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Ciudad de México.- La estrategia para combatir la violencia y el crimen organizado ha demostrado ser un fracaso, pese a las declaraciones del Presidente quien asegura que la delincuencia ha disminuido, las cifras oficiales demuestran lo contrario.

De acuerdo con datos actualizados del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de diciembre de 2018 a mayo de 2020 fueron asesinadas 53 mil 628 personas en México.

Es decir que en los primeros 18 meses del presidente Obrador, se han cometido en promedio, 98 homicidios cada día.

Esto marca el primer año y medio de gobierno más violento en la historia moderna del país, duplicando las muertes durante el mismo periodo de Felipe Calderon y 55% mayor a la de Enrique Peña Nieto.

Entre las víctimas se encuentran 5 mil 811 mujeres, que representan un promedio de 11 mujeres asesinadas al día (incluyendo casos de homicidio y feminicidio).

También han sido asesinados 1 mil 807 menores de edad, que equivalen a tres niños o adolescentes asesinados cada 24 horas.

En los registros oficiales aparecen 10 mil 430 casos donde no se conoce con precisión la edad de la víctima, y 1 mil 308 donde no hay claridad de su sexo (algunos casos corresponden a restos en fosas clandestinas).

Siete de cada 10 asesinatos se han cometido con armas de fuego y al menos 60% de los crímenes están vinculados con las actividades del crimen organizado, muchos de ellos por disputas de territorio.

La violencia incluye ataques en contra de legisladores, jueces, militares, policías, Alcaldes y funcionarios públicos, como el reciente atentando en contra del Secretario de Seguridad de la Ciudad de México, que dejó tres personas muertas en una de las zonas residenciales más exclusivas de la capital.

La creación de la Guardia Nacional y la legalización de la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública han sido inútiles, sobre todo con la política implementada por la administración obradorista bajo el lema de “abrazos no balazos” y sus constantes concesiones a miembros del crimen organizado.

A la fallida estrategia federal se suma la nula coordinación con gobierno estatales, principalmente de oposición, así como las constantes confrontaciones entre funcionarios de los tres órdenes.

Son seis los estados que concentran prácticamente la mitad de los más de 53 mil asesinatos registrados con López Obrador.

Guanajuato gobernado por el PAN, lidera la lista con 5 mil 745 víctimas en el periodo. Le siguen el Estado de México en manos del PRI, que suma 4 mil 337 víctimas de homicidio; Baja California de MORENA con 4 mil 285; Jalisco bajo la bandera de Movimiento Ciudadano, con 3 mil 998; Chihuahua del PAN, con 3 mil 856 homicidios dolosos; y Michoacán del PRD, con 3 mil 271.

Colima es un caso particularmente grave a que bajo el gobierno del priista José Ignacio Peralta, la entidad ha registrado 312 homicidios en el primer año y medio de este sexenio, por debajo de otros estados. Sin embargo, al tratarse de una entidad con poca población, su tasa de homicidio dolosos se dispara hasta 144.5 casos en el periodo, la más alta del país. 

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