"Solo me dejaron cachitos de ella, nunca la voy a volver a ver."

LA COLUMNA ROTA/FRIDAGUERRERA VILLALVAZO

Alejandra Gabriela  Escamilla Hernández es una joven mujer madre de tres hijos, dos mujeres y un hombre, una mujer que como muchas solo buscaba el bienestar de su familia. 

El 31 de enero de 1997, nació su segunda hija a quien le puso como nombre Katherine Gabriela, una niña desde muy pequeña amante de la escuela, “si no la llevaba al escuela lloraba, era al contrario de todos los demás niños y niñas, para ella no ir al escuela era como un castigo”.  Gabi recuerda a Katy siempre tranquila, de carácter muy reservado, amaba a toda su familia, con cada uno de ellos siempre tenía la palabra correcta. 

El seis de mayo de 2019 “Me levanté como a las 5 de la mañana me bañe y desperté a Katy pues tenía que ir a trabajar recuerdo que ella se estaba cepillando su cabello cuanto me despedí: Nos vemos flaquita apúrate ya es tarde,  de lo apurada que andaba por irme a trabajar ni un beso le di. ¿quién iba a imaginar que no la volvería a ver?;  ese día eran más de las 7 de la noche y ella no llegaba a la casa le marque y no me contestó le mandé un audio diciéndole que ya era tarde qué dónde andaba pero nunca lo escuchó solo lo recibió”.

Sin embargo, Gabi no se preocupó  “había ocasiones en las que se quedaba a dormir con su hermana mayor Alejandra, el siete de mayo al despertar muy temprano y ver que no había llegado a dormir, revisé mi celular para ver si me había mandado mensaje como siempre lo hacían alguna de las dos, no había ningún mensaje”.

Al siguiente día siete de mayo al ver que no llegó a casa, inició las llamadas con su hija mayor, amistades, no había señal de Katy, incluso llamó a su trabajo, su hija no había acudido a trabajar, eso sí era muy grave, Gabi me aclara que Katy era muy responsable en su trabajo.

Fue cuando después de buscar en hospitales, en el Servicio Médico Forense (SEMEFOS) de la Ciudad de México y Estado de México. Gabi acudió a poner la denuncia por desaparición en Naucalpan, Estado de México.

Entonces las noches se hicieron interminables, la cédula de búsqueda empezó a compartirse en las redes sociales, fue como Gabi llego con nosotras.

Para Gabi el infierno inició ese siete de mayo, no dormía, pensando en qué estaría sufriendo su pequeña hija. “Pensaba en la trata de personas, que a lo mejor la estaban explotando sexualmente, muchas cosas pasaban por mi cabeza, y eso me llenaba de incertidumbre”.

El 15 de mayo de 2019, las autoridades del Estado de México, le notificaron a Gabi que había restos que tenía que identificar.

Acudió a la Fiscalía donde le mostraron la ropa de Katy, la cual de inmediato reconoció, le informaron que habían  encontrado un cráneo y unos fragmentos de huesos, en Jilotepec, Estado de México.  Le realizaron toma de muestra de ADN, para efectuar la confronta correspondiente y ratificar que esos restos eran los de su hija.   

El 31 de mayo de 2019, en las reuniones que Voces de la Ausencia mantenían con el Fiscal de la entidad, Alejandro Jaime Gómez, el mismo titular le entregó los resultados de la confronta la cual fue positiva, sí era Katy.

Ese día se acordó que se realizaría una segunda búsqueda, “me negaba a creer que fuera ella, me parecía imposible que en días hayan quedado solo pedazos de ella”.

El cinco de junio de ese mismo año, se realizó en compañía de la Comisión de Búsqueda del Estado de México y la Fiscalía de Desaparecidos, una segunda diligencia en la cual  se encontraron cinco fragmentos más de Katy.

Katy era una niña muy reservada le gustaba mucho correr y hacer ejercicio estaba estudiando la carrera de psicología que ella  se pagaba trabajando, adoraba a los animales ella tenía dos perritos una Dóberman  de nombre Nala y un Chihuahueño de nombre Señor Bills.

Estoy tratando de narrarle está historia como muchas que le he compartido desde esté espacio, sin embargo, no puedo dejar de hacerle saber que todas y cada una de ellas me duelen, me arrancan un pedazo de mí cada vez que debo narrar su vida, sus sueños, sin embargo, debo hacerle saber que desde ese mayo mi vida ha estado muy ligada a Gabi, una joven mujer de 42 años que hasta el día de hoy como cada una de las familias no logra entender ¿qué pasó?, ¿por qué a su pequeña?, si ella no tenía problemas con nadie.

La he visto llorar por Katy, conozco al Señor Billis y a Nala, lo único que le dejaron de Katy, he acudido a la casa donde vivían, un hogar donde ahora se palpa la desolación, el dolor.  

Un hogar que ya había sido tocado por el temor. El nieto de Gabi, hijo de Alejandra había estado al borde la muerte por Cáncer que afortunadamente venció, Katy adoraba a su sobrino, el niño es uno de los que más ha resentido el dolor de no tener a su tía cerca. Una familia que jamás imaginó sumergirse al infierno todos los días. 

Durante largos meses los restos de su hija se mantuvieron en Jilotepec, para realizarle las pruebas que asegurarán que se trataba de ella. Gabi buscaba a su hija viva, “imaginaba que la iba a encontrar golpeada, no sé. Pero no la vi, no volví a verla, solo pedazos de mi hija”.

Edgar el hermano menor de Gabi sucumbió ante la ausencia de su hermana, en noviembre empezó a consumir marihuana, se sumergió en la negación de que su hermana estuviera muerta, tenía alucinaciones, buscaba en redes sociales fotografías de chicas parecidas a Katy, decía que su hermana estaba viva.

Entonces Gaby tuvo que gastar todos sus ahorros y más para rescatar ahora a su hijo, inició un largo peregrinar para buscar ayuda para Edgar, en medio del dolor de haber perdido a Katy, y salvar ahora a su hijo menor. Edgar fue internado.  No estuvo presente ese dieciocho de diciembre día en el que finalmente sepultaron a Katy en la Ciudad de México.   

Gabi aun la busca entre jovencitas parecidas a Katy, “las veo y pienso que van a voltear y va ser mi Katy, pero no, la saña fue demasiada, nunca vi su cuerpo, solo me dejaron cachitos de ella, todos los días veo que esto sigue, que no paran los feminicidios”. 

Gabi, Edgar y Alejandra intentan seguir sobreviviendo en medio del dolor de perder a Katy, “las autoridades de la Fiscalía de Desaparecidos fueron muy indolentes, empezaron a medio hacer algo cuando mi niña ya había sido localizada en pedazos, sin piel, sin nada. La carpeta fue turnada a Feminicidios, pero no tengo nada Frida, es como si no hubiera avances”.

Cada vez que hablo por teléfono con Gabi, el alma se me rompe, es cuando quisiera que usted las escuchará y entonces entendiera que con el dolor de ellas sería imposible jugar, o lucrar como mucha gente piensa. 

Las lágrimas son interminables, en ocasiones sonríen, otras tantas se aíslan, otras más no quieren hablar con nadie, pero esos son los procesos que hay que entender, eso justamente es lo que jamás se debe de juzgar, y mucho menos tratar de evitar que los expresen. 

De eso trata acompañar a una familia a la cual le arrancaron el corazón, una familia que aprende a vivir sin ella, pero que jamás se va a resignar  por haberla perdido. Una familia que se une a las miles que hay y que son olvidadas todos los días por casos nuevos, que son ignoradas por las autoridades y por la sociedad. 

Gabi es parte de mí, como todas las Voces de la Ausencia, y debería de serlo también  de usted, y no para tenerle lástima porque no son objeto de ello, es para escucharla, abrazarla, y a veces solo mantenerse ahí cerca, porque cuando salga de su aislamiento estará esperando quién le haga saber que en su búsqueda por justicia y verdad, no está sola. Gabi el día de ayer se despidió de mí diciéndome “sé que me he separado mucho de ti, trata de entenderme porque ni yo misma me entiendo, solo quiero buscar justicia y saber quién lo hizo”.

Alejandra hermana mayor de Katy, quiere que usted sepa esto:  “No hay día que no piense en mi hermana, fue una extraordinaria persona, una gran amiga y compañera por qué era más que eso es y fue mi única compañera. Ella solía decir que todo en esta vida bueno o malo era aprendizaje y aún no logro entenderlo . Solo quisiera que se le hiciera justicia; que para las autoridades dejara de ser un número más y de verdad hicieran algo”. 

                                                                                                                 mayo 2020

¿Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo, de una mujer víctima de feminicidio o desaparición?, ¿o eres una sobreviviente de una relación violenta o intento de feminicidio? búscanos, ayúdanos a visualizarlas y contar sus historias. Voces de la Ausencia.

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