Es un tema de calidad moral, de compromiso social y de credibilidad de quien presenta las propuestas. En este caso el abanderado tricolor, Alejandro Avilés.

Hablemos de Política

Por Diego Martínez

Dicen que prometer no empobrece, pero sí te compromete. Al menos si quien ofrece le da el mínimo valor a su palabra, su imagen y su reputación. Caso que puede ser muy poco frecuente en el sector político mexicano, particularmente en el oaxaqueño, donde cada sexenio se presentan las mismas propuestas para erradicar la pobreza histórica del estado, el rezago, la marginación y el olvido que han provocado décadas de saqueo y corrupción. 

Palabras que nunca se convierten en realidad, no solo por la falta de voluntad o capacidad de quienes llegan a gobernar, también por la ambigüedad con la que se presentan las propuestas y planes de trabajo en el período electoral. 

Es muy fácil decir que se erradicará la corrupción, se acabará la violencia y lograremos el desarrollo colectivo esperado, pero ha quedado demostrado que esas promesas son imposibles de cumplir si no se traza una ruta adecuada, que permita alcanzar dichos objetivos en un período de tiempo real con resultados tangibles y medibles. 

Elementos que han sido los grandes ausentes en varios procesos electorales. Los cuales se han desarrollado en un ambiente de ilusiones, engaños, mentiras y promesas incumplibles. Pero no siempre ha sido así. También han existido propuestas que pueden incidir de manera directa en la vida de millones de personas, ofreciéndoles mejores condiciones y oportunidades de crecimiento profesional, personal y económico. 

En medio de esta transición se encuentra “La Tripleta”, una propuesta que presentó el Candidato común del Partido de la Revolución Democrática y el Revolucionario Institucional al Gobierno de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, y que se ha convertido en una de sus principales banderas para convencer al electorado que decidirá el futuro del estado el próximo cinco de junio. 

La idea parece “sencilla”. Se trata de una tarjeta física con la que accedes a diversos apoyos sociales, desde becas escolares y acceso a estancias infantiles que administraría el DIF Estatal, hasta subsidios del 30% para el pago de servicios como luz, gas o internet. 

También incluirá un seguro por desempleo para mujeres, con el que el estado otorgará un apoyo de 3 mil pesos hasta por tres meses. Además, en la Tripleta se incluye el proyecto “Médico en tu casa”, para que los adultos mayores puedan recibir consultas y medicamentos gratuitos para prevenir enfermedades como diabetes e hipertensión. Dos de los mayores retos en materia de salud que enfrentan la entidad y el país. 

Con el mismo programa las mujeres podrán realizarse estudios de detección de cáncer de mama, servicios ginecológicos, medicina preventiva y atención dental por parte del estado. 

En materia de movilidad, una de las grandes deudas que dejará el gobernador actual; Avilés Álvarez propone una tarifa especial de tres pesos para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad que viajen en el transporte público urbano. 

Para incentivar el desarrollo económico y apoyar el talento emprendedor local, la Tripleta permitirá el acceso a planes de financiamiento  bajo el esquema “Primeros Pasos”, enfocado para negocios personales o familiares. 

Hasta aquí todo suena muy bien, sobre todo ante la crisis económica, social y de salud que provocó o evidenció la pandemia. Pero la pregunta es inevitable: ¿de dónde sacarán el dinero para todo esto? 

La respuesta podría ser muy sencilla e incluso se ha dicho en reiteradas ocasiones, solo que desde otro foro y con otros proyectos, pero el fin es el mismo: “acabando con la corrupción”.

Porque desde hace décadas Oaxaca cuenta con los recursos necesarios para lograr abatir la pobreza y marginación, pero ha sido esa corrupción enquistada en cada eslabón la que no lo ha permitido, sometiendo al pueblo oaxaqueño a incontables tragedias. Todo por la falta de “algo”. Carreteras, hospitales, escuelas, entre muchos otros proyectos sociales y de infraestructura que debían aportar al crecimiento de la entidad y mejorar las condiciones de vida de las familias oaxaqueñas, pero no lograron hacerse realidad gracias al desvío de recursos públicos. 

Y no es un tema de partidos, tanto en el PRI y el PRD como en el PAN, PT, Verde Ecologista, Movimiento Ciudadano (antes Convergencias), el PUP, Nueva Alianza y por su puesto Morena, existen personajes que pudiéramos calificar como los responsables de haber robado el futuro de generaciones de oaxaqueñas y oaxaqueños. 

Es un tema de calidad moral, de compromiso social y de credibilidad de quien presenta las propuestas. En este caso el abanderado tricolor, Alejandro Avilés. Un hábil político que ha convertido el arte de la negociación en una redituable influencia política, la cual se sustenta en que al menos la mayoría de las veces, cumple lo que promete, tanto con los grupos de oposición como al interior de su partido, en donde junto a su dirigente Javier Villacaña, se ha convertido en el factor de unidad que desapareció con la llegada de un segundo Murat al gobierno estatal. 

La Tripleta es sin duda una propuesta controversial, pero hasta el momento es la única que pareciera responder a necesidades y problemáticas reales con soluciones puntuales. Faltará ver si en las próximas semanas los equipos de campaña presentan mejores ideas y sobre todo, concretas, posibles y legales. Las cuales deberán hacer llegar al mayor número de ciudadanos antes de la jornada electoral.

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