27 noviembre, 2024 7:34 AM
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Puerto Libre

Guillermo Hernández Puerto

“La lucha contra el poder político es la lucha de la memoria contra el olvido”.

Esta cita viene a colación, porque recordemos que en octubre de 2021, José Murat trató de imponer como rector de la Universidad “ Benito Juárez” de Oaxaca, a su testaferro, Gilberto Gamboa Medina, con el avieso objetivo de apoderarse del control de dicha universidad, no solamente para manejar los recursos económicos destinados a esta institución, sino para utilizarla como ariete contra Morena, a sabiendas que de este partido será el próximo gobernador de Oaxaca.

Recordemos que se opusieron al nombramiento de Gilberto Gamboa, entre otros, el ex Rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes.

José Murat esperó el tiempo propicio, y dio instrucciones para encarcelar a Martínez Helmes y negociar su salida de prisión por arresto domiciliario. A cambio, Helmes, acordó entregar la UABJO al gobierno priista de Alejandro Murat.

Consumada la negociación, José Murat  lanzó su candidato en la persona de Héctor Anuard Mafud a través de los peones que tiene a su servicio. “Solo que Mafud no cumple con algunos requisitos establecidos en la Ley Orgánica para aspirar al cargo. Además, como lo señala Isidoro Yescas en su columna “LA UABJO: EL ASALTO”, Mafud estudió y se graduó como licenciado en derecho en la UNAM y no en la UBJO, hoy UABJO”.

En caso, pues, que los universitarios nombren a Héctor Anuard  Mafud como Rector de la UABJO, secundarían la traición de Eduardo Martínez Helmes y la maniobra perversa tramada desde Polanco por José Murat.

De ser así, les sugerimos que, para que quede completa la traición, quiten el nombre de Benito Juárez a la universidad y en su lugar, pongan el nombre de José Nelson Murat Casab, para que a partir de ese momento deleznable y cobarde, la Universidad se llame, Universidad Autónoma “José Nelson Murat Casab” de Oaxaca. 

Para cerrar este comentario, diríamos desde esta tribuna: La UABJO ha sido el bastión de las luchas del pueblo de Oaxaca, entregarla a los intereses mezquinos y bastardos de José Murat, sería no solo un crimen y una afrenta a la dignidad universitaria, sino una alta traición al pueblo de Oaxaca y un agravio a la figura del más grande de los presidentes que ha tenido México.

No concebimos que los universitarios se hinquen ante José Murat.