Ciudad de México.– La captura, extradición y colaboración de Emilio Lozoya Austin puede ser la “ayuda” que necesitaba el Presidente Andrés Manuel López Obrador para ejemplificar una lucha real en contra de la corrupción y la impunidad.

El exdirector de Pemex arribó el viernes a México extraditado desde España, para enfrentar acusaciones de corrupción durante su paso por la función pública en el gobierno de Enrique Peña Nieto, al igual que en su campaña presidencial.

De acuerdo a información del gobierno federal, Lozoya aportará diversas pruebas incluido material audiovisual en donde se evidencia la participación de legisladores y funcionarios en actos de corrupción, lo que podría afectar directamente al expresidente y a sus colaboradores más cercanos.

El exfuncionario, arrestado en Málaga en febrero, llegó a la Ciudad de México durante la madrugada del viernes. Imágenes de televisión mostraron el momento en que aterrizó el avión en el aeropuerto Benito Juárez de la capital, no obstante, después de tres horas de haber arribado, Lozoya permanecía dentro del hangar de la Fiscalía General de la República (FGR) para efectuar protocolos de salud y otros trámites.

Al final, el colaborador peñista fue trasladado a un hospital privado para atender un supuesto cuadro de anemia, aunque las autoridades españoles descartaron cualquier enfermedad a la hora de partir a tierra Azteca.

Esto obedece al acuerdo previo con las autoridades mexicanas, para que Emilio Lozoya colabore en los diversos casos de corrupción y desvío de recursos públicos que podrían resultar de las investigaciones que realiza la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto Castillo.

En este sentido, el Senador Ricardo Monreal indicó que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), es un testigo colaborador de acuerdo con la Ley Federal a Protección a Personas.

“La Fiscalía General de la República (FGR) imputa al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, los delitos de asociación delictuosa; operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho, tres delitos que establece la Constitución y la materia penal”, explica el líder del Senado de Morena.

Añade que es un testigo colaborador ya que accede voluntariamente a ofrecer información eficaz con su testimonio o aportando medios de prueba para investigar, procesar y sentenciar a otros sujetos.

Indicó que será el Ministerio Público el que determinará los criterios de oportunidad para el ejercicio de la acción penal, por lo que la aplicación de los mismos extingue la acción penal o reduce la probable pena por el delito infringido. Siendo el MP quien resuelva sobre este tema, por lo que aún falta decretar las medidas de protección que pueda alcanzar al testigo o a personas relacionadas con él.

Añadió que en México no hay precedentes sobre este combate a la corrupción, y destacó que por primera vez se actúa contra quienes se creían “intocables”.

Pidió que tengamos confianza y aseguró que: “No hay ni habrá, pactos de impunidad”.

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