La falta de información oficial por parte del gobierno de Cuba y el hermetismo que ha mantenido respecto a las manifestaciones que iniciaron el domingo a lo largo de la Isla, así como la represión a medios de comunicación, periodistas independientes y activistas, ha buscado generar incertidumbre sobre la realidad que enfrenta la nación caribeña.
El pasado domingo cientos de personas salieron a las calles en un hecho inédito, protestando en contra del régimen comunista que gobierna en la Isla desde hace varias décadas. En respuesta, el gobierno de Miguel Díaz-Canel inició una represión sistémica al grado de convocar a la ciudadanía a “combatir” a los manifestantes. Cortando las lineas de comunicación, encarcelando a disidentes y censurando a los medios de comunicación.
De acuerdo a organizaciones como Human Rights Watch (HRW), entre los detenidos se encuentran cerca de 150 activistas, periodistas y opositores al gobierno. Según una lista difundida en diversos medios, se elaboró una lista de 65 personas detenidas tan solo en la Habana.
Aunque varios ya fueron puestos en libertad, en ella figuran nombres conocidos por su oposición activa al régimen como el artista Luis Manuel Otero Alcántara, el disidente moderado Manuel Cuesta Morúa o el dramaturgo Yunior García Aguilera, mientras la familia del opositor José Daniel Ferrer denunció también su desaparición en Santiago de Cuba.
Por su parte, el medio independiente 14ymedio, quien ha dado puntual seguimiento a las protestas, publicó que los detenidos y desaparecidos, ascienden a más de 5,000 personas entre ellos activistas y periodistas independientes.
La agencia de noticias EFE difundió el testimonio de mujeres cuyos maridos, hijos e incluso algún suegro habían sido golpeados antes de ser conducidos a paradero desconocido.
Estas declaraciones, junto a videos que circulan por las redes en los que se observa represión violenta por parte de la policía cubana y agentes vestidos de civil, contrastan con la versión del régimen de Miguel Díaz-Canel, quien el pasado lunes negó los hechos en la televisión estatal.
Sin luz, ni medicinas, ni alimentos
La precaria calidad de vida en la Isla, aunado a los efectos negativos de la pandemia, agravaron la situación de la población cubana, quienes enfrentan largos cortes de electricidad y cada vez le cuesta más encontrar productos básicos, alimentos y medicinas, ya que la venta se concentra en tiendas en divisas a las que no tienen accesos la mayoría de los cubanos, que cobran sus salarios en moneda nacional.
Aunque para el gobierno y varios de sus aliados, la razón principal es la supuesta intervención del gobierno de Estados Unidos.
En respuesta a estos señalamientos, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, calificó de “grave error” acusar a su país de estar detrás de las protestas, a las que definió como “reflejo” de un pueblo “profundamente cansado” y de “la mala gestión y represión” de las autoridades cubanas.
“Libertad”, “Abajo la dictadura”, “Abajo el comunismo”, “Patria y vida”, “No más mentiras”, “Fuera las tiendas MLC” o “Que se vayan” fueron algunas de las consignas más repetidas en la inédita jornada, en la que se vivieron choques entre los manifestantes y brigadas de defensores del Gobierno que al grito de “Yo soy Fidel” iban llegando a bordo de autobuses a los puntos calientes de protestas.