La Secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, informó que como parte de la estrategia para el regreso a las clases presenciales, se determinó que no suspenderán actividades en las escuelas donde se presenten casos positivos de COVID-19.
“Tenemos transmisión comunitaria, entonces no es una lógica de cerrar la escuela, es la lógica de trabajar como se trabaja en los albergues, en los asilos, en todos los espacios que tienen personas que conviven estrechamente”, señaló.
“Se hace una intervención selectiva a las áreas que fueron afectadas, puede ser un salón, dos salones, en esa lógica es que se estará trabajando”, explicó.
Detalló la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM) será quien tenga la última palabra sobre el cierre o apertura de escuelas, mientras el Gobierno local apoyará en lo que se requiera.
La secretaria sostuvo que aún se valora la aplicación de pruebas aleatorias en alumnos y maestros dentro de las escuelas. No obstante, puntualizó ya se cuentan con los quioscos de pruebas COVID-19 abiertos a la población y se han aplicado alrededor de 3.4 millones de pruebas en la capital.
Indicó que ya se cuenta con un protocolo de atención en el que se realiza un reporte epidemiológico y de inmediato acude una brigada de la Jurisdicción Sanitaria a la escuela donde se detectaron contagios.
“Se traslada una brigada, se hace el cerco epidemiológico, la valoración. En caso de requerir muestras, se canalice a los centros de salud donde se toman muestras y se hace este mecanismo”, señaló.
Entonces –añadió– se realiza la investigación de contactos directos con las personas contagiadas y se procede a su aislamiento inmediato.
El anuncio se da 8 días antes del inicio de clases establecido por el gobierno federal, el cual será el próximo 30 de agosto.
Al corte de este domingo, la Ciudad de México reporta más de 869 mil casos de COVID-19, así como 37,043 decesos a causa de esta enfermedad.