Con 49 votos a favor el Congreso de la Ciudad de México aprobó las reformas al Código Penal para tipificar esta práctica que pretende "curar" la homosexualidad.

Ciudad de México.- Al considerar que son “tratos crueles, inhumanos o degradantes que atentan contra la dignidad humana”, el Congreso capitalino aprobó tipificar como un delito las llamadas terapias de conversión.

La iniciativa fue aprobada con 49 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones.

Los legisladoras señalaron que estas terapias atentan contra el libre desarrollo de la personalidad e identidad sexual aquellos que son sometidos a esta práctica que pretende “curar” la homosexualidad.

Con esta modificación al Código Penal de la capital, quien obligue o practique “sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos con la aplicación de violencia física, moral psicoemocional, con tratos crueles, inhumanos o degradantes en contra la dignidad humana” con el fin de menoscabar la orientación sexual, identidad y orientación de género, será acreedor a una sanción que va de 2 a 5 años de prisión y de 50 a 100 horas de trabajo comunitario.

Además, se establece un agravante si la persona que recibe la terapia es menor de edad, por lo que la pena se aumentará en una mitad.

El dictamen aprobado en sesión extraordinaria contempla la reforma del artículo 206 bis al código penal local para sancionar los tratamientos de las actividades que atentan contra la libre autodeterminación en materia de género de las personas.

Los “Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género”, conocidos como Ecosig, han sido ampliamente criticadas por atentar contra garantías individuales, así como por generar daños físicos y psicológicos.

Estos tratamientos engloban maltrato físico, privación de la libertad, violencia económica y hasta violaciones grupales con el pretexto de “curar” a gais, lesbianas o personas de su sexualidad o identidad de género.

De acuerdo con el reporte What Harm is it? Conversion Therapy Survivors (2019), el 74% de las personas que sufrieron estos tratamientos aseguró sentirse “dañado”, “muy dañado” y “devastado en la vida”; y en su mayoría señalan que como resultado de dichas terapias sufrieron o reforzaron sentimientos como vergüenza, depresión, desprecio hacia sí mismos y falta de autoestima.

Con información de Forbes México y EFE.

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