*Por Juan Carlos Hernández A.

En la encrucijada de enfrentar a los diputados del Congreso de la Unión y de velar por los intereses legítimos de una institución de Estado que no de gobierno, como lo es el INE, se presentó el Consejero Presidente del órgano electoral Lorenzo Córdova Vianello, a la comparecencia para responder, como en botica de todo, y a quien le cuestionaron quizá menos del tema central: el presupuesto a utilizar en el siguiente proceso electoral y de la revocación de mandato.

La magnífica postura del compareciente fijó la agenda de las temáticas en la virtud de ser congruente, paciente y el manejo de la inteligencia emocional, lo que generó un entendimiento de nivel conciliatorio, y claro, un tanto cuanto de debate en torno a temas que no aportaron más que gritos, reclamos y calificativos sin sustento y sentido; ello se entiende así,  pues el parlamento es el espacio en donde la discusión tiene que darse con toda la intensidad, empero, los insultos no sirven para nada, solamente para que el ciudadano vea quién es quién y dónde hay argumentos y dónde no.

Con toda oportunidad Córdova Vianello, alertó sobre los ataques que van directamente enfocados a tratar de minar la autonomía de los órganos electorales, “de debilitarlos o, en todo caso, de construir narrativas que puedan ser utilizadas por los actores políticos a partir de los resultados electorales” y acotó: “Es un fenómeno propio de la demagogia antidemocrática y de la narrativa contraria a la estabilidad política de nuestras naciones y, sobre todo, contraria a la natural e inevitable lealtad a las reglas del juego democrático que es indispensable por parte de los actores políticos”.

Siendo ello así, entendemos que la democracia es una de las inversiones públicas más importantes que han hecho las y los mexicanos en las últimas décadas, pero también una de las que más le ha retribuido, ya que contribuye a la estabilidad social, económica y a la gobernabilidad democrática. Comparecer para explicar las fortalezas y el quehacer diario del INE, fue un hecho inédito, pues no hay precedente que indique antes se hubiese realizado dicho acto y que resultó afortunado para propios y extraños.

Lo que se apreció fue un reclamo de algunas fracciones partidistas específicas, que en todo momento fueron atendidos con total respeto y diplomacia, por el compareciente, quien con datos, estadística, y opinión sustentada, dejó en claro la postura institucional y oficial del INE. Por cierto el presupuesto solicitado por el INE, excluyendo las prerrogativas de los partidos políticos, representa el 0.27 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación proyectado para 2022; ante ello si se quitan los recursos de la Revocación de Mandato y de la Consulta Popular, es de apenas 20 centavos de cada 100 pesos del gasto público o, lo que es lo mismo, sólo uno de cada 500 pesos.

El INE, así como los órganos constitucionales autónomos en los pesos y contrapesos constitucionales, son fruto de un proceso evolutivo y progresivo de la dinámica de la democracia, por lo que el ideal de las comparecencias ante el poder legislativo de cualquier entidad pública, deberán ser de sobrada ganancia; es loable que se realicen estos ejercicios ante la Cámara de Diputados, quienes al final contarán con más elementos de información específica sobre los temas que se relacionan con el quehacer de instituciones autónomas.

*El autor es Maestro en Gestión Social y Políticas Públicas.

Artículo publicado en la revista Opinión Política.

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