La Diputada Liz Arroyo, el Regidor René Ricárdez, el Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri (Imagen: El Cuenqueñito)

La Diputada Liz Arroyo, el Regidor René Ricárdez, el Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri (Imagen: El Cuenqueñito)

El Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, institucionaliza la violencia sexual en contra de las mujeres, al brindar protección e impunidad al Regidor René Ricárdez Limón, quien a pesar de haber sido denunciado por una de sus colaboradoras por acoso sexual, continúa operando en total libertad y plena cercanía con el edil capitalino. 

La violencia sistémica que enfrentan millones de mujeres cada día, se traduce a muchas formas, desde el aspecto laboral, hasta la libertad económica, familiar y sexual. Todas ellas vigentes gracias a la impunidad que se ofrece desde las instituciones, hacia los agresores. Siendo el hostigamiento y acoso sexual uno de los principales problemas que enfrentan.

Activistas y especialistas en la materia, han señalado que el acoso sexual representa un grave daño a la libertad y desarrollo psicosexual de niñas y mujeres, además de ser una forma de violencia que atenta contra sus derecho a ocupar libre y dignamente espacios que “habitamos de manera cotidiana como son la calle, la escuela, el trabajo y las redes sociales”.

Y aunque las cifras locales actuales no son muy claras, para mediados del 2022 el municipio de Oaxaca de Juárez, presidido por el morenista Francisco Martínez Neri, presentaba la mayor incidencia de registros de delitos sexuales en todo el estado, conformado por 570 municipios.  

De los casos denunciados, se reportaron 59 por abuso sexual, 13 por motivos de acoso y 20 asociados a violaciones, de acuerdo a los datos consignados en la Plataforma de Violencia Feminicida de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca.

Y aunque estos delitos están tipificados en el Código Penal del Estado, los altos niveles de impunidad y complicidad, son de los mayores retos a vencer por parte de las víctimas, quienes muchas veces son revictimizadas, desacreditadas y continúan siendo violentadas. Por ello el papel que realizan las instituciones es fundamental para lograr la erradicación y sanción de estos actos deleznables. 

En marzo de 2023, más de 300 adolescente y mujeres de entre 15 y 25 años de edad, salieron a las calles de Oaxaca para denunciar el acoso sexual y la violencia de género de la que son víctimas por parte de maestros y personal de sus centros de trabajo, como el Colegio de Bachilleres del estado de Oaxaca número 1, y en dos Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis), así como la Universidad La Salle. 

Por medio de pancartas y un tendedero de denuncia pública, las alumnas y maestras, hicieron señalamientos directos hacia sus agresores, quienes han sido protegidos y amparados por las propias instituciones educativas. 

“Gente del plantel ha intentado tocar a mis compañeras, o han dicho que si pueden ir a sus casas para asesoramientos privados que son un peligro para las compañeras, se han hecho demandas, se han hecho cosas, pero no cambian”, declaró una estudiante a la agencia informativa EFE. 

Las jóvenes también evidenciaron a sus propios compañeros de clases que han ejercido violencia de género creando grupos de mensajería instantánea para circular fotografías de sus compañeras.

Pero las demandas de justicia y un alto a la violencia han sido ignoradas, como lo dejó claro la directora del Cbtis número 26, quien dijo a medios que desconocía las acusaciones pero reconoció que sí existió al menos un caso de un profesor que violentó a las alumnas durante 2022, el cual fue retirado del grupo pero continuó laborando en la escuela, de acuerdo a los “protocolos”.  

Situación similar a la del Regidor del Partido Morena en el ayuntamiento capitalino, René Ricárdez Limón, quien fue denunciado ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer por Razón de Género, por haber acosado de forma sexual a una trabajadora municipal, a quien también amenazó con despedir si continuaba con el proceso legal en su contra. 

El caso fue expuesto ante el Cabildo de Oaxaca de Juárez, en donde las Regidoras Jocabed Betanzos, Mirna López e Irasema Aquino, exigieron que se diera seguimiento al tema y se actuar conforme a la Ley, salvaguardando los derechos y la integridad de la mujer violentada. 

Incluso el propio Regidor Ricárdez Limón reconoció que sí existieron comentarios inapropiados y de índole sexual de su parte hacia la víctima. 

De acuerdo al Artículo 241 Bis del Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Oaxaca, comete el delito de hostigamiento sexual el que valiéndose de su posición jerárquica o de poder derivada de la relación laboral, docente, doméstica, religiosa, familiar o cualquiera otra que genere subordinación, asedie a otra persona solicitándole favores o propuestas de naturaleza sexual para sí o para un tercero, o utilice lenguaje lascivo con ese fin, causando daño o sufrimiento psicoemocional que lesione su dignidad. 

También refiere que al responsable, se le impondrá prisión de dos a cuatro años, multa de doscientas a cuatrocientas veces el valor de la unidad de medida y actualización. Y si la persona hostigadora fuese servidor público, docente o ministro de culto y utilizare los medios o circunstancias que el encargo le proporcione, además de la pena prevista, se le destituirá de su empleo, encargo o comisión y se le inhabilitará para desempeñar otro por un lapso igual al de la pena de prisión impuesta, que iniciará una vez que haya compurgado la pena privativa de la libertad. Y en caso de reincidir en la comisión de este delito, se le inhabilitará definitivamente. 

También señala que si a consecuencia del hostigamiento sexual la víctima pierde o se le obliga a abandonar su trabajo, por esta causa, la reparación del daño consistirá en la indemnización por despido injustificado, teniendo en cuenta su antigüedad laboral, al doble de lo previsto en la Ley Federal del Trabajo o del contrato respectivo. 

Sin embargo, pese a existir un marco legal para atender estos delitos, el Ayuntamiento capitalino ha decidido hacer caso omiso, al grado que es el propio Presidente municipal, Francisco Martínez Neri quien ha brindado su total respaldo y con ello, impunidad, al Regidor denunciado. Quien lo ha acompañado a diversos eventos públicos como uno de sus asesores más cercanos, tal y como lo hizo en una rueda de prensa donde denunció una supuesta campaña negra en su contra. 

Pero nada dijo sobre el proceso que debería estarse siguiendo al interior del municipio que dice gobernar para detener el hostigamiento sexual en contra de las mujeres. Ya que la denuncia interpuesta no es la única existente. 

De acuerdo a empleadas municipales, el acoso sexual es constante y se presenta en diversas áreas, incluida la de seguridad pública, donde las mujeres son víctimas de estos delitos por parte de sus superiores, quienes las amenazan con perder el empleo si se atreven a denunciar. Amparados en que a ellos no les harán nada tal y como sucede con René Ricárdez, quien también fungió como director de la policía vial de Oaxaca de Juárez. 

Por ello, el temor crece ante la impunidad y la institucionalización de la violencia sexual en contra de las mujeres, que se gesta en la administración de Martínez Neri, quien se ha enfocado en buscar la reelección pese a no existir un solo resultado positivo de toda su gestión.  

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