar todos los medios a su alcance” para la reconexión al agua, y respetar el volumen de metros cúbicos autorizados en la concesión otorgada a la comunidad Mixe de 1999; no obstante, hasta el momento esa orden ha sido ignorada.

Por el contrario, la administración muratista optó por realizar una obra que de acuerdo al gobierno del estado, “requirió la perforación de un pozo profundo de 95 metros lineales; la construcción de un tanque de almacenamiento, así como el trazado y tendido de más de 3 kilómetros de tubería. Además de la ampliación de la red eléctrica para alimentar las bombas, se realizó el suministro e instalación de 36 módulos fotovoltaicos, la construcción de un tanque de regularización de 30 metros cúbicos con caseta de cloración, el suministro y colocación de tres líneas de conducción, tres cajas rompedoras de presión, el cercado perimetral en tanques de almacenamiento, entre otras acciones”. Todo ello con una inversión superior a los 4.9 millones de pesos.

Aunque la obra fue inaugurada por primera ocasión el pasado 4 de diciembre, en un evento encabezado por el propio gobernador Alejandro Murat, la comunidad criticó la simulación al evidenciar que la obra no estaba funcionando ya que estaba incompleta, por lo que la CEA, a cargo de Hector Pablo Ramírez Puga, debió recular y reconocer que aún tenían labores pendientes.

Pese a ello, la situación se repitió en la segunda “entrega”, al declarar que las familias ya contaban con el vital liquido, cuando no es así, indicaron. Además, cuestionaron el método empleado en esta ocasión para simular la entrega de la obra, al realizar una asamblea con muy pocos asistentes, una evidente inversión en difusión en medios de comunicación, así como el haber empleado los días festivos y la transición de autoridades, para evitar los cuestionamientos públicos.

Por ello, los habitantes de San Pedro y San Pablo Ayutla exigen que se cumpla la orden emitida por el juez y se deje de jugar con la necesidad de más de tres mil personas, mujeres, niños, niñas y adultos mayores que tienen derecho al agua y al uso de sus propios recursos.

También demandaron un alto a la simulación en la entrega de obras, lo que –dijeron– solo sirven para alimentar el ego de funcionarios públicos y no resuelven las verdaderas necesidades de la comunidad, por el contrario, generan división y confrontamientos al interior de la misma.